Martinz, quiero pensar que me "acusas" de simplificar y no de manipular. Se trataba de hacerle una foto a la economía española, aún sabiendo que los indicadores básicos ocultan mucha información sobre el proceso que nos ha llevado hasta ellos. Dicho esto, hay que decir que, con todas las pegas que podamos poner (en particular los cambios metodológicos recientes), son los indicadores que todo el mundo utiliza para hacer comparaciones. Y lo habitual es fijarse en los números relativos, no en los absolutos. Es lógico que partiendo de una recesión, el PIB no haya alcanzado el nivel del 2011.
Por otro lado, he modificado el dato de déficit (el 2,9% era el último disponible) y he metido la previsión del 4,5% para todo el año. Si te fijas, en el artículo no he hecho ningún comentario al respecto porque el dato relevante hoy es la deuda que va a heredar el próximo gobierno.
Hasta aquí los datos en crudo. Ahora te cuento mis conclusiones. En efecto, si cogemos cada indicador de forma aislada (como están haciendo los portavoces del Gobierno y sus simpatizantes) podemos obtener una percepción falsa de bonanza. Sí, claro que el PIB va como un tiro, que la tasa de desempleo ha bajado, que los precios se mantienen estables y que el déficit presupuestario está más controlado. El problema es que:
1.- A pesar de que el PIB ya crece como en los mejores tiempos de Aznar, la ocupación no levanta cabeza y la tasa de desempleo sólo se reduce por la pérdida de población activa. Así que no, lo importante no es el crecimiento sino qué actividades "tiran" del PIB.
2.- En otros tiempos, una tasa de crecimiento del 3,4% era síntoma de recalentamiento y tiraba de los precios hacia arriba. Sin embargo hoy no es así por agentes externos (el precio del petróleo) pero también por la debilidad de las expectativas: a ver qué comerciante se atreve a subir los precios tal y como le va a la gente en la calle.
3.- A pesar de que el déficit presupuestario está más controlado (vamos a creer que es así), hoy la deuda está cómodamente instalada en el entorno del 100%. Y el Gobierno de España no tiene en sus manos el precio de la financiación.
Como ves, esta foto finish no tiene muy buena pinta. Esta vez los datos macro nos han podido transmitir un mensaje equivocado.
Me imagino que la gente no estará votando con estos datos en la cabeza. Cada uno percibe la realidad según lo que está viviendo hoy. La verdad es que yo estoy para pocas bromas: después de 10 años de vida laboral, mi antigüedad es de 0 años, 0 meses y 0 días. Sé lo que es empezar de cero, laboralmente hablando, porque me ha tocado reciclarme varias veces. Temas como la dualidad, la precariedad o el fraude de ley me afectan de lleno. Me imagino que un tío que lleve 10 años en la misma empresa lo verá todo de color de rosa, pero desde luego yo no tengo razones para hacer una "manipulación" optimista de los datos.
S2