Previo: Existe la biología y sus ciencias y técnicas derivadas, y un acervo de conocimientos y saberes bastante asentado, y existe la covidiología, con un lenguaje aparente y formalmente "biológico", pero muy superficial e inconsistente, y que realmente tiene mucho más de neoreligión (neosuperstición diría yo) que otra cosa.La covidiología, jerga pseudo-técnica de los covidianos, me produce nausea y desazón. Yo intento mantenerme dentro de lo biológico.Intento responder."¿ Nos quieren dividir en dos bandos? Si es así ¿ Por qué ?. "Cuando estamos ante un 90 % / 10 %, no hay dos bandos, sino una mayoría muy mayoritaria, que si reflexionan un poco, se darán cuenta que "emosido engañado", pero muy mucho, desde principio a fin, y una pequeña minoría, dispersa y silenciada, que hace el papel perfecto de chivo expiatorio.No hay dos bandos, hay "una minoría culpable" de que las expectativas y anhelos de la mayoría se vean frustradas, y sirve a la perfección para tapar las inmensas (ir)responsabilidades de nuestros "democráticos" dirigentes."¿Entonces, de qué sirve el Certificado de vacunación? No lo entiendo...¿ Por qué insisten en vacunados y no vacunados ?..."El CovidPass solo y exclusivamente es una herramienta de segregación, un certificado administrativo de ser (en apariencia) cumplidor de las normas dictadas, y una verdadera expropiación de nuestros derechos públicos, y hasta personales (pues afecta a nuestra salud y nuestra inmunidad), al ceder lo que siempre debería ser propio e inherente a uno mismo al albur de lo que una autoridad tenga a bien conceder durante unos meses.Eres perfectamente libre de hacer, ir o realizar tal o cual cosa, siempre y cuando yo, "autoridad sanitaria", tenga a bien reconocértelo mediante un QR caducable en 6-9 meses.El CovidPass, de facto un certificado administrativo de "ciertas inoculaciones", genera un refuerzo de segregación entre esa mayoría frustrada en sus anhelos y la otra minoría culpable del desastre."¿ Realmente están a salvo de no contagiarse por tenerlo ?" Por supuesto que no.Ni siquiera los verdaderos creyentes de la superstición lo creen, ya que demoran la segunda venida de Cristo, el despliegue de la protección efectiva, solo a cuando se alcance el 100 % de inoculaciones. Antes del 100 %, "la vacuna no protege".Claro que recientemente la cosa se les ha complicado, pues ahora será necesario alcanzar:.- El 100 % de vacunados.- Que lo sean a "pauta completa", lo que implica 14 días después de "completar la pauta" (2 vacunas y 13 días NO es pauta completa).- Que los vacunados pauta completa no se hayan convertido en "caducados" (a discutir por parte de los teólogos expertos, si eso acontece a los 3, 4 o 6 meses tras "completar la pauta" de la "pauta completa")"¿ El sistema inmunológico de una persona de 80 años, está programado biológicamente, simplemente para recibir tantas vacunas...al margen de que si producen trombos o no... por su número.?"Existe en biología el concepto de inmunosenescencia.Hay incluso quien aventura la hipótesis de que vivimos tanto como viva nuestro sistema inmunitario, que somos tan jóvenes o viejos como lo sea el sistema inmunitario.También existe el concepto de estrés antigénico.Un poco de estrés es biológicamente positivo. Un exceso de estrés, o un estrés continuado, aunque sea leve, es claramente perjudicial.Una infección provoca estrés antigénico.Una inoculación "vacunal" provoca estrés antigénico.Recientes investigaciones de Israel son compatibles con la idea de que tenemos un tope efectivo de capacidad de memorizar defensas inmunitarias mediante linfocitos B (los de los anticuerpos). Parece ser que "in vivo", llegamos a un punto donde nuevos estímulos antigénicos vacunales no son procesados e incorporados, o al revés, para aprender los nuevos conocimientos inmunitarios, el sistema inmunitario tiene que borrar y olvidar antiguas experiencias.(Símil informática, por mucho disco duro que le metas, si tienes poca RAM, el ordenador no chuta. Solo puede procesar simultáneamente un numero limitado de aplicaciones y procesos)Posiblemente, unas POCAS vacunas EN LA INFANCIA (algunas muy concretas, solo las que previenen y protegen de enfermedades pediátricas), son altamente positivas. En cambio al otro lado tendríamos que un numero excesivo y continuado de vacunas en adultez y vejez, son mucho más perjudiciales que beneficiosas, sumando lo que suma, y restando lo que resta.