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Reino Unido: PIB, Consumo y Comercio Exterior

La economía del Reino Unido presenta una evolución positiva y datos de PIB crecientes (figura siguiente) a pesar de la contracción que ha sufrido en la reciente crisis financiera. 

 

PIB Británico

Figura.- Evolución del PIB británico, datos trimestrales en Libras (datos de volúmenes encadenados no desestacionalizados-escala izquierda) y tasas de crecimiento interanual en datos trimestrales (escala derecha). Datos Office for National Statistitics (ONS) .

Sin embargo, estos datos pueden inducir a confusión, ya que la evolución del tipo de cambio de la Libra distorsiona la evolución del PIB en otras divisas como el euro (figura siguiente).

 

Evolución del PIB

Figura.- Tasa de crecimiento interanual del PIB en datos trimestrales en Libras y Euros. Datos de la FED de St Louis en Libras y euros.

Como se puede apreciar en la figura, la tasa de crecimiento interanual del PIB en Libras es más estable que en euros, como consecuencia de las variaciones de tipo de cambio GBP/EUR, presentando en Libras signo positivo y más o menos estable desde el año 2011. Sin embargo, el análisis de la evolución en euros nos permite observar, además de una mayor volatilidad,  tasas de crecimiento decrecientes a partir del segundo trimestre del año 2015 e incluso tasas negativas a partir de enero de 2016.


Esta tendencia puede intensificarse como consecuencia del Brexit y de una mayor devaluación de la Libra, ya que entre otras cosas, Reino Unido se caracteriza por ser una economía abierta, en que sus exportaciones e importaciones suponen cada una de ellas del orden del 30% del PIB, caracterizándose ambas por presentar incrementos continuos en el tiempo que se acompañan de persistentes déficit exteriores (figura siguiente), tanto en el comercio extra como intra UE. Incluso a pesar de cierta mejoría observada en ambos casos en el primer trimestre de 2017 con respecto al mismo periodo del año anterior, debido a un mayor crecimiento de las exportaciones que de las importaciones.

Sector Exterior

 

Figura.- Evolución de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios (escala izquierda) y saldo comercial (escala derecha) de Reino Unido en datos trimestrales. Datos del Office for National Statistitics  (ONS). Datos anuales en periodicidad trimestral y millones de Libras.

Al analizar el saldo de la balanza exterior es importante desglosar los componentes de la misma, ya que mientras el saldo de bienes presenta déficit, el de servicios presenta superávit, siendo este último insuficiente para compensar el saldo negativo de la balanza de bienes.


La importancia dada al saldo exterior del comercio de bienes parece un contrasentido, dado que la economía del Reino Unido depende fundamentalmente de los servicios (80% en 2015). Sin embargo,  las manufacturas suponen un aspecto clave de la economía británica y formarán parte muy importante de las conversaciones entre la UE y Reino Unido, ya que a pesar de la pequeña proporción que representan en el PIB (13,3% en 2015), han supuesto en 2016  el 55% de las exportaciones y el 75% de las importaciones de UK, llevándose a cabo más de la mitad de estos intercambios (exportaciones+importaciones) con la UE. Implicando las transacciones productos finales y bienes intermedios integrados en las cadenas de valor de los sistemas de producción industriales británicas, constituyendo por tanto la UE el origen del suministro de componentes esenciales de procesos de producción. 


Esta relación ha dado lugar a que del orden de 2/3 de de las importaciones de bienes semimanufacturados procedan de la UE siendo de especial importancia los del sector del automóvil e ingeniería aeroespacial,  motivo por el cual es importante para UK llegar a acuerdos con la UE.


Sin embargo, ello no excluye que la UE se vea también perjudicada por el Brexit al reducir sus exportaciones a UK, ya que 26 de los 27 países de la UE han presentado saldos comerciales positivos (datos 2015) con UK. Motivo por el cual, comercialmente hablando y excluyendo razones políticas, a la UE también le interesa llegar a un acuerdo. 


En cuanto al PIB, es necesario conocer su composición con el fin de analizar cómo las distintas variables macroeconómicas pueden influir en su evolución. En este sentido, al PIB británico, por el lado de la demanda, contribuye esencialmente el consumo doméstico (65%) y público (20%), mientras que la formación bruta de capital contribuye un 17% y el saldo exterior contribuye negativamente en un 2% (datos tradingeconomics).  


En el pasado reciente, el primer trimestre de 2017, la economía británica creció un 0,2%, menos que las previsiones (0,3-0,4%) y mucho menos que en el último trimestre de 2016 (0,7%).  Contribuyendo a ello el sector exterior, ya que  a pesar de la devaluación de la Libra, que debería haber impulsado las exportaciones, estas se contrajeron un 1,6% mientras que las importaciones crecieron un 2,7%, dando lugar la evolución de ambas a una contribución negativa al PIB del 1,4%


Al mismo tiempo, se amortiguaba el consumo  como resultado del incremento de la inflación provocada por el debilitamiento de la Libra y un crecimiento de los salarios inferior al incremento de la inflación, reduciendo el poder adquisitivo de los hogares.


De esta forma, el consumo de los hogares, que ha estado impulsando la economía desde el referéndum, se estima que se expanderá un 0,3% en el 1T de 2017, más lentamente que en los dos trimestres previos (0,7 y 0,8%).

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Aparentemente, la evolución reciente del PIB británico es positiva. Sin embargo, esta apreciación puede ser controvertida, ya que a partir de la evolución del tipo de cambio, se puede contemplar como la evolución reciente del PIB en euros se contrae.


Esta situación se puede alargar en el tiempo si la incertidumbre sobre el resultado del Brexit continúa y la Libra sigue depreciándose, ya que provocará incrementos de inflación, reduciendo el poder adquisitivo de los hogares y el consumo, uno de los pilares del PIB británico. Y además, influirá sobre los costes de producción al incrementar el precio de las semimanufacturas importadas. Hecho que puede compensar las ventajas competitivas de una devaluación de la Libra, al mismo tiempo que puede contribuir a menores subidas salariales para mantener la competitividad.


Por tanto y de momento, salvo sorpresas, el Brexit puede reducir el crecimiento económico británico significativamente, tanto por el lado del consumo de los hogares como por la evolución del sector exterior, siendo de destacar en este caso que la negativa evolución del sector exterior en su conjunto puede empeorar, además de por la contracción de las exportaciones, por reducirse el saldo positivo de servicios financieros como consecuencia de la deslocalización de empresas del sector al quedar UK al margen de la regulación de la UE.

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