Con la finalidad de que la renta fija de mi cartera consiga una rentabilidad parecida a la renta fija tradicional en circunstancias normales
A esto apuntaba precisamente en mi respuesta cuando decía lo de “renta fija mejorada”. La renta fija, me parece, es el mayor problema que tenemos todos hoy en día a la hora de construir una cartera. Se supone, conforme a los modelos tradicionales, que debemos llevarla. Pero su situación actual y perspectivas para los próximos años son desalentadoras. Un dilema. Entonces tratamos de buscarle un sustituto que nos permita, al menos, “guardar las apariencias”. O una medida más radical: la eliminamos.
Confieso que es algo que no termino de desentrañar, así que mal puedo apuntar siquiera en la dirección de una respuesta. La cuestión que hemos de plantearnos, creo, es cuál es la función que se supone que ha de cumplir en la cartera, qué pretendemos obtener con la renta fija (o su eventual sustituto). Respuesta habitual en la teoría de carteras: descorrelación con la renta variable. ¿Y por qué deberia ser eso algo deseable? Para que cuando la renta variable caiga fuerte, nuestra cartera no caiga a plomo. Es decir, que tenga un efecto dilutivo, como si a un vino de jerez oloroso (que tiene unos 18-20º) le añadiésemos agua para rebajarlo. Y, segundo, que sirva como reservorio para incrementar la inversión en renta variable cuando ésta caiga (o haya caído), sea como consecuencia automática de la práctica regular del reequilibrado de la cartera o por una decisión discrecional por nuestra parte. En resumen, diría, suavizar y, dado el caso, potenciar la rentabilidad general de la cartera a largo plazo.
Pero, tal como lo veo, se deduciría de lo anterior que no tiene como función primordial aportar rentabilidad por sí misma. La renta fija sería para cuando la renta variable va mal. Por lo que me pregunto si no es un error tratar de arañarle rentabilidad adicional en detrimento de su función principal en la cartera.
En fin, que no sé. Si empezase de cero, seguramente la sustituiría por liquidez. “Es que entonces perdería la inflación”. Sin duda, pero las alternativas que tenemos son las que tenemos, no las que nos gustaría tener. Si la persistencia de la inflación acaba traduciéndose en una subida de tipos, entonces podríamos rentabilizar esa liquidez (en depósitos o en un monetario, por ejemplo). Si no suben los tipos, entonces la renta fija no sufre. Y si la no subida de tipos acaba desatando hiperinflación, entonces me temo que no habrá parapeto en el que refugiarnos de la granizada. Yo de momento mantengo la renta fija en mi cartera y voy reduciendo lentamente su plazo, camino del monetario. Pero, como digo, no lo tengo nada claro.
P.D.: Te preguntaba por el iShares Physical Gold, no por el JPM Global Dividend.