Hola Holdenc2,
No me había olvidado de tu post, un Moclano es un ser de palabra.
Voy a intentar darte mi opinión sobre los dos post que publicaste sobre tu cartera. Y voy a comenzar por el final:
En mi opinión, has construido una cartera que no es adecuada para los objetivos que describes (no hincapié en crecimiento de capital, y sí en protegerlo), y que no comulga con la visión que tienes acerca del devenir de los mercados.
Ahora, intento profundizar un poco en ello.
Gestión activa Vs Gestión pasiva. Aquí radica un problema de base de muchos inversores, diría que la mayoría. No debe ser una lucha entre un estilo de gestión u otro. Cada uno tiene unas características que lo hacen más apropiado para unos y menos para otros, sin menoscabo de que pueden coexistir perfectamente en una cartera de inversión.
La cuestión no debería reducirse a cuál de las dos estrategias me va a proporcionar una mayor rentabilidad. Hay muchísimos factores más a tener en cuenta que la propia rentabilidad. Evidentemente, y esto la evidencia empírica lo demuestra, cuanto mayor plazo, más rentable es la indexación, por la simple eficiencia en costes. Un fondo de gestión activa, generalmente asociado a una determinada filosofía o estrategia de inversión, tiene complicado batir sistemáticamente al mercado, y esto es por el mercado se mueve a golpe de ciclos. La clave de una buena cartera activa es acomodar las posiciones a cada situación de mercado, con una base que generalmente se comporte bien en cualquier escenario económico (que se comporte bien no quiere decir que sea percentil 1 siempre), y rodeada de activos más tácticos conforme el momento. Esto, naturalmente, tiene una complejidad superior a una gestión pasiva, donde el único esfuerzo que conlleva es programar en el banco las aportaciones periódicas, y olvidarse (hablo de una indexación simple, no una cartera activa con productos indexados).
Pero créeme que con una gestión más activa o flexible, se pueden lograr resultados muy interesantes que la hagan más apropiada para ciertos inversores, porque no sólo tienen en consideración únicamente la rentabilidad, sino también lo que suceda por el camino. Se puede controlar mucho mejor el riesgo de la cartera mediante el empleo de diversos componentes factoriales, y contener la volatilidad que tanto puede preocupar de muchos inversores. Es decir, incorporamos a la ecuación el riesgo. Incluso en el camino que se está iniciando, se puede tener en cuenta un tercer impulso como es el impacto social que pueden tener nuestras inversiones (esto no tiene por qué ser del agrado de todos, habrá quién sólo le importe su rendimiento), pero se podría conjugar un trinomio rentabilidad-riesgo-impacto.
Yo no creo que invertir en gestores activos sea un acto de fé, sino perseguir una estrategia definida de antemano que nos va a aportar valor a la cartera. Y luego, cuando tenemos claro qué estrategia necesitamos y en qué ponderación, es cuando acudimos a poner nombre y apellidos. En este último paso, lógicamente nos dejamos llevar por aquellos gestores que han demostrado cierta consistencia en el tiempo.
Por eso, la pregunta que planteas: “¿Conoce alguien un método que permita elegir consistentemente a los gestores que van a batir al mercado durante los próximos años (incluyendo un cierto largo plazo)?” está mal formulada. La respuesta ya las hadado tú, y es no. Pero no es por el gestor en cuestión (hay gestores que baten consistentemente a su índice de referencia correspondiente, y muy por encima de sus competidores), sino por el factor que subyace en cada una de esas estrategias. Si el activo no es el adecuado en un momento dado, ese fondo tendrá un mal comportamiento relativo frente al mercado. Eso, en el largo plazo, tendrá su impacto por lo que comentaba anteriormente, porque el mercado se mueve a base de ciclos, y que un factor determinado tenga vientos de cola de manera recurrente es muy difícil. Si le unimos el añadido del coste, la indexación tiene mayor probabilidad de éxito (en términos de rentabilidad) que un gestor activo cuanto mayor sea el horizonte de inversión.
Sobre el factor “capital bajo gestión”, puedo entenderlo como algo especialmente a valorar en fondos que invierten en compañías con menor liquidez, que con grandes volúmenes de negociación penalicen al fondo haciendo fluctuar el precio reduciendo potencial. Pero en grandes fondos orientados a compañías de mayor tamaño, super líquidas, no lo veo tanto problema.
Si nos encontramos antes la primera de las situaciones, la de fondos ilíquidos (como los enfocados a small y micro caps), es muy valorable que el gestor cierre, al menos temporalmente, el acceso a dicho fondo. Esto es una muestra de que el gestor no es avaricioso y vela por los intereses del partícipe.
Sobre la indexación, recientemente publiqué un post en respuesta a @josmalobla, para que se valore también aspectos menos positivos. Creo que puede resultar un ejercicio interesante contrastar todas las posibilidades para ver qué es lo que mejor se adecúa a cada uno de nosotros, y en qué momento (nada impide rotar de una posición a otra).
Me parece muy acertado el “pero” que señalas respecto al riesgo de subirse a una burbuja indexada. Cuando el mercado se encuentra en tal euforia que compres lo que compres haces dinero, es un síntoma que algo raro pasa. Aquí la indexación sale victoriosa sobre cualquier estilo de gestión activa, porque los factores se van alternando indiscriminadamente, y la indexación no falla en el timing. Pero se corre el riesgo de encontrar empresas aupadas a una capitalización tal que su ponderación suponga un riesgo enorme. A mi juicio, lo que podemos estar viviendo ahora.
Yo, personalmente y muy subjetivamente hablando, no entraría ahora en un S&P500 Index. Me iría hacia productos que dentro del índice jueguen con los pesos. Por ejemplo, un indexado al S&P500 equiponderado.
Respecto la cartera permanente, nunca he sido un amante especial, y en un mundo tan dinámico y cambiante, mucho menos. Con un mercado de deuda roto, sujetado cual granada sin anilla, tener una cartera con una exposición tan relevante en este tipo de activos es asumir un riesgo desmedido. En el pasado habrá funcionado bien, los backtests darán sólidos resultados, pero no debemos fijarnos en retrospectiva sino en prospectiva. Y yo no veo en un futuro un mercado de deuda normalizado como en aquellas épocas pasadas.
Entrando a dar mi opinión, puede que totalmente desacertada sobre tu cartera, aprecio varias particularidades. La más llamativa, que peca de un sesgo contry bias enorme. Una selección de fondos nacionales, con un sesgo muy similar que se traducen en una mala diversificación y una alta correlación entre ellos. El sentido de la cartera, por esa casi mitad, va a ir muy a la par. Si ese estilo de gestión (por cierto, small cap + value + concetración = riesgo, riesgo y riesgo) funciona, todo lucirá bien, pero si la economía no acompaña (habrá momentos en que no sean nada halagüeños) esta cartera sufrirá de lo lindo.
Tendrás la esperanza que la otra mitad, con dos fondos estilo cartera permanente, te lo sujeten, pero no va a ser así. La parte de RV caería (es previsible), pero las otras patas (quizás el oro, habría que ver) no van a suponer gran protección.
Yo, de verdad, pienso que casi es preferible un buen fondo mixto que sepa conjugar bien los activos en función del momento, antes que llevar de manera “obligada” un activo que no aporta valor, ni protección ni refugio.
En ese sentido, me parece un producto mucho más valorable Baelo, con sus vacas lecheras, su poquito de oro, REIT’s, y una RF de menor riesgo.
Por ir finalizando este tostón, dale una vuelta a tus necesidades de inversión. Buscas principalmente protección, pero has seleccionado una serie de activos de un riesgo enorme.
Medita bien el concepto de cartera permanente. Quizás puedas ir ajustándola tú mismo, con 3-4 fondos o ETF’s bien seleccionados con los que reduzcas riesgo y mantengas ese espíritu permanente.
Abre la mente a otras gestoras internacionales, con otros estilos de inversión. No colecciones productos similares porque no te aportan diversificación. La clave, en tu caso, debería ser contener riesgos, no apostar con activos de máxima agresividad.
No te importe combinar estilos de gestión si la indexación te produce paz. Pero puedes mantener el core indexado y combinarlo con otras posiciones para preservar mejor el capital invertido.
Para más inri, tienes unas perspectivas muy oscuras sobre la evolución de los mercados. Eso hace, si cabe, que tu cartera sea menos idónea aún.
Espero que mi post sirva únicamente a modo de reflexión. Cada uno de nosotros debemos dirigir nuestras carteras hacia lo que nos haga sentir cómodos y se ajuste con lo que necesitamos.
Saludos, y buenas inversiones.