Ha sido motivo de debate económico durante largo tiempo la efectividad de las políticas de oferta para estimular la economía, utilizando frecuentemente las políticas de la era Reagan en U.S. para atacar o defender las políticas económicas basadas en la curva de Laffer.
La curva de Laffer parte del principio de que los tipos impositivos afectan a los ingresos fiscales, de tal forma que la elevación de tipos incrementa los ingresos fiscales hasta cierto límite, a partir del cual se reducen (figura siguiente). Basándose la explicación de este modelo en la influencia de los tipos sobre el comportamiento de los agentes privados, tanto en cuanto a economía sumergida como al efecto desincentivador de los impuestos sobre la actividad económica.
Figura 1.- Paul Krugman Supply Side Economist
De tal forma que la reducción de impuestos, aunque a corto plazo reduciría los ingresos fiscales, a largo plazo los incrementaría. Sin embargo, el problema radica en la dificultad de determinar el tipo impositivo en el que se produce la inflexión de los ingresos; ya que el efecto positivo sobre los ingresos fiscales a través de la reducción impositiva solo se produciría en la parte descendente de la curva, cuando además, la eficacia de los recortes de impuestos dependerá además de otra serie de factores , como el mix impositivo y los tipos impositivos, nivel de elusión y fraude fiscal, etc..
Aunque también, además del efecto de reducción de tipos sobre los ingresos fiscales, también deberíamos preguntarnos cual debe ser el objetivo del gobierno: Maximizar los ingresos fiscales o maximizar el crecimiento económico. Ya que los tipos aplicables, como se muestra en la gráfica anterior, son menores para maximizar el crecimiento económico que para maximizar los ingresos fiscales. Siendo en este caso importante valorar el efecto a largo plazo sobre los ingresos fiscales del diferencial de crecimiento del PIB que resulta de aplicar tipos impositivos que maximicen el ingreso fiscal o el crecimiento económico.
Para evaluar la efectividad de las políticas económicas basadas en la curva de Laffer se recurre frecuentemente a la era Reagan (1981-1989). Cuyas políticas se centraron en reducir los tipos impositivos marginales sobre los ingresos personales (del 80% al 28%) y del Corporate Tax del 46% al 34% . Si bien a lo largo de sus legislaturas, estas reducciones de impuestos se acompañaron de otros cambios fiscales que contribuían a equilibrar los presupuestos, como las cargas de la seguridad social y la modificación de ciertas exenciones y deducciones fiscales.
Frecuentemente se ha criticado que este tipo de políticas han contribuido a reducir los ingresos fiscales federales. Sin embargo, estos se pueden contabilizar de muy diversos modos: en dólares corrientes, en dólares constantes y como porcentaje del PIB. Indicándonos cada indicador cuestiones parecidas pero diferentes. Ya que los ingresos en dólares corrientes nos indican los ingresos en dólares del momento procedentes de los impuestos federales; en dólares constantes el valor real de dichos ingresos; y el porcentaje del PIB el esfuerzo realizado por los ciudadanos para hacer frente a esos impuestos, lo que se conoce como “presión fiscal” (figura siguiente).
Figura 2.- Evolución de los ingresos federales entre los años 1975-1995 en dólares corrientes y constantes (escala izquierda) y como porcentaje del PIB (escala derecha). Datos de la Casa Blanca
Como se puede apreciar en la gráfica, es obvio el incremento de ingresos en dólares a lo largo de ambas legislaturas de Reagan. De hecho, aunque entre 1981-1989 los ingresos como porcentaje del PIB se redujeron un 6,81%, en dólares constantes se incrementaron un 19,87% y en dólares corrientes un 65,38%, diferencia que es resultado de la evolución del PIB en términos corrientes y del deflactor del PIB (figura siguiente).
Figura 3.- Crecimiento del PIB U.S. en términos de dólares corrientes y constantes (dólares del año 2010). Elaboración propia a partir de datos del Banco Mundial
Por tanto, en contra de lo que se indica frecuentemente, las políticas de oferta en la etapa Reagan incrementaron los ingresos fiscales federales.
Sin embargo, esta etapa se caracterizó también por un incremento de gasto, derivado fundamentalmente de un incremento de un 63,8% en defensa, que supuso en total algo más de 2 bill de $ y el 5,8% del PIB de media (como referencia podemos tomar que entre 1975-1980 el gasto en defensa supuso de media el 4,9% del PIB); y el coste financiero de la deuda, ya que debemos recordar que la etapa Reagan fue posterior a la crisis del petróleo de la década de 1970, que se caracterizó por una elevada inflación.
Esta situación impulsó un endurecimiento de la política monetaria, que llevó a cabo Paul Volcker, presidente de la FED, a elevar los tipos de interés (Federal Funds Rate) hasta el 19,1% en junio de 1981 , hecho que contrajo la economía hasta llevarla a la recesión, lo que a su vez implicaba un incremento de gasto, tanto debido a la entrada en juego los estabilizadores automáticos, (gasto social y asociado al desempleo), como al incremento del coste financiero de la deuda pública.
El incremento del coste financiero derivado de la subida de tipos condujo al incremento de esta partida en los presupuestos, suponiendo un mayor porcentaje de gasto público y un mayor importe como porcentaje del PIB (figura siguiente), contribuyendo al incremento del déficit y deuda públicos. Incrementándose esta última entre 1982-1989, de 1,142 bill $ a 2,857 bill $, suponiendo 1,715 bill $ más.
De hecho, el gasto financiero neto entre 1982 y 1989 se incrementó casi un 99% en dólares y casi un 30% como porcentaje de gasto público, suponiendo 1,01 bill $, lo que equivale al 59% del incremento de la deuda pública en dicho periodo. Siendo este un ejemplo claro del importante grado de interrelación entre la política monetaria y fiscal.
Figura.- Evolución del coste financiero neto estadounidense entre los años 1975-1995 en dólares corrientes y constantes de 2009 (escala izquierda) y como porcentaje del PIB y porcentaje del gasto público federal (escala derecha). Datos de la Casa Blanca
La cuestión a tener en cuenta es que el incremento de ingresos fiscales federales, debido a un incremento mayor de gasto público, no evitó déficits públicos permanentes que incrementaron la deuda pública (tabla siguiente).
Deficit (in billions) |
Deficit /GDP |
Events Affecting Deficit |
||
1980 |
$74 |
$908 |
2.6% |
Recession. Iran oil embargo. |
1981 |
$79 |
$998 |
2.4% |
Reagan tax cut. |
1982 |
$128 |
$1,142 |
3.8% |
Reagan's 1st budget. |
1983 |
$208 |
$1,377 |
5.6% |
|
1984 |
$185 |
$1,572 |
4.5% |
Increased defense spending. |
1985 |
$212 |
$1,823 |
4.8% |
|
1986 |
$221 |
$2,125 |
4.8% |
Tax cut. |
1987 |
$150 |
$2,340 |
3.1% |
|
1988 |
$155 |
$2,602 |
2.9% |
Fed raised rates. |
1989 |
$153 |
$2,857 |
2.7% |
Tabla.- President Ronald Reagans Economic Policies
RESUMEN Y CONCLUSIONES
La efectividad de las políticas de oferta han sido ampliamente debatidas en el ámbito económico, encontrándose el debate sesgado frecuentemente por la ideología política. Los datos aportados muestran como en la era Reagan se redujo la presión fiscal y esto fue acompañado por un incremento de ingresos fiscales.
Este hecho no impidió que los gastos se incrementaran en mayor medida, fundamentalmente por el incremento del gasto en defensa y por la carga que supuso los gastos de una deuda financiera creciente y unos tipos federales elevados, como resultado de la utilización de la política monetaria por la FED para frenar la elevada inflación.
La política monetaria de la FED condujo a U.S. a la recesión. De hecho se dice que las políticas de la FED domaron la inflación y las políticas expansivas de Reagan, keynesianas por cierto, sacaron a U.S. de la recesión.
De los datos se puede deducir que, las críticas frecuentes sobre las políticas de oferta en la era Reagan se han dirigido a los déficits generados, pero sin plantearse que estos tuvieron su origen en el incremento del gasto y no en la reducción de ingresos fiscales.
Pero una vez demostrada la efectividad de dichas políticas, queda por demostrar que en las economías actuales están sean efectivas y en que medida, ya que el entorno económico condiciona, siendo el resultado de estas políticas distinto en cada país en función de sus connotaciones características.