Harruinado
11/05/25 19:22
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Historias de la Bolsa.
Existe una reconocida expresión en el mundo financiero que recomienda "vender en mayo y marcharse", aunque algunos analistas se han empezado a cuestionar si esta es una estrategia ganadora, especialmente en un curso con tanta volatilidad y cambios en el mercado como el actual.Gabriel Debach, analista de mercados de eToro, explica que esta estrategia de inversión estacional "aconseja reducir la exposición a la renta variable durante los meses de verano, basándose en la idea de que los mercados tienden a tener un rendimiento inferior entre mayo y octubre"."Los datos históricos del S&P 500 entre 1998 y 2025 respaldan parcialmente esta tesis. El índice registró una rentabilidad media del 6,6% durante el período noviembre-abril, en comparación con tan solo el 2,4% entre mayo y octubre. De hecho, la mitad de invierno superó a la de verano en el 77% de los años estudiados. Esta diferencia de rendimiento proporciona a la regla estacional una base estadística, aunque no una garantía total", detalla.Sin embargo, Debach asegura que "los mercados se ven influenciados por mucho más que el calendario", y recuerda que "en algunos años, como 2009 y 2020, mantenerse al margen del mercado durante el verano habría significado perderse importantes repuntes, en estos casos debidos a la crisis financiera y las caídas provocadas por la pandemia de Covid-19".Según su criterio, estas excepciones revelan que, "si bien la estacionalidad puede destacar períodos de alto riesgo o volatilidad, no puede sustituir un análisis macroeconómico oportuno"."Al probarse como estrategia de inversión, 'vender en mayo' también resulta decepcionante. Una estrategia de compra y retención durante el mismo período de 27 años generó una rentabilidad acumulada del +469%. La estrategia estacional de mantener solo de noviembre a abril generó un +338%, mientras que invertir solo durante los meses de verano generó tan solo un +30%. Los últimos años han inclinado la balanza aún más. Desde 2014, la exposición constante al mercado ha superado la estacionalidad, respaldada por un sólido respaldo político, bajos tipos de interés y un crecimiento resiliente de las ganancias", apunta.Por lo tanto, asegura que "si bien la estacionalidad genera volatilidad en el mercado, ser consciente de este hecho no debería impulsar las decisiones de forma aislada"."Es importante que los inversores combinen el conocimiento histórico con la atención a las tendencias macroeconómicas contemporáneas, ajustando su exposición según sea necesario, en lugar de salir por completo cuando llega el verano", recomienda.UN CONTEXTO "AMBIVALENTE"Los analistas del banco privado suizo Mirabaud creen que el debate sobre la eficacia de abandonar el mercado entre mayo y octubre tiene más sentido este año, debido a un contexto que tachan de "ambivalente", en el que, si bien algunos activos como el oro y ciertas divisas han repuntado, "las acciones, en particular las cíclicas y tecnológicas, experimentaron movimientos erráticos"."En este contexto, las expectativas de recortes de tipos por parte de la Fed siguen respaldando las valoraciones, pero las dudas sobre el crecimiento mundial lastran el apetito por el riesgo", valoran.A la hora de analizar los datos históricos, encuentran que "el semestre consecutivo con mejor rendimiento, en promedio, va de noviembre a abril", mientras que "con base en 95 años de datos, el año promedio experimenta su primera corrección significativa a mediados de mayo, y el índice no vuelve a superar estos niveles hasta principios de julio"."Sin embargo, a principios de agosto, la tendencia alcista observada entre enero y abril pareció restablecerse. Esta tendencia continuó hasta mediados de septiembre, cuando se produjo la segunda corrección importante del año. Esta pausa pareció durar más tiempo, y el mercado no rompió estos niveles por última vez hasta mediados de diciembre", subrayan.En cuanto a la volatilidad, "sin duda, el año promedio registra su mayor aumento entre mediados de septiembre y mediados de noviembre, siendo octubre históricamente bastante extremo"."Por lo tanto, hay algo de cierto en el dicho de que mayo registra la primera corrección del año en promedio, pero julio es históricamente uno de los mejores meses del año", concluyen.