El impulso del negocio se tradujo en alzas de dos dígitos en todos los márgenes de la cuenta: el margen de intereses avanzó un 13,7% y el margen bruto un 14,9%, pese a experimentar un descenso del 4% en los ingresos por comisiones tras retirar estos cargos a clientes vinculados para elevar la relación comercial y, por derivada, la rentabilidad.
Sobre la calidad del balance, la entidad ha dejado atrás los mayores esfuerzos para limpiarlo de activos improductivos. Al cierre de 2024 su morosidad se limitaba al 2,7%, con un descenso del 17,6% en el saldo de créditos dudosos y del 27,8% en activos inmobiliarios.