El pacto de salida es simple: calla, y cobra. ¿El porqué? Dificil de llegar a saber, pero quizás el Visir insinuó que quería ser Califa en lugar del Califa. Y el Califa, hoy por hoy, quiere seguir siendolo, y no acepta simples butacas representativas. Una pugna entre un teórico del modelo bancario minorista en red (Tesis doctoral del Nº 1), frente a la práxis concreta de un directivo que ha hecho al primer banco minorista de España (uno de los 7 altos ejecutivos de Botin, luego Nº 2 del Sabadell cuando empezó su subida libre, y finalmente Nº 2 del que ahora es el primer banco minorista de España -y verdadero primer poder de Catalunya.-). Supongo que Nº 2 quería ser ya Nº 1, y éste aun no está por apartarse. Gracias por los servicios, nuevo Nº 2 (bancario x financiero), y nuevo equivo de dirección ejecutiva más colegiada. Y claro, esa extraña alianza entre Nº 1 y la élite vasca. Cuando Nº 1 era solo Nº 2 en rol compartido, logró expulsar al compañero de nido, Brufau, enviandolo a REPSOL. No pudo maniobrar a tiempo ni lo suficiente cuando Artur Mas propició el apartamiento discreto de Vilarasau, y se coló un Nº 1 con fecha de caducidad (Fornesa). Cuando Nº 2 pudo, aceleró la fecha de caducidad, y pasó a ser el nuevo Nº 1. Y se compró en mejor Nº 2 bancario que había entonces disponible en el mercado. Y ahora, en pocos meses, al ex-Nº 2 compartido, apartado en REPSOL, jubilación y agradecimiento por los servicios prestados, y puesto para Josu Jon, y en la propia casa, al Nº 2 con (quizás) demasiada ambición y prisas, agradecimiento fulminante, y unos consejos de administración en compensación. Y un verdadero Neguri pata negra a ocupar el puesto. Viendo la trayectoria, pocos aguantan la mirada del Señor de Torres Negras.