Una duda que podemos tener todos es que sentido tiene invertir en deuda con tipos de interés negativos, es decir, que tienes que pagar por financiar a un tercero. En este artículo intentaré de manera muy breve aportar mi opinión sobre el tema, pero para ello vamos a definir que es un bono. Un bono es un instrumento financiero (una obligación) mediante el cual el poseedor de este ha efectuado un desembolso que el prestatario se ha comprometido a devolver en un plazo fijado, junto con un desembolso periódico de intereses, según las condiciones particulares estipuladas en el contrato.
La inversión en bonos se considera una de las más seguras, por lo que suele ser una forma de invertir para aquellas personas con mayor aversión al riesgo. Ahora bien, significa que esta formula es siempre válida y en cualquier contexto. Pues en mi opinión no, y más teniendo en cuenta lo que está pasando en el mercado de bonos... básicamente hay muchos países y empresas financiándose a deuda negativa; y otros tantos financiándose y que en otras condiciones estarían quebradas. Y esto, económicamente hablando, no tiene mucho sentido. Si atendemos a la preferencia temporal, siempre se prefiere lo inmediato a lo futuro, al no ser que haya algún mecanismo que haga que podamos preferir dejar algo para luego, en este caso, ahorro. Ese mecanismo no es más que el interés, si te dan a elegir 100€ o 100€ mañana, lo coges hoy, por si las moscas. Pero y si te ofrecen 100€ hoy y 110€ mañana; pues aquí lo que seguramente empieces a hacer es un poco de due diligence, es decir, este tio/a, ¿le conozco lo suficiente, y es de fiar? ¿Tendrá capacidad de repagarme el bono cuando finalice el periodo estipulado? ¿Va a cumplir periódicamente con el pago de intereses?
Es toda una cuestión de preferencias individuales y subjetivas. Pues con el mercado de bonos debería ser igual. ¿Quién presta 100€ hoy para que le devuelvan 99€ mañana? Si tener liquidez te penaliza más que ese 1% tiene sentido, sino NO.
Pero hay una razón económica para seguir pensando que invertir en bonos a tipos negativos y esto es, pensar que en el futuro van a ser aún más negativos.
Imaginemos que el t/i de un bono a 10 años está al 0,3%, por lo tanto, paga un cupón de 3€ por 1000€ que desembolsemos en el bono. Una rentabilidad que hace 15 años habría parecido una locura hoy es lo normal. Imaginemos también que el bonista 1 piensa que el t/i del bono va a seguir cayendo hasta el -0,5% debido a la intervención del Banco Central, que como de costumbre, no para de escupir liquidez a los mercados. Imaginemos también que en el año 10 el t/i efectivo es del -1,1%.
Pues bien, la siguiente imagen trata de resumir el valor del bono para cada una de las partes. Lo más curioso de todo es que, mientras que el bono da una rentabilidad del 0,3% el primer bonista ha conseguido rentabilizar su inversión en un 2,2% y esto no es más que por el hecho de que el bono se ha hecho más caro, su rentabilidad ha caído y ese bono vale más por que da más que los bonos que hoy en día hay en el mercado. Por eso también hay posibilidades de sacar dinero en el mercado de bonos de hecho es más grande que el de equity, si las cosas son como son, es por algo. Ahora bien, eso va a depender como he dicho antes de la intervención de los BC, de sus estímulos y de que sus estímulos realmente surtan efecto. Pero si estás en lo cierto, habrás conseguido una rentabilidad mucho mejor, 7 veces mejor, por lo que tú y tus inversores deberíais estar contentos.
También puede ser que determinados bonos de alta calidad como los treasury americanos o los bunds alemanes acaben siendo sustitutos (en ealgún modo) del dinero y que por tanto su uso (demanda) aumente y su valor (intereses) aumenten (bajen) aún más.
Teorías o ideas puede haber muchas, lo que tienes que hacer como inversor es conocerte y si se está dispuesto a sacrificar rentabilidad y/o a jugar a que los t/i serán incluso menores.
Disclaimer: La información aquí contenida se expone a título meramente informativo y no constituye una recomendación de inversión, ni invitación, oferta, solicitud u obligación por mi parte para llevar a cabo operación o transacción alguna. Es una forma de llevar al día mi cartera, y poder contrastar opiniones y debatir con otros inversores acerca de dichas posiciones.