En la justificación para la imposición de las tasas de la justicia, nos encontramos con el argumento recurrente de que en España existe una litigiosidad mucho más elevada que la que se encuentra en la unión europea.
En cada una de las situaciones que nos podemos encontrar las distintas políticas se comportarán de forma distinta, lo cual significa que una determinada medida no tiene el mismo funcionamiento en unos sitios que en otros. Por tanto: ¿A quién se le ha ocurrido decir que en la teoría económica siempre hay la misma solución, sea el caso que sea?.
Ya he hablado con cierta frecuencia del comodín de la reactivación del crédito. Cada vez se plantea una medida para tratar de frenar de algún tipo los abusos o los riesgos en los que nos hace caer la banca, o en definitiva, cada vez que se trata de regular en contra de los intereses de la banca, nos encontramos con este comodín, que ya he explicado en su día que es completamente absurdo
El otro día hablaba de las limitaciones de unas limitaciones de las estadísticas, referida a la dificultad de estimar valores extremos, en el que trataba de descartar que la mayoría de la explicación del PIB fuese debido a una manipulación de los datos. Es decir, falsear.
Leo estos días muchas propuestas para solucionar el problema que la hipoteca supone ahora para muchos hogares; normalmente estamos hablando de formulas imaginativas mediante las que se comparta el sacrificio, buscando una salida a las personas y repartiendo los costes, que hasta ahora han sido soportados exclusivamente por la banca.
En una clase de una facultad tenemos 8 personas que miden 170 cms, una persona que mide 150 cms y una persona que mide 190 cms. Cualquiera puede echar las cuentas y entender que la altura media, (y la mediana) son 170 cms.Si escogemos una persona al azar de la clase, ¿Cuánto creemos que medirá?.
El 6 de noviembre de 2012, en “el economista”, nos encontramos con una interesante noticia en la que se habla de Islandia. El 7 de noviembre de 2012, también en “el economista” nos encontramos otra interesante noticia en la que se habla de Irlanda.
Creía que se iba a actuar con los costes judiciales, y que se iban a cargar el sistema de subastas. Evidentemente y a falta de saber el texto del decreto ley, lo que está claro es que no ha sido exactamente lo que esperaba.
En fin, la semana pasada resulta que Ángel Ron, presidente del Banco Popular, se quejaba de la hiperactividad regulatoria respecto a los bancos. Esta semana, a cuenta de la discusión sobre la ley hipotecaria, ocasionada oficialmente por suicidios, estamos escuchando con mucha frecuencia este argumento para no cambiar la legislación.
Tras exponer una serie de pinceladas que no encajan en todo lo que está ocurriendo estos días (y recomiendo leer primero ese post) a cuenta de la reforma de la ley hipotecaria, me gustaría hacer un post en el que intentaré concluir cual es mi opinión sobre lo que está pasando y lo que me temo que pasará.
El jueves 8 de noviembre de 2012, se conoce un dictamen del tribunal de justicia de la Unión Europea, que cuestiona aspectos tan fundamentales de los procedimientos hipotecarios, como son la determinación unilateral de la deuda, la imposibilidad legal de oponerse a un procedimiento judicial, las clausulas abusivas, las clausulas de vencimiento anticipado de las hipotecas
El otro día me preguntaron en el trabajo si iba a hacer huelga el 14 de noviembre. Como la respuesta fue afirmativa, la siguiente pregunta que me cayó fue ¿Por qué?.
Cada vez que hablamos de alguna pata de las de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, irremediablemente en la discusión surge la frase: “yo lo he visto”, y esto es una de las pocas certezas que nos podemos encontrar.
El otro día coloqué un post criticando una brillante idea de Juan Ramón Rallo, que no era otra que la de incrementar el nivel de ahorro del sector público y privado, proponiendo a tal efecto unas cuantas medidas que sustentaban este caso general a realizar.
Imponiendo los copagos, lo que se consigue es incrementar la posibilidad de negocio y por tanto, lo que tendremos es un mayor valor de las concesiones o un mayor valor de los beneficios, pero no afecta a “cómo hacer las cosas”.