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El Petróleo Estadounidense ¿Factor Clave en la Evolución del Precio del Barril?

Durante largo tiempo, a partir de la década de 1970 y las crisis del petróleo, la OPEP ha influido de forma determinante en el precio del crudo. Sin embargo, recientemente, este escenario está cambiando, ya que independientemente  de la influencia en los mercados de la OPEP+ (OPEP y los países no alineados liderados por Rusia), Arabia Saudí y Rusia han demostrado que pueden llegar a acuerdos bilateralmente, pudiendo llevar a cabo movimientos independientemente de la OPEP.

Situación que en el futuro puede ser más plausible dada la cuota de producción de Arabia en la OPEP y los problemas políticos internos de esta, plasmados en los enfrentamientos entre Arabia e Irán, y el reciente anuncio de la salida de Qatar de la organización, un movimiento más político que económico.

En este contexto, U.S. se ha convertido en el mayor productor mundial , como resultado de importantes incrementos de producción llevados a cabo a partir de la explotación del tight oil mediante fracking y perforación horizontal (figura siguiente). Lo que ha permitido la explotación del petróleo y gas natural encerrados en los esquistos, de tal forma que en 2017 el tight oil ya ha supuesto el 54% de la producción de crudo estadounidense, estimando la EIA que en el año 2040 suponga casi el 70% de la producción total, sobrepasando los 8,2mbd en su escenario de referencia.

producción estados unidos

Figura.- Evolución de la producción de petróleo estadounidense. Datos Energy Information Administration (EIA)

 

Los avances tecnológicos han dado lugar a que la producción estadounidense haya alcanzado los 11,47 millones de barriles día (mbd) en septiembre de 2018, elevándose 1,9mbd en términos interanuales. Previendo incluso la IEA (International Energy Agency) y la EIA (Energy Information Administration) que la producción se incremente en 1,3mbd y 1mbd respectivamente en 2019

Con producciones ligeramente menores se encuentran Arabia Saudí y Rusia,  produciendo cada uno de ellos más de 11 mbd, y entre los tres países del orden de 1/3 de la producción mundial.

El incremento de producción estadounidense ha dado lugar a que, según Bloomberg,  a que U.S. se haya convertido en un exportador neto de petróleo por primera vez en 75 años, aunque también reconociendo que puede ser una situación puntual.

Indudablemente, el dato es un tanto engañoso, ya que en la semana utilizada para obtener los datos (26-30 de noviembre), U.S. produjo 11,7mbd. Sin embargo, la demanda de petróleo y derivados se situó en 20,5mbd, por lo que es evidente que U.S. no es autosuficiente.

Sin embargo, las diferencias realmente no son tan elevadas, ya que también hay otro apartado (otra oferta), que incluye natural gas liquids (NGLs), que comprenden hidrocarburos del tipo del etano, propano, butano y otros, y  etanol combustible; cuya producción ha sido de 6,9mbd y se deben sumar a la producción de crudo. De tal forma que la producción doméstica ha sido de 18,6mbd, del orden de 2mbd menos  de lo que U.S. consume.Sin embargo, cuando nos referimos exclusivamente  a las exportaciones en la semana indicada, U.S. importó 7,2mbd y exportó 3,2mbd de crudo, suponiendo unas importaciones netas de 4mbd. Pero al mismo tiempo importó 1,6mbd y exportó 5,8mbd de productos terminados, dando lugar a unas exportaciones netas de productos terminados de 4,2mbd y unas exportaciones netas de crudo y derivados de 0,2mbd.

Sin embargo, y de forma importante,  mencionar que en las cuatro semanas anteriores U.S. registró un volumen medio neto de importaciones de 2mbd. Indudablemente, los niveles de producción han repercutido sobre las exportaciones estadounidenses. Como muestra la figura siguiente, las importaciones de crudo y derivados se han ido reduciendo desde un máximo de unos 14mbd  en 2007 hasta los 9mbd actuales (figura siguiente). Al mismo tiempo que las exportaciones han experimentado un crecimiento constante, llegando incluso a sobrepasar en la última semana de noviembre, como se ha indicado anteriormente, a las importaciones.

 

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Figura.- Evolución de exportaciones e importaciones estadounidenses de petróleo y derivados desde el año 2000. Datos EIA

Como resultado, se observa una reducción progresiva de las importaciones netas, destacando en este caso que si en un principio el déficit era consecuencia de la importación de crudo y sus derivados, a partir de 2011, es consecuencia de las importaciones de crudo, a pesar de que estas también se han reducido en el tiempo y han aumentado las exportaciones.

Producción y exportaciones podrían continuar elevándose, dado que se han incrementado las reservas probadas estadounidenses de petróleo un 19,5% a final de 2016, alcanzando los 39.200mb .

Sin embargo, en la actualidad, la producción de tight oil de la cuenca Permian, la de mayor producción estadounidense, presenta un problema, ya que existe un cuello de botella dada la limitada capacidad de transporte de los oleoductos existentes, limitando por tanto la comercialización del crudo. Motivo por el que  se está incrementando su capacidad, y se ha proyectado la construcción de nueve terminales con capacidad para supertankers , navíos con capacidad para transportar 2mb .

Estos datos confirman que U.S. intenta incrementar producción y exportaciones. Sin embargo, las previsiones de producción estadounidenses dependerán de la evolución del precio del crudo, y si el breakeven (precio al que se cubren los costes) de los yacimientos estadounidenses es inferior al precio en el mercado, además de solucionarse los cuellos de botella en el transporte. En este sentido hay que tener presente que aunque los breakeven se han reducido se encuentran en 51$ en la cuenca Permian, 57$ en Eagle Ford y 64$ en Bakken, por lo que solo el procedente de la cuenca Permian se podría decir que es rentable dado el precio WTI, lo que tampoco ocurre ya que cotiza  con un descuento con respecto a este dados los cuellos de botella en el transporte existentes.

Sin embargo, y como ya se ha producido anteriormente, puede llevarse a cabo la producción por debajo de precios de breakeven, ya que las necesidades de liquidez pueden obviar los costes hundidos correspondientes a las fases previas de explotación; y por otra parte, hay que recordar el incremento de DUC (Drilling but Incompleted Wells) existentes, pozos perforados no explotados, que pueden responder rápidamente a las variaciones del precio del barril y cuyo número, sobre todo en la cuenca Permian, se ha incrementado significativamente .

En cualquier caso, el mercado de petróleo global es complejo, jugando los factores geopolíticos un papel esencial, ya que la mayoría de la producción se encuentra en manos de empresas estatales. Lo contrario de lo que ocurre en U.S., siendo la diferencia fundamental que en el primer caso la producción y exportaciones se mueven de forma importante por criterios políticos, mientras que en U.S., la producción la mueve fundamentalmente el mercado.

Entre los criterios políticos cabe destacar la importancia del precio del barril para equilibrar los presupuestos públicos (breakeven fiscal) de los países productores, situándose, según el FMI el de Arabia Saudí en 87,9$ , muy lejos del precio actual, motivo por el que en principio a Arabia le interesaría recortar la producción para incrementar el precio. Sin embargo, esta estrategia plantea sus inconvenientes, ya que menores exportaciones suponen el riesgo de perder cuota en el mercado mundial. Cuando además, Trump ha presionado a los saudíes para incrementar la producción y compensar la reducción de las exportaciones iraníes. Y cabe pensar que la reducción de producción pactada por la OPEP+ no se ha producido sin algún tipo de visto bueno estadounidense, en mayor medida al no haber pactado, como otras veces, cuotas específicas por países.

Pero el lado de la oferta también se verá condicionado por la producción de otros países, como Canadá, que ya ha anunciado que reducirá su producción en 325.000bd   a partir de enero hasta que los inventarios vuelvan a la normalidad. Y por el hecho de que aunque Libia, Irán y Nigeria han quedado exentos de llevar a cabo reducciones de producción, Goldman Sachs  estima que podrían recortar en 0,5mbd, suponiendo por tanto la reducción conjunta de la oferta de crudo unos 2mbd al sumar el recorte pactado por la OPEP+, lo que sería alcista.

La oferta, además, estará condicionada por si persiste el mantenimiento de las exenciones estadounidenses a las exportaciones iraníes a partir de mayo, y en este caso, si Arabia incrementará su producción, y si Irán cumple su amenaza de bloquear el estrecho de Hormuz (figura siguiente), por el que pasa 1/3 del transporte de petróleo mundial; aunque esta posibilidad parece muy remota.

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Figura.- World Oil Transit Chokepoints

Pero el mercado, también se encuentra condicionado por la demanda. Y las previsiones sobre el crecimiento económico (tabla siguiente), principalmente de los principales consumidores (U.S. y China), que  se prevé se reducirán con respecto a 2018, implicando un menor crecimiento de la demanda de crudo.

 

Contracción de demanda que puede extenderse a distintos países en vías de desarrollo como resultado de la devaluación sufrida por sus divisas, a pesar de haberse recuperado sustancialmente desde los mínimos alcanzados; como por la guerra comercial entre U.S. y China, que afecta a las cadenas de valor globales y comercio internacional.

 

producción petroleo

Tabla.- Renta 4.- Estrategia 2019

 

La demanda de petróleo es función, además del crecimiento económico, de la reducción de la intensidad energética (energía consumida por unidad de PIB), ya que aunque esta se ha reducido un 1,7% , la demanda de energía total se incrementó en 2017 en un  1,9% como resultado del crecimiento económico  .

Y en equilibrio con estas predicciones, la OPEP prevé un incremento de la demanda global de 1,29mbd (tabla siguiente), un 1,3% sobre el 2018, con crecimientos de la demanda en U.S. en 0,24mbd y en China de 0,34mbd, un 1,15% y 2,67% respectivamente.

Por tanto, cabe concluir, que U.S. juega actualmente un papel importante en el mercado de petróleo como mayor productor mundial. A pesar de lo cual sigue siendo, en términos generales, un importador neto. A pesar de ello, debido a los incrementos de producción, ha reducido notablemente sus importaciones, lo que incrementa la oferta global y además compite por incrementar su cuota de mercado de exportaciones si otros productores reducen su producción.

Indudablemente, la producción estadounidense dependerá de la evolución del precio del barril, de la evolución de los breakeven, y del desarrollo tecnológico. Sin embargo, no debemos olvidar que U.S. influye sobre el mercado, además de a través de la producción, también condicionando la política global. Siendo de destacar en este caso las sanciones a Irán y la presión sobre Arabia Saudí afectando a la oferta; pero también a nivel de crecimiento global a través de las sanciones comerciales a China, que contribuye a reducir la demanda.

 

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