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Llevo días dándole vueltas al tema de las participaciones sociales en las cajas rurales, que tímidamente están  saliendo algunas consultas / problemas en los foros. Esto seguro que ha sido tratado en algunos blogs … y como no soy nada especialista en este asunto, se me ha ocurrido comentar el asunto desde otra perspectiva, sería mi impresión personal, y por tanto sin valor técnico alguno, ni siquiera va a servir como recomendación o sistemática.

Aparte de algunas conversaciones que he mantenido en las últimas semanas con gentes del campo que son socios de cooperativas, he revisado algunas entradas de los blogs de Rankia:

http://www.rankia.com/blog/macroymicroblog/1693121-finanzas-cooperativas

http://www.rankia.com/blog/echevarri/420949-cooperativa-monte-solucion-escarnio (*)

Algo del blog salmón: http://www.elblogsalmon.com/economia-domestica/tambien-hay-que-salvar-a-los-inversores-de-la-cooperativa-de-laldea  (*)

Alguna información de cajas rurales para que nos situemos en cuanto a su procedencia:

http://www.caixaruralvila-real.com/cms/estatico/rvia/villarreal/ruralvia/es/particulares/informacion_institucional/caixa_rural_vila-real/nuestra_entidad/

http://www.cajaroda.es/index.php/component/content/article/5.html  que por cierto hoy está integrada en Globalcaja.

(*) Estos dos enlaces van referidos a problemas financieros registrados en secciones de crédito. 

Muchas de las cajas rurales, tal vez una relevante mayoría, proceden de la conversión de las secciones de crédito de cooperativas del campo (agrarias y ganaderas), que podían tener una sección de crédito, se trata de una división de la propia cooperativa, y aún cuando la ley les obliga a una serie de controles, una separación de la actividad financiera del resto de actividades, una “sección” no cuenta con personalidad jurídica, con lo cual los problemas financieros que pudiera tener la cooperativa, afectarían a la sección, de hecho no hace mucho meses que ocurrió con la cooperativa de l’Aldea. Como antes he indicado muchas de estas secciones dejaron de ser tales, para convertirse en sociedades cooperativas vinculadas a la agrícola-ganadera, pero mediante la creación de una cooperativa de crédito con su propia personalidad jurídica separada, lo de la independencia, pues si jurídicamente pero tal vez no tanto a efectos prácticos, al menos en lo que afectó a las pequeñas.

Incluso se dio en nacimiento de entidades minúsculas, pero muy bien gestionadas por lo que parece, un ejemplo lo tendríamos con esta caja, que hasta su reciente fusión, era la más pequeña de España, pero cumpliendo con creces todas las exigencias de solvencia http://www.20minutos.es/noticia/999344/0/caja/pequena/espana/ , ahora bien dicha solvencia se mide en términos porcentuales, con lo cual siendo las cifras absolutas muy modestas, no tengo tan clara la capacidad de supervivencia de entidades tan pequeñas, de todas formas las cajas rurales, están también en procesos de fusión, con lo cual difícilmente podremos conocer si hubieran sobrevivido o no, de mantenerse con sus configuraciones oficiales.  

Si tenéis interés en mas información sobre sus características pongo un enlace sobre la legislación que está colgada de la Web del Banco de España

En “Ciriec revista economía” se indica:

2.- Las secciones de crédito de las cooperativas. Definición

La organización de las sociedades cooperativas agrarias presenta, en su mayoría, una estructura administrativa peculiar, o al menos diferente del resto de las empresas, al optar, desde el punto de vista formal, por un modelo de organización dividido en secciones que, desde la Teoría de la Organización, son el resultado de un proceso de agrupación de actividades y unidades de inferior nivel junto con los departamento o las divisiones (Bel, 2000, p.9).

Una sección es un departamento organizado, con objetivos particulares marcados, constituido en el seno de una cooperativa y que desarrolla una función propia. Cuando en una cooperativa coexisten varias actividades la creación de secciones facilita su organización de forma autónoma.

Las secciones de crédito son departamentos especializados en la actividad financiera de la cooperativa, que gozan de cierta independencia, aunque conviven con el resto de secciones de la cooperativa, las cuales desempeñan otras actividades específicas, vinculadas o relacionadas con el objeto social de la cooperativa.

La operativa de estas secciones sería mas o menos que los socios de la cooperativa del campo tienen la posibilidad de utilizar los servicios de la sección de crédito, como si de un banco o caja de ahorros se tratase, aún cuando no es un banco, caja de ahorros o caja rural, por tanto no enlazará directamente con el sistema bancario, si bien normalmente estas organizaciones cuentan con convenios con alguna entidad financiera y por tanto esta limitación podría no ser significativa. Estas secciones captan ahorro de los cooperativistas o sus vinculaciones directas e indirectas, esto ya depende de la legislación de cada comunidad autónoma y los estatutos de la organización, este ahorro será en forma de cuentas de ahorro, imposiciones a plazo … que servirán para financiar a otros socios o a la misma cooperativa, otorgando créditos y préstamos, sean a corto plazo para la explotación de las fincas o a la largo plazo para financiar inversiones.  También existe la posibilidad de otorgar avales a favor de los cooperativistas.  Luego se puede perfectamente tener una cuenta en la sección en la que se anoten los cargos y abonos de su operativa con la cooperativa, compra de productos, abono del producto de las cosechas … Al final actuarían como un banco, sin ser banco. 

Como indiqué muchas de estas “secciones” realizaron la separación jurídica, convirtiéndose en Cajas Rurales, y como bien detalló Macroymicroblogger en su artículo del pasado febrero de un tiempo a esta parte, empiezan a aparecer algunos problemas:

Lo cierto es que a medida que crece el monstruo, más necesidades financieras hay, y los socios no dan para tanto. Hay que salir al mercado a buscar pasta. Lo que ocurre es que las cooperativas, al menos en España, tienen dos problemas: no se entienden con los bancos –salvo con los de su formato, claro- y no emiten acciones, luego no pueden captar capital en Bolsa. El problema que las cooperativas tienen con la banca convencional es de fondo y de forma. Por un lado, los socios aportan capital a la organización

Entiendo que ahí está la síntesis del problema de LAS PARTICIPACIONES SOCIALES EN LAS CAJAS RURALES, que son exactamente eso CAPITAL, de la misma forma que lo son las acciones en las sociedades anónimas, con los riesgos de estos instrumentos de financiación empresarial, que sin embargo no siempre se han vendido / comercializado como tales, e incluso en este caso se puede prestar a mucha confusión, porque casi el 100% de la ciudadanía sabe de los riesgos de las acciones, pero en un instrumento como son estas participaciones que normalmente tienen prefijado un rendimiento porcentual, eso, la confusión está servida, es fácil pensar que estamos ante un depósito, no ante una inversión de cierto riesgo

Dicho esto, podemos tomar el asunto bajo varios puntos de vista, porque me temo que esto no es tan sencillo como indicar que es bueno o malo. Por una parte si una caja rural vinculada a la cooperativa del campo, en su ámbito territorial de actuación capta este tipo de ahorro en forma de capital, haciendo las cosas adecuadamente, informando de los riesgos, es relativamente fácil que sus clientes, que en la mayor parte de los casos son los socios de la cooperativa o personas vinculadas a ellos, entiendan lo que es, el porqué, y lo más importante, puede existir un cierto clima de confianza, por la mera proximidad, en “las formas” de la cooperativa, en su solvencia, en su buen hacer, en la gestión ….  este punto de vista no tiene porque ser un problema la comercialización de estas participaciones, el asunto empieza a “diluirse” cuando esta caja rural, ya no está en su ámbito de actuación, tanto territorial como en el tipo de cliente que pretendió con su expansión, la venta de estas inversiones en muchos casos nada tendrá que ver con su masa de clientes inicial. Con lo que en mi modesta opinión, algo que se pudo iniciar con unas determinadas condiciones y objetivos concretos, quedó totalmente diluido, ya que por necesidades del propio crecimiento de estas entidades, cuyo futuro estaría muy comprometido de mantenerse con bajos volúmenes de negocio, habrían vendido/colocado/comercializado estos híbridos, a ciudadanos que nada tienen que ver con los objetivos de la cooperativa del campo, y carecen de interés alguno sobre sus actividades.  De hecho a algunas de las denominaciones sociales  de estas entidades de crédito, en mi modesta opinión les sobra una palabra, concretamente “Rural”, porque de esto la mayoría ya tienen poco, o prácticamente nada. 

Como parece que ahora todo se soluciona con las fusiones y la consecución de una masa relevante de volúmen, vamos que "es la panacea", y como casi todo, la economía también va "a modas", otro punto de vista, y reconozco que ya es mucha osadía por mi parte, es entender que uno de los problemas de las cajas rurales pequeñas, y por extensión las secciones de crédito de las cooperativas del campo, son sus sistemas de análisis de concesión de financiación a los cooperativistas, lo siento, yo no entiendo que la estandarización de las sistemáticas de concesión de las grandes entidades financieras sean la panacea, que un sistema de scoring tenga el poder de conceder o denegar financiaciones. Realmente lo que supone es la automatización, no más que eso, y en una entidad grande, se hace de esta manera o no hay otra, ello motivado por una parte por la reducción de los márgenes empresariales que afectó a la banca al igual que a cualquier sector empresarial. Pero esto no significa que no se pueda seguir analizando de una forma más doméstica la concesión de financiación, es más, es probable que la proximidad al cliente consiga datos cualificativos que un score bancario difícilmente tendrá, con lo cual pueden perfectamente convivir ambos sistemas y parecidas garantías para el prestamista. Yo creo que esto no es un problema en sí, siempre y cuando en una entidad pequeña se tenga muy en cuenta el no incurrir en concentraciones de riesgo ante unos pocos clientes, lo cual y por el propio volumen es más difícil que ocurra en entidades medianas o grandes. 

Al final el resumen de esto, bajo mi punto de vista, es por una parte que el mantenimiento de secciones de crédito de las cooperativas agrarias, debería suponer un exhaustivo control del Banco de España, y de alguna forma estar sujetas a idéntica reglamentación que la bancaria, porque con la regulación de las entidades financieras ya hemos visto los resultados, ni me imagino lo que puede ocurrir si no la hay, y no me parece excusa que no es un tema general o que  no suponen una masa importante, si hay que regular el sistema financiero, esto entiendo que también es “sistema financiero”. Y luego por otra parte creo que este tipo de emisiones de capital se han mantenido igual que en los principios de las cajas rurales, pero estas (la mayoría) ya nada tienen que ver con lo que fueron dichos “principios”. Me parece que una regulación mas clara al respecto, no es solo recomendable, es necesaria como el agua de mayo. 

 

Notas adicionales: 

 

En junio de 2012 en Catalunya había 108 con sección de crédito, al menos según esta noticia: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/13/barcelona/1339576407.html

http://www.20minutos.es/noticia/1022883/0/

Diciembre 2011: http://www.agro-alimentarias.coop/1/1_2_1.php?id=MzM2Mw==

 

Sobre las Secciones de Crédito

A fecha de hoy el Consejo Sectorial de Secciones de Crédito de Cooperativas Agro-alimentarias de España está formado por ocho Federaciones: AGACA (Galicia), Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón, FAECA (Andalucía), FCAC (Cataluña), FCAE (Euskadi), Cooperativas Agro-alimentarias de la C. Valenciana, de Castilla-La Mancha y de Extremadura, que a su vez representan a 308 cooperativas con Sección de Crédito y que gestionan un volumen de más de 1.300 millones de euros.

 

 

 

www.yoreklamo.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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  1. en respuesta a Macroymicroblogger
    -
    Top 100
    #24
    15/04/13 23:25

    Técnicamente es una cooperativa de servicios, que en el registro de cooperativas tiene su apartado correspondiente. Es donde quedan encuadradas ciertas cooperativas de taxistas, por ejemplo.

    Son cooperativas que agrupan no consumidores finales, sino consumidores profesionales. En el caso de coop57, entidades de economía social (cooperativas, asociaciones, fundaciones, y alguna otra cosa), para obntener un mejor producto en sus necesidades de consumo crediticio, sin llegar a ser propiamente dicha una cooperativa de crédito.

    Como todas las cooperativas que prestan servicios de crédito, solo lo pueden prestar o a sus socios personas físicas o jurídicas, o a socios de sus socios personas jurídicas. Ninguna cooperativa puede prestar servicios crediticios a no socios.

  2. en respuesta a Macroymicroblogger
    -
    Top 10
    #23
    15/04/13 22:08

    Mira ... primer problema o petición de información detectado tras la publicación .... si te quieres pasar pot ahí https://www.rankia.com/foros/preferentes/temas/1761656-aportaciones-capital-social-cajamar#respuesta_1761911 porque hay una parte que no puedo concretar ...

  3. en respuesta a W. Petersen
    -
    #22
    15/04/13 21:58

    Es que ahora todos tenemos claro eso de la especialización como estrategia pero en su día todo el mundo quería entrarle al gran público, y claro, también las entidades financieras. Todo el monte es (o era) orégano.

  4. en respuesta a Cachilipox
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    #21
    15/04/13 21:52

    Bueno, con la ley catalana me lío un poco pero Coop57 viene a ser una "cooperativa de cooperativas", si no estoy mal informado se creó para dar apoyo financiero a sus propios socios. En este caso la actividad financiera está correctamente separada de los negocios que realizan los miembros.

    En ciertas cooperativas mixtas (productores+consumidores en la misma sociedad) los "clientes" están financiando, de hecho, a los proveedores. Tampoco parece mal sistema a priori.

    Al final todo depende del grado de compromiso de los socios y de su inteligencia colectiva. A una cooperativa no se acude a por beneficios individualizados (que también los hay) sino a apoyar un proyecto común. Y esto no es fácil explicarlo a los que metieron dinero en Eroski o en Fagor como si fueran depósitos a plazo fijo.

    S2


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