Buenas tardes. Actualización mensual de mi cartera: -0,1% en el mes, +2,9% en el año, -5,5% en el acumulado 2022-2023.
El oro (+7,4%), que pesa 1/6 en la cartera, me salvó de un roto importante en el mes. La renta variable cayó a todo lo ancho (ejemplos de los que llevo, Vanguard Global Stock Index: -2,7%,
Indexa Acciones PP: -3,2%, Seilern World Growth: -3,9%), pero especialmente la compañías de pequeña capitalización. Ahí el Kempen Global Small-cap que llevo se dejó un -7%; suerte que el Magallanes Microcaps aguantó con solamente -0,3%. En la Eurozona, solamente tres sectores (de diecinueve) registraron ganancias en octubre, Alimentos y bebidas, Medios de comunicación y Utilities.
No me está yendo nada bien el año. Me va a costar más de lo que pensaba recuperar las pérdidas del año pasado (-8,1%) y alcanzar una rentabilidad anualizada decente a tres años al final del año próximo. En la cartera estable, aumenté exposición (+5,5%) a renta variable vía Vanguard Global Stock Index a primeros de junio y con la caída de octubre esta inversión se me ha puesto en negativo. Y la cartera móvil está prácticamente a 0% de rentabilidad, consecuencia sobre todo de un traspié (-8,5%) en mi inversión en mineras con divisa cubierta, que cerré el 1 de junio (afortunadamente, porque lleva ahora -15% en el año tras la caída de -7,3% en octubre).
Aunque también es verdad que si miro los mixtos que son o fueron afamados por aquí y que podrían servirme de referencia comparativa, la cosa tampoco pinta nada bien. Carmignac Patrimoine: -3,1%; Nordea Stable Return: -1,8%; Baelo Patrimonio: +0,2%; River Patrimonio: +1,9%; Impassive Wealth: +1%; Pyrford: -1,3%; Trojan: -0,9%; Lazard Patrimoine (supuestamente muy conservador): -6,1%. Y no digamos el Ruffer Total Return, con -10,9%. Únicamente el Prudent Wealth sin cubrir muestra un +4,5% (cubierto, +1,8%).
Decía el mes pasado que estaba próximo a cerrar en la cartera móvil la media posición (7%) que llevaba en el EuroStoxx 50, lo que efectivamente hice ayer, con un beneficio en el año para el total del compartimento (aunque nunca invertí más de la mitad) del 4,2%. Tras lo cual mi exposición total a fondos de renta variable queda en un 40,4%, con el siguiente desglose:
Cartera estable: 27,6%, con 10,3% en indexados (Vanguard Global Stock Index e Indexa Acciones PP), 4,2% en large cap growth (Seilern World Growth y Fundsmith) y 13,1% en small cap value (Kempen Global Small-cap y Magallanes Microcaps). A la espera todavía de reponer la inversión a su nivel normal (reinversión en indexados y en large cap growth).
Cartera móvil: 12,8% en el S&P 500 sin cobertura de divisa (Vanguard US 500 y Fidelity S&P 500).
El resto, oro (16,7%), monetarios € (35,8%) y renta fija € a corto plazo (7,1%). La renta fija a largo plazo no me la planteo en las condiciones actuales mientras el tipo de interés del bono a diez años no llegue al menos al 7%. No digo que no se le pueda ganar dinero con un tipo más bajo, pero no me compensa estando como está la curva de tipos.
Observo por otra parte una discordancia con respecto al oro que podría dar lugar a una oportunidad especulativa llegado el momento. El metal lleva una subida en el año de más del 10% (en dólares), mientras que el índice XAU de acciones de mineras de oro lleva una caída (también en dólares) de casi el 8%. Habrá que estar atento.
Veremos cómo transcurren (ojalá que bien) los dos meses que restan para cerrar el año.
Saludos.