Hechas las cuentas le saco un 21,7% de rentabilidad al total de la cartera en 2020. Terminando con una exposición en bolsa bastante mayor de la que empecé, menos indexada, más sectorial. Supero así mi récord personal de 2019 en el que obtuve un 15,5%. Dado que son ya siete años gestionando la cartera con un inicio muy conservador y priorizando preservación de capital creo que llega la hora de hacer balance total.
Mi resumen del año y lecciones aprendidas
Empecé el año con la resaca de obtener mi primer doble dígito en el histórico. Y este a su vez venía de un 2018 en el que las pérdidas de la cartera habían sido mínimas. Era un momento muy dulce. Y entonces, llegó el COVID y pareció que el mundo se acababa. Nada te prepara para ver tu cartera tan hundida. En los peores momentos de marzo llegué a estar cerca del 10% de pérdida total lo que me hizo replantearme algunas cosas y empezar a tomar decisiones. Desde luego por esas fechas di por sentado que costaría dios y ayuda terminar el año en positivo poco me esperaba que todo se daría la vuelta al completo para terminar siendo nuevamente un año de rentabilidades récord.
Rendimientos mensuales de 2020
1. Rebalanceo de oportunidad
Una de las cosas que hice fue activar un rebalanceo extraordinario. Normalmente hago solo uno al año, entre diciembre y enero. Tanto es así que en enero había reducido algo mi exposición a bolsa al reponderar los pesos. Rebalanceo que a la postre se mostraría muy acertado cuando llegaron las caídas de febrero y marzo. Cuando llegó el hundimiento me quedé bastante bloqueado aunque todavía sin entrar en pánico. Recordemos que la cartera no perdió en ningún momento más del 10% una bajada que siendo dura permite mantener la serenidad y la cabeza fría en momentos en los que conviene más que nunca. Otra de las virtudes de tener una cartera equilibrada y resilente.
En esos momentos críticos tomé la decisión de rebalancear cartera. El movimiento era suficientemente extremo aunque lo hice tímidamente y en dos tiempos, una parte la clavé cerca de mínimos de marzo y la otra ya en abril a medio rebote. Aún así fíjense que seguir la disciplina del rebalanceo me había hecho vender algo de bolsa en enero y vigilar los pesos me hizo volver a recomprar en marzo y abril. En este caso, ciertamente, era un rebalanceo de oportunidad.
En esos momentos críticos tomé la decisión de rebalancear cartera. El movimiento era suficientemente extremo aunque lo hice tímidamente y en dos tiempos, una parte la clavé cerca de mínimos de marzo y la otra ya en abril a medio rebote. Aún así fíjense que seguir la disciplina del rebalanceo me había hecho vender algo de bolsa en enero y vigilar los pesos me hizo volver a recomprar en marzo y abril. En este caso, ciertamente, era un rebalanceo de oportunidad.
2. Adiós fondos de rentabilidad absoluta
Otra decisión drástica que tomé en marzo fue eliminar las posiciones en fondos de rentabilidad absoluta en plena hecatombe de marzo. Eran unos fondos que tenía precisamente como reserva para rebalancear pero que se demostraron inútiles ante un cisne negro. Ante un evento que, como saben, jamás podría ocurrir. Así que decidí repensar la cartera pero como en ese momento no tenía claridad, los pasé a un fondo monetario por si aún había más bajadas. Bajadas que no se produjeron. Error. Aquí de nuevo pequé de prudente aunque visto a posteriori todo es fácil, si las bolsas hubiesen caído todavía más habría podido comprar mejor pero no lo hicieron así que esos fondos se quedaron parados durante mes y medio de subidas fuertes y continuadas.
3. Reembolso de participaciones sin ganancias
Ante el fortísimo rebote y viéndome con poca flexibilidad a causa del elevado peso en fondos pensé que ya que tenía algunas participaciones en pérdidas o sin apenas beneficios podía aprovechar para reembolsarlas selectivamente para después incrementar nuestra cartera de ETFs y ganar liquidez a largo plazo. Y es que una de las cosas que vi es que en los rebalanceos de oportunidad, la velocidad puede contar mucho y los traspasos entre fondos pueden hacerte perder un tiempo precioso. Valen en los rebalanceos periódicos pero en estos casos pueden hacerte perder una parte del beneficio que habrías conseguido de haber realizado de forma efectiva la operación en el momento de tomar la decisión.
4. Acelero rotación sectorial e incremento peso en ETFs
Soy de los que en marzo casi ni se movió, rebalanceé con timidez y ya. Reconozco que me quedé bastante bloqueado. Pero lo cierto es que no entré en FOMO hasta mayo. A partir de ahí mi reacción fue decidida y roté una fracción relevante de la cartera.
En esos meses de rebote varias de mis posiciones preexistentes brillaron con fuerza lo que me ayudó a recuperar bastante de lo perdido. Especialmente el oro y un fondo de biotech que ya tenía. Durante el més de mayo me convencí de que ya no se iba a regresar a los mínimos de marzo y que, posiblemente iba a haber un rebote todo el resto del año que favorecería especialmente a las empresas de transición tecnológica, esto es biotechs, TICs, renovables, mobilidad eléctrica, etc.
Durante mi fase previa de rebalanceos había jugado solo con mis fondos indexados pero ahora la estrategia era otra, acelerar mi apuesta sectorial y lo haría por una parte traspasando parte de lo que ganaba en mineras de oro (que por entonces estaban en máximos) a un fondo de TICs y a la vez comprando ETFs con la liquidez que había obtenido el mes anterior añadiendo una parte de la que tenía en reserva (un 10% aproximadamente que bajé a un 8%). Así, a los tres fondos sectoriales que ya tenía de antes del COVID (Solar, Battery y Biotech) añadí otros tres (Technology, Clean Energy y Lithium). Además, traspasé la mitad de mi posición en emergentes a un fondo solo de Asia sin Japón.
Como último retoque decidí diversificar mi cartera de metales preciosos añadiendo a principios de verano posiciones en un ETF de Paladio y otro de Rhodio. Aposté por una recuperación rápida, más ventas de automóviles ligada a problemas con el virus en Sudáfrica el principal productor de ambos metales. Aquí cometí un error que lamenté y es que en vez de paladio estuve a punto de comprar plata justo antes de que explotara su precio. Se me escapó.
A finales de año, sin embargo, aproveché una corrección de la plata para rotar metales. Añadir plata a la cartera (con el traspaso de un fondo de mineras al Merian Gold&Silver) y vender el paladio que estaba dando resultados mediocres. También decidí añadir una pizquita de ethereum ya que la vi con más recorrido que bitcoin cuyo rally ya estaba e marcha.
Lo cierto es que en junio mi cartera ya entraba en positivo solo que con una composición que me iba a propulsar mejor todo el resto del año. En total había estado solo tres meses de drowdown un tiempo récord para la corrección más profunda de mi histórico.
En esos meses de rebote varias de mis posiciones preexistentes brillaron con fuerza lo que me ayudó a recuperar bastante de lo perdido. Especialmente el oro y un fondo de biotech que ya tenía. Durante el més de mayo me convencí de que ya no se iba a regresar a los mínimos de marzo y que, posiblemente iba a haber un rebote todo el resto del año que favorecería especialmente a las empresas de transición tecnológica, esto es biotechs, TICs, renovables, mobilidad eléctrica, etc.
Durante mi fase previa de rebalanceos había jugado solo con mis fondos indexados pero ahora la estrategia era otra, acelerar mi apuesta sectorial y lo haría por una parte traspasando parte de lo que ganaba en mineras de oro (que por entonces estaban en máximos) a un fondo de TICs y a la vez comprando ETFs con la liquidez que había obtenido el mes anterior añadiendo una parte de la que tenía en reserva (un 10% aproximadamente que bajé a un 8%). Así, a los tres fondos sectoriales que ya tenía de antes del COVID (Solar, Battery y Biotech) añadí otros tres (Technology, Clean Energy y Lithium). Además, traspasé la mitad de mi posición en emergentes a un fondo solo de Asia sin Japón.
Como último retoque decidí diversificar mi cartera de metales preciosos añadiendo a principios de verano posiciones en un ETF de Paladio y otro de Rhodio. Aposté por una recuperación rápida, más ventas de automóviles ligada a problemas con el virus en Sudáfrica el principal productor de ambos metales. Aquí cometí un error que lamenté y es que en vez de paladio estuve a punto de comprar plata justo antes de que explotara su precio. Se me escapó.
A finales de año, sin embargo, aproveché una corrección de la plata para rotar metales. Añadir plata a la cartera (con el traspaso de un fondo de mineras al Merian Gold&Silver) y vender el paladio que estaba dando resultados mediocres. También decidí añadir una pizquita de ethereum ya que la vi con más recorrido que bitcoin cuyo rally ya estaba e marcha.
Lo cierto es que en junio mi cartera ya entraba en positivo solo que con una composición que me iba a propulsar mejor todo el resto del año. En total había estado solo tres meses de drowdown un tiempo récord para la corrección más profunda de mi histórico.
Posiciones actuales y pesos objetivo
Y esta es la posición de mi cartera actualmente, desglosada tanto por categorías de activos como por fondos concretos.
Asignación estratégica a cierre de 2020
Mis posiciones a cierre del año y mis pesos objetivo
Dado que espero un importante rescate en enero de uno de mis fondos de capital riesgo que invertía en parques fotovoltaicos preveo recuperar pronto mis niveles de liquidez pre-Covid al 10% como poco para estar preparado ante nuevs oportunidades.
Dado que espero un importante rescate en enero de uno de mis fondos de capital riesgo que invertía en parques fotovoltaicos preveo recuperar pronto mis niveles de liquidez pre-Covid al 10% como poco para estar preparado ante nuevs oportunidades.
Efectivo - Liquidez
Para mí es primordial tener siempre una posición cercana al 10% de efectivo y así tener velocidad de reacción cuando se dan situaciones como las del año pasado y poder reponderar. Por desgracia, el efectivo apenas renta así que el 80% lo tengo invertido a través de la financiera Crealsa en una cartera de pagarés de empresa con un excelente histórico de resultados. También trato de aprovechar al máximo las promociones como la de MyInvestor que da el 1% para los primeros 15.000€ o la de recibir el 1% sobre traspasos. Así, he logrado los últimos años que mi efectivo mantenga una rentabilidad aproximada del 4%.
Renta Fija
Es una posición que aunque tal vez no tenga a futuro tanto rendimiento como el resto aporta valor a la cartera por su descorrelación. Teniendo en cuenta los posibles riesgos de inflación futura hemos ido cubriendo parcialmente ese riesgo al darle cierto peso a los bonos ligados a la inflación. Toda la renta fija es gubernamental ya que la corporativa tiene demasiada correlación con la renta variable. En el caso de los bonos a largo plazo hemos elegido fondos de alta calidad crediticia, de activos triple o doble A como poco. Sesgando a favor de la deuda alemana. La distribución como se puede ver en la tabla es de 50% bonos ligados a la inflación y 50% bonos de calidad alta de larga duración.
Renta Variable + REIT
Como ya he comentado mis posiciones en indexados globales se han reducido y he añadido más peso en sectoriales tecnológicos. Por otro lado, dado que mantengo mi posición en REITs como siempre, este año siendo el peor activo con diferencia me ha tocado rebalancear y comprar posiciones. Como vemos si en 2021 hay recuperación de sectores que afectan al rendimiento de los REIT podríamos tener tal vez hacia la segunda mitad del año un despertar de estos fondos que nos propulsarían la cartera hacia nuevas cotas.
Indexados globales: 4,5%
REITs: 8%
TICs: 2,9%
Baterías: 5,3%
Renovables: 17,1%
Biotecnología: 2,4%
Indexados globales: 4,5%
REITs: 8%
TICs: 2,9%
Baterías: 5,3%
Renovables: 17,1%
Biotecnología: 2,4%
Metales preciosos
A cierre del año mi posición en metales queda de la siguiente manera
Oro: 8,2%
Plata: 1,6%
Rhodio: 1,7%
Lingotes: 5,44%
Mineras: 6,06%
Considero que voy demasiado pasado de mineras por lo que tengo intención de pasar una parte del Ishares Gold Producers al Xetra Gold
Todos los fondos son puros menos el Merian que es único en su clase y tiene cierta gestión activa en puediendo modificar sus posiciones aunque solo puede moverse en dos ejes. Mineras contra lingotes y Oro contra plata. Según esos ejes tiene escenarios más defensivos o más agresivos. En el defensivo tiene más peso en oro y más peso en lingotes y viceversa. Actualmente el gestor tiene perspectiva muy alcista con lo que su posicionamiento actual según su folleto es 80% mineras , 20% lingotes y 50% oro , 50% plata en ambos ejes.
Respecto al rhodio es la excepción a la regla dentro de mi cartera, una posición especulativa que probablemente cierre este mismo año cuando valore que ya no tiene más recorrido. Al muy largo plazo no se puede mantener porque el rhodio como catalizador de sistemas de escape en vehículos no se usa en los eléctricos. Así que tal vez sus elevados precios tengan sus días contados. Pero como esos días pueden ser un año o dos pues de momento se queda.
Oro: 8,2%
Plata: 1,6%
Rhodio: 1,7%
Lingotes: 5,44%
Mineras: 6,06%
Considero que voy demasiado pasado de mineras por lo que tengo intención de pasar una parte del Ishares Gold Producers al Xetra Gold
Todos los fondos son puros menos el Merian que es único en su clase y tiene cierta gestión activa en puediendo modificar sus posiciones aunque solo puede moverse en dos ejes. Mineras contra lingotes y Oro contra plata. Según esos ejes tiene escenarios más defensivos o más agresivos. En el defensivo tiene más peso en oro y más peso en lingotes y viceversa. Actualmente el gestor tiene perspectiva muy alcista con lo que su posicionamiento actual según su folleto es 80% mineras , 20% lingotes y 50% oro , 50% plata en ambos ejes.
Respecto al rhodio es la excepción a la regla dentro de mi cartera, una posición especulativa que probablemente cierre este mismo año cuando valore que ya no tiene más recorrido. Al muy largo plazo no se puede mantener porque el rhodio como catalizador de sistemas de escape en vehículos no se usa en los eléctricos. Así que tal vez sus elevados precios tengan sus días contados. Pero como esos días pueden ser un año o dos pues de momento se queda.
Cryptos
Este año hemos empezado a introducir posiciones en cryptomonedas, más en concreto en Ethereum. Dos son las principales razones. Las cryptos parece por ahora ser un nuevo asset class, bastante descorrelacionado del resto. Y por otro lado, ethereum parece tener más recorrido que bitcoin por su menor capitalización y su superior tecnología a mi entender.
Mi objetivo es una entrada progresiva a lo largo de poco más de un año hasta llegar a una posición del 5% momento en el cual pasaría a posición estable de rebalanceo. Si hace falta en otro post hablaremos más extensamente de como posicionarse de forma segura dado que estamos cerca de tal vez otra gran corrección de ese submercado.
Mi objetivo es una entrada progresiva a lo largo de poco más de un año hasta llegar a una posición del 5% momento en el cual pasaría a posición estable de rebalanceo. Si hace falta en otro post hablaremos más extensamente de como posicionarse de forma segura dado que estamos cerca de tal vez otra gran corrección de ese submercado.
Siete años invirtiendo, balance general
Como he dicho, el objetivo inicial de mi gestión fue la preservación de capital. El motivo es que se me había encomendado la gestión de un patrimonio familiar ya algo elevado de por sí y cuando no son tus propios ahorros y debes rendir cuentas a terceros existen ciertos principios de prudencia que le hacen a uno ser el doble de precavido. Eso añadido a que no tenía la experiencia que tengo ahora así que ambas cosas sumadas hicieron que en la construcción de la cartera tuviera ese sesgo conservador en sus inicios.
Usé como base las ideas de la cartera permanente de Harry Brown junto con las de las carteras indexadas de John Bogle y de las carteras Risk Parity que tan de moda puso Ray Dalio con su All Seasons. Con ese conocimiento inicié progresivamente la construcción de una cartera propia y estas son sus métricas 7 años después.
Track record en base 100
Rendimiento anual
Nótese que logramos a día de hoy una rentabilidad anualizada en los 7 años del 7%. Pero es un valor que se ha incrementado drásticamente en los últimos dos años y que a largo plazo podría seguir subiendo si las megatendencias siguen soplando a favor de la cartera.
Evolución de los pesos de cada activo estratégico
Rendimientos anuales de cada uno de los activos estratégicos
Usé como base las ideas de la cartera permanente de Harry Brown junto con las de las carteras indexadas de John Bogle y de las carteras Risk Parity que tan de moda puso Ray Dalio con su All Seasons. Con ese conocimiento inicié progresivamente la construcción de una cartera propia y estas son sus métricas 7 años después.
Nótese que logramos a día de hoy una rentabilidad anualizada en los 7 años del 7%. Pero es un valor que se ha incrementado drásticamente en los últimos dos años y que a largo plazo podría seguir subiendo si las megatendencias siguen soplando a favor de la cartera.
Conclusiones
Aconsejo a cualquiera que lleve tiempo haciendo su cartera que analice las métricas año a año para poder tener una visión de conjunto. Por supuesto también que tenga en cuenta su posición de efectivo como parte de la cartera para no hacerse trampas y valorar qué cantidad de exposición de sus ahorros está en cada uno de los activos de inversión.
Una de las cosas más importantes a la hora de construir una cartera pienso que es no tener prisa, distribuir las entradas a lo largo del tiempo e ir aprovechando los buenos momentos de entrada. Obsérvese cómo mi posición de cash empieza siendo fuerte, con mucho dinero realmente no invertido y cómo poco a poco va bajando hasta estabilizarse en un 10%.
También puede observarse como los rendimientos se empiezan a disparar a partir de 2019. En parte porque fue un buen año en general pero sobretodo porque los sectores en los que me he ido posicionando están resultando ganadores.
Una de las cosas más importantes a la hora de construir una cartera pienso que es no tener prisa, distribuir las entradas a lo largo del tiempo e ir aprovechando los buenos momentos de entrada. Obsérvese cómo mi posición de cash empieza siendo fuerte, con mucho dinero realmente no invertido y cómo poco a poco va bajando hasta estabilizarse en un 10%.
También puede observarse como los rendimientos se empiezan a disparar a partir de 2019. En parte porque fue un buen año en general pero sobretodo porque los sectores en los que me he ido posicionando están resultando ganadores.