Cuando nacieron en España, tenían coeficientes de abatimiento, además del diferimiento, pero no movilidad. Luego desapareció lo del abatimiento, pero mantuvo el diferimiento. Solo que mientras el fondo fuera bien, perfecto, no lo mueves, no pagas IRPF por las ganancias latentes. El problema es si por A o por Z querías moverlo. En aquel entonces "inventaron" los unit linked para permitir una cierta movilidad sin tributación. Y llegamos al 2003, donde mientras la cosa no saliese del recinto fiscal "fondo de inversión", puedes moverlo libremente manteniendo el diferimiento fiscal. Claro que se cargaron los unit linked.
Además, en este caso es que la cosa tiene delito, pues te generan un 10 % TAE (por solo 1 mes, que equivale a un 0,85 %), pero es que te lo vendían como un deposito a un año, y en verdad es esto (un seguro de inversión):
·No es un depósito, no es un plan de pensiones, ni un fondo de inversión. Es
algo mucho mejor para su futuro.
·A partir del segundo año podrá retirar un 5% de su inversión sin coste
ni penalización alguna. Y si lo necesita, en todo momento también podrá
retirar toda o parte de su inversión, asumiendo un coste [...]
El producto en sí mismo, como algo a largo plazo, puede estar bien. Pero la táctica comercial es de denuncia. Y que tú seas pardillo (te honra reconocerlo) no les disculpa a ellos para nada.
Si lees la letra pequeña del asterisco, verás que te dan un 10 % TAE por el dinero que aportes, DESDE LA FECHA DE APORTACIÓN HASTA EL 31 DE DICIEMBRE DE 2007.
O sea, como hoy ya estamos a 30 de noviembre, te darán un 10 % TAE (eso sí, GARANTIZADO) por un mes (31 días como máximo). Lo cual quiere decir límpio un 0,85 % si mañana mismo ya contara como fecha valor (lo dudo, pues es sábado).
Para los que nos gusta la historia (que enseña muchas cosas), hay que recordar que la coalición de 13 colonias, futuro embrión de la República Federal de los Estados Unidos, ganó su guerra de independencia gracias a la imprenta que importó Benjamín Franklin, más que a las aguerridas huestes del Generalisimo George Washington.
Cuando el ya exGeneralísimo fué nombrado Presidente (civil), el desfase monetario que se encontró era de un nivel espectacular (y el desgaste de la imprenta comparable).
Ahora ya no hace falta ni imprenta ni papel. Basta un ordenador que introduzca numeritos en una cuenta bancaria, y "problema arreglado" (o lo que es lo mismo, que lo solucionen otros, en el futuro).