Ayer hubo jornada de movilizaciones. Tal y como en su día determinadas movilizaciones han sido un fracaso absoluto, en el día de ayer la respuesta fue muy diferente. No puedo asegurar lo que ha pasado en otros lugares, pero en la de mi ciudad, la manifestación ha transcurrido casi en silencio y curiosamente se ha vaciado en la lectura de los manifiestos.
Es muy importante entender lo que está sucediendo en torno a Grecia, para entender lo que está sucediendo en todo el mundo, ya que en síntesis estamos exactamente en la misma situación, aunque están en una situación más avanzada.
Mañana se han convocado manifestaciones contra la reforma laboral. Por supuesto, ya nos encontramos en todas las noticias las típicas consignas desde los dos bandos para generar opinión, mediante la técnica de mensajes simples y directos; (que sí los sindicatos son unos chupópteros, que si los neoliberales son unos explotadores…).
Empiezan a ser muy habituales casos extremos que van saliendo por cuenta gotas. La semana pasada, las noticias en Galicia se referían a una familia de Lugo que llevaba viviendo 10 días en un coche tras haber perdido su casa y no tener ningún tipo de ingresos.
Recordemos que estoy analizando en esta serie de post la información que se nos da de Grecia, para en realidad ir analizando los procedimientos de la prensa.
Siguiendo con la joyita del mail viral creando opinión que se ha reconvertido en información varias veces en periódicos “serios”; (en última instancia en expansión), queda analizar un poco los números que aparecen para que entendamos la situación griega.
Al final va a ser verdad aquello de “Spain is diferent”. La noticia del día es que Reuters, (a quien por cierto tengo hoy hasta en la sopa), ha filtrado la noticia de que España ha manipulado las cuentas del déficit.
Lo primero que me gustaría aclarar es que en realidad este post no era otra cosa más que la redacción tomando como base un correo de estos de campaña viral que a todos nos llegan de vez en cuando.
Estamos en un punto en el que cualquier conversación económica tarde o temprano llega a un punto en el que se acaba hablando de la productividad. Lamentablemente el uso del palabrejo parece no garantizar en absoluto el conocimiento de lo que significa este concepto, sino que más bien al contrario.
El viernes pasado, cuando se esperaban los detalles de la reforma laboral, varios medios colocaron especiales en los que nos contaban las seis reformas laborales de la democracia. En general en todas y cada una de ellas se buscaba oficialmente crear empleo de calidad. Es decir, se buscaba acabar con el paro y con la temporalidad que a partir de la primera se desarrolló de forma imparable.
Una vez publicada la reforma laboral podemos leer exactamente lo que se aprobó y tratar de comprobar si era agresiva, (con los trabajadores, ¡aclaro!), o equilibrada.
Hoy me toca un post que tengo que reconocer que no me gusta escribir. Soy perfectamente consciente de que mi opinión al respecto contradice la inmensa mayoría de las opiniones, tanto nacionales como internacionales que se han escuchado estos días.
Una frase recurrente cada vez que se critica cualquier colocación de un activo (o pasivo), financiero es la de hacer constar que si la persona no perdiese la inversión o ganase dinero, no pasaría nada, no existiría polémica y no habría reclamaciones ni foros de afectados.
Ayer contaba cómo se justificaba la compra de cedulas bancarias por el Banco de España, a la vez que sutilmente se recomendaba dicha inversión en un artículo de expansión de mayo de 2009.
Recientemente nos hemos encontrado con el reconocimiento desde la comisión nacional del mercado de valores de la existencia de ciertos problemillas en la comercialización de participaciones preferentes por las entidades financieras.