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Mitos neoliberales. Pensiones, productividad, libre competencia y mercado laboral.

Ayer fue huelga general y me parece el momento oportuno de hacernos la siguiente pregunta ¿porqué luchamos?

Digo luchamos porque creo que lo que está en juego últimamente no es algo de lo que se benefician cuatro gatos. Es nuestro bienestar futuro, nuestras pensiones, nuestra seguridad laboral. En otros posts me he respondido a la pregunta de ¿porqué ahorramos? Y una de las respuestas podría muy bien ser porque probablemente en los próximos años nos lo van a ir quitando todo. Así que el que se guarda lo que es suyo el que se niega a consumir opera contra ese sistema. En definitiva ahorrar es también oponerse al consumismo. Nos quieren hacer pasar por el aro. Nos quieren quitar los derechos y encima quieren que se lo compremos todo. En un mundo en el que el voto ya no sirve de nada dejar de consumir es nuestra mejor arma y dejar de trabajar también aunque para esta última hay que organizarse. Por ello me sumé a la huelga y voy a exponer mis razones. De hecho, más que razones lo que voy a hacer es refutar todos esos argumentos tan trillados con los que los políticos se escudan para recortarnos año tras año los derechos que se adquirieron a lo largo del siglo pasado con sudor y sangre.

A mi modo de ver, estos que voy a citar son algunos de los mitos del mundo moderno neoliberal. Dogmas de fe que nos repiten mil veces para que poco a poco vayan calando en nosotros, para que pensemos que son factibles o que son inevitables. Para que creamos en el sistema. Se pretende que consideremos como expertos a economistas y políticos, que nos dejemos llevar por sus dictados pues tienen leyes demostradas, reglas claras del funcionamiento de las sociedades y pueden realizar predicciones válidas que les permiten actuar en consecuencia anticipándose siempre a los hechos. ¿Absurdo verdad? Pues de la combinación de esas falacias y los medios de comunicación de masas que las repiten a bombo y platillo surge el hecho de que el ciudadano medio hoy día esté dispuesto a dejar que se la claven. Haré un repaso a mis dogmas "favoritos" valga la ironía.

 

1.- La productividad en España es muy baja

Hubo un tiempo, durante la revolución industrial, en el que el grueso del proletariado urbano se concentraba en la industria pesada. Mientras en el campo era el trabajo agrícola el que preponderaba. La lucha obrera de aquel entonces se conformó en torno a esos dos ejes en donde la explotación laboral llegaba a límites poco imaginables hoy día. De ahí que los símbolos de la lucha fueran la hoz y el martillo iconos representativos de ambos sectores productivos. Sin embargo, especialmente tras la segunda guerra mundial, la revolución tecnológica permitió la mecanización a costa de un uso cada vez más intensivo de los recursos naturales, especialmente de los combustibles fósiles. A causa de todo ello la productividad vivió un aumento casi constante durante décadas enteras. Se nos dijo que la automatización iba a reducir el tiempo de trabajo y al principio lo hizo. Se alcanzó, como un gran logro, la jornada de 8 horas. Partiendo el día en los míticos tres tramos. 8 horas para trabajar, 8 horas para uno mismo y 8 horas para descansar. La reducción de la mano de obra en los sectores agrícola e industrial hizo surgir un nuevo sector que acapararía el grueso de la mano de obra del mundo occidental. El sector servicios. Sin embargo la informatización de los sistemas hizo pronosticar utopías en las que robots y ordenadores iban a hacer todo el trabajo duro y en los que la gente iba a trabajar pocas horas y gozar más de su tiempo libre y de su ocio. La sociedad del ocio estaba a la vuelta de la esquina pero ese sueño descarriló.

Descarriló porque la corriente neoliberal tomó las riendas, especialmente tras la caída de los bloques soviéticos e impuso sus dogmas llevándonos de nuevo hacia las sociedades de la esclavitud. El último intento de ir en la buena dirección fue el empuje francés por lograr la jornada de las 35 horas semanales y extender esa conquista a toda Europa. Eso fracasó y aunque algunas instituciones públicas asumieron esa nueva jornada laboral la realidad es que quedó como testigo mudo del último intento frustrado de acercarnos a la sociedad liberada del trabajo.

Pero volvamos al concepto de productividad. ¿Porqué la usan como excusa? Pues porque lo que está en juego es el reparto de la plusvalía. Así de simple. Se pretende aumentar la productividad empresarial a costa de reducir los salarios, la contribución a la Seguridad Social, a las pensiones, etc. Sin embargo jamás nos harán preguntarnos la productividad de las grandes bolsas de capital acumulado por las grandes fortunas que crecen sin freno y resultan auténticamente improductivas para nuestra sociedad sirviendo incluso para dañar nuestra propia economía mediante operaciones especulativas. La productividad laboral tan atacada en nuestros días no es más que el valor añadido dividido por el número de horas trabajadas lo que quiere decir que para aumentar la productividad bastaría con disminuir las horas de trabajo. Sin embargo, curiosamente, jamás se nos ofrece dicha solución al problema de la productividad. Problema que además es inexistente porque veamos, si la productividad depende de estos dos parámetros una baja productividad puede ser síntoma de que trabajamos muchas más horas de las necesarias. Es decir se nos obliga a estar en la oficina equis horas para realizar tareas que podemos finalizar en menos tiempo por lo que nuestro ritmo de trabajo desciende. Recordemos a la Ley de Parkinson que nos dice que el trabajo se expande hasta ocupar todo el tiempo disponible para realizarlo. Eso significa que gran parte de los trabajos se podrían realizar en muchas menos horas. Para aumentar la productividad existen dos soluciones o bien se reduce el número de trabajadores y a los que quedan se les da mucha más carga de trabajo, exprimiéndoles hasta la extenuación o bien se mantiene a los trabajadores y se les reduce la jornada laboral para que hagan todos el mismo trabajo que hacían pero en menos tiempo. Evidentemente ambas soluciones son diametralmente opuestas en tanto en cuanto la primera acumula la plusvalía en manos del capitalista mientras que la segunda la acumula en manos del trabajador.

Veamos el siguiente gráfico de la productividad de los países de la OECD a fecha de 2007.

 

Y ¿dónde está España? Pues ligeramente por encima de la media de la OECD y ligeramente por debajo de la de la Eurozona. Fijémonos en Japón o Korea países modernos pero con productividades bien bajas. Puede que tengan en común una elevada cultura del trabajo que les obliga a invertir horas y horas en sus puestos pues no creo que podamos poner en duda su capacidad tecnológica. Y miremos entre los países de elevada productividad, tenemos a Irlanda un país tercermundista en muchos aspectos codeándose con los mejores. ¿Significa eso que allí se vive mejor? ¿Qué significa la elevada productividad de los países del Benelux? Pues quizá que no hacen tantas horas extras como nosotros, que tienen jornadas de trabajo más reducidas. Quizá también que las empresas han invertido más en liberar de carga de trabajo a los obreros automatizando e informatizando más las tareas. Mismos sueldos menos horas. ¿Significa siempre una mayor productividad más tiempo libre? Pues no, EEUU, un país altamente tecnificado y en donde sin embargo, nos llevan mucha ventaja en la sociedad de la esclavitud. Allí ni siquiera tener un trabajo altamente cualificado te garantiza un buen sueldo. Así pues, cuando escuchéis ese camelo de la productividad ya sabéis que lo que quieren es venderos la moto para que aceptéis como inevitable la rebaja de salarios y pensiones pues en realidad el problema es ficticio y mucho más complejo de analizar dada la gran cantidad de variables en juego.

 

2.- El sistema público de pensiones no es sostenible

Esta es de las que está más de moda y debemos preguntarnos si tiene sentido semejante afirmación. No deja de ser ciertamente algo irónico que la receta que nos den estos nuevos "expertos" para salvar nuestros sistemas públicos de bienestar sea desmantelarlos. Todas las voces presionan a favor de su reforma como si esta fuera necesaria y más aún en el sentido que ellos proponen. ¿Porqué no una reforma en sentido contrario? Una reforma que integre la salud dental en el servicio de salud pública, que incremente el cómputo de las pensiones, el salario mínimo y que introduzca el concepto de salario máximo. Es decir que se limiten los ingresos no solo por abajo sino también por arriba. Podría hacerse multiplicando los tramos en la zona alta de los cotizantes. La carga impositiva no tendría porque elevarse solo en las rentas del trabajo, sino también en las rentas del capital, mayores impuestos sobre el capital mobiliario, las transacciones financieras y sobre en las herencias que superasen cierta cuantía. No concibo impuesto más redistributivo que el de las herencias y sin embargo es el que la corriente conservadora más se empeña en eliminar, ¿porqué será? ¿Acaso quieren perpetuar su privilegiada posición?

Dado el elevado margen de subida impositiva que tenemos en comparación con el resto de países de la UE ¿dónde está el problema para las pensiones? No solo eso sino que tenemos aun margen de aumento para los cotizantes, inmigración, integración de la mujer en el mercado laboral. ¿Dónde está el problema? Los críticos con el sistema afirman que no es sostenible porque nuestra pirámide de edad ha cambiado. Véanse los dos gráficos adjuntos.

 

Es cierto, ha cambiado, no vamos aquí a negar un hecho evidente. El problema es el de que quienes citan ese hecho para afirmar su inminente colapso del sistema de pensiones solo se fijan en ese dato cayendo así en evidente falacia reduccionista. Podríamos citar que en 1950 el trabajo se concentraba solo en los hombres por lo que solo la mitad de la pirámide sustentaba el sistema mientras que en la actualidad la mujer se ha incorporado en gran medida y ese nivel sigue creciendo año a año por lo que el porcentaje de gente que sustenta el sistema es mayor cosa que contraresta la disminución de forma bastante razonable. Por otra parte vemos como el bulbo emite signos de estabilización es decir que la contracción está estancándose proceso provocado por la abundante inmigración que tiene una tasa de natalidad algo superior a la de los españoles nativos. Y todo eso sin citar que la productividad en 2007 es mucho mayor a como lo era hace 50 años. y en teoría seguirá creciendo

Así pues, ¿porqué repiten una y otra vez que el sistema va a colapsar? Pues porque quieren que sea la gente, contribuyendo con su salario, quien se tenga que ir a los planes de pensiones privados. Quieren reducir las contribuciones y encima hacer fortuna con nuestro dinero manejándolo en sus fondos de pensiones privados, forrándose más aun de lo que ya se forran. Y que el estado ya no se meta, reducirlo tanto como sea posible y limitarlo a las funciones militares y policiales, es decir a la represión.

Los agoreros del colapso de las pensiones y la seguridad social llevan décadas anunciándolo y lamentablemente para ellos incluso en el caso de la SS ha llegado a obtener superávit. No es que no se tengan que hacer reformas en el futuro. Sin duda serán necesarias pero si lo que se quiere es mantener el sistema de bienestar e incluso mejorarlo estas reformas necesarias vendrán más por aumentos impositivos en los tramos altos y en los grandes patrimonios que no por recortes en los gastos. El sistema es costoso sí, pero su equivalente privado sería doblemente costoso si nos atenemos a las cifras de los sistemas privados ya en funcionamiento como el americano que es mucho más costoso y apenas cubre a la mitad de sus ciudadanos pudiendo, por mucho menos cubrirlos a todos.

¿Puede que tengamos aun así problemas en un futuro? Por supuesto, ningún sistema sirve de forma permanente sin reformas de una u otra índole. Pero dichas reformas habrá que hacerlas cuando el sistema de muestras de agotamiento incrementando los ingresos para sustentar así las pensiones si fuera menester. Sin embargo, actualmente el sistema no está amenazado incluso está en superávit cuando los agoreros del colapso decían que ya andaría en la ruina así que no existen razones para la reforma a pesar de lo que nos quieran hacer creer.

ACTUALIZACIÓN2: Enlace a otro post mío que trata la falacia del problema del envejecimiento de la población.

ACTUALIZADO: Este artículo de Vicenç Navarro complementa perfectamente lo que he expuesto en este punto.

 

3.- España está muy endeudada, son medidas necesarias para paliar esa situación.

Vamos a ver ¿es España la que está endeudada como país o son algunos ciudadanos los que están especialmente endeudados? Porque no es lo mismo. Intencionadamente se confunde deuda pública, asumida por el estado en su conjunto mediante la emisión de deuda pública por ejemplo, con la deuda privada adquirida por empresa y bancos mayormente y también por particulares en menor medida. Porque para deudas públicas estratosféricas podríamos citar a la deuda estadounidense, eso sí es deuda. Entonces, a ver si me entero, cuando nos dicen eso lo que se pretende es que los problemas de financiación de la deuda de "algunos" la paguemos entre todos. Pues va a ser que no estoy de acuerdo. ¿No tenían hace tan solo pocos años ingentes beneficios? Que tiren de ahí, de las cuentas en las Caiman, del empeño de sus yates o chalés de lujo pero que a mí no me metan a pagarles sus deudas. Será posible. Ya van tres puntos de encabronamiento. ¿Seguimos? Pues va a ser que sí.

 

4.- Abaratar el despido favorecerá la creación de empleo.

Madre mía lo que hay que oír. O sea que facilitar el despido provocará una mayor contratación. Bendita paradoja. Y ¿cual es la ley empírica que ampara semejante afirmación? Pues siento defraudaros pero el razonamiento es algo tan cogido por los pelos que parece mentira que nos la hayan colado, será porque huelgas como estas no las hemos hecho antes y en mayor abundancia. Os lo pongo aunque muchos ya lo habréis oído. Supuestamente los empresarios se verán más proclives a realizar contratos fijos dado que ya los costes de despido se equipararán en mayor medida a los temporales. Es decir que se temporalizan los contratos fijos para que de fijos solo tengan el nombre y sean tan temporales como los temporales ya existentes. ¿Vaya, y eso produce más empleo? Pues se ve que sí. Eso dicen los "expertos". Por esa misma regla de tres se podría afirmar exactamente lo contrario, es decir que al facilitar el despido todas aquellas empresas que estaban pensando en despedir pero no lo hacían por el elevado coste en indemnizaciones ahora podrán hacerlo con mayor alegría. Así que no me extrañaría ver un repunte de los despidos una vez aprobada la ley. ¿Muchos pensareis, un momento pero las leyes no son retroactivas no? Pues claro. Evidentemente aquellos empleados afortunados que tengan en sus contratos cláusulas de despido exclusivas altos directivos y poco más no se verán afectados ya que su contrato manda. Pero para la mayoría de los mortales nuestra indemnización por despido se remite a lo que ordene la ley en el momento del despido así que si cambia la ley nos afecta de inmediato, a todos.

Lo cierto es que son tantas las variables que influyen en la creación o destrucción de empleo que vincular eso al abaratamiento del despido es poco más que una temeridad. Y sin embargo lo hacen y se quedan tan panchos, sin prueba alguna que lo demuestre. Solo pura retórica.

Porque supongamos que somos empresarios y apliquemos la lógica economicista del máximo beneficio. ¿Cuando contratásemos a alguien como fijo lo haríamos por la ley de despido? Pues naturalmente que no, porque antes lo habremos tenido de becario o en régimen temporal o parcial a modo de contrato de prueba. Sabremos que ese empleado funciona y entonces le premiaremos con un contrato fijo si somos mínimamente decentes. Virtud, la decencia, que casi no se estila entre las juntas directivas pero bueno, es un suponer. Es decir que cuando hacemos fijo a alguien lo hacemos porque hemos probado sus aptitudes primero, porque sabemos que nos funciona, que rinde y porque las necesidades de nuestra empresa así lo requieren. ¿Tiene eso algo que ver con la ley de despido? Pues por supuesto que no. Temporalizar el contrato fijo sí puede producir un trasvase de temporales a fijos por aquello del "me cuesta lo mismo y quedo mejor". Porque la política de muchas empresas, incluido las públicas, sigue siendo la de la temporalidad permanente. Todos son cómplices de este cachondeo, se ríen en nuestra cara y no nos quejamos. A que da gustito. Pero si continuamos con el supuesto de que somos grandes empresarios con un problema de disminución de beneficios y una malsana necesidad de ERE urgente ¿qué nos puede aportar la nueva ley de despido? Pues un coste menor en la "operación" de "aligerar" la empresa. Así pues yo me esperaría a que se aprobara para echar a todos esos trabajadores mayores de 50 y substituir los que hiciera falta por jóvenes mileuristas mal pagados y puteados a más no poder. ¿Os jugáis algo?

Porque vamos a ver, ¿os creéis que la patronal que tanto ha solicitado la reducción del despido lo hace, como afirma, para que haya pleno empleo? Ni por asomo, individuos de la categoría de Díaz Ferran lo que pretenden es que les cueste menos despedir, algo en lo que él al menos es un autentico hacha, simplemente tratan de convencernos que es por nuestro bien. Lo más triste de todo es que el gobierno actual se haya dejado vencer y convencer por esos poderes económicos. Lo que demostraría que la democracia es un paripé, y se resumiría en que gane Zapatero o gane Rajoy, Botín es quien manda. Y mientras escribo esto me sigo encabronando, así que vamos a por la siguiente perla.

 

5.- El mercado laboral es muy rígido

Esta viene a complementar la anterior. Pero le quiero dedicar una atención exclusiva por lo siguiente. Y es que efectivamente sí hay cierta rigidez en el mercado laboral español. Es cierto, hay una clara tendencia al estancamiento en un mismo puesto muchas veces a pesar de los deseos del propio trabajador. Pero eso no es debido a que los contratos tengan un despido más caro. Es debido a que en los últimos años a la gente se la ha atado a hipotecas interminables de pagar que han ligado a la gente a dos necesidades ineludibles. La de tener unos ingresos mínimos irrenunciables para poder pagar las cuotas y a la de no poder cambiar su lugar de residencia. Esta situación creada por la burbuja inmobiliaria es la que ha fomentado la rigidez en extremo a mi modo de ver. Todo lo contrario a si se hubiese fomentado una cultura del alquiler barato y accesible para todos. Sin embargo, cuando hablan de la rigidez del mercado laboral la única solución que proponen es el abaratamiento del despido. No deja de ser paradójico que por una parte se empuje a la gente a hipotecarse por 50 años y por otra se presione para que esa misma gente viva en la incertidumbre permanente y con la espada de Damocles amenazando con dejarlo en la calle y arruinado. Me niego a caer en esa trampa.

 
 

6.- Hay demasiado funcionariado, son unos vagos y unos privilegiados

Este argumento está muy trillado y pretende claramente poner a unos trabajadores en contra de otros. Parecido a las críticas contra los inmigrantes acusándolos de usar nuestro sistema del bienestar y de no aportar nada, claros y falsos argumentos que sin embargo logran calar en las clases más bajas. Conste que no soy funcionario pero jamás osaría criticarles por poseer unos derechos que considero deberían tener todos los trabajadores. Cuando se critica la diferencia entre los derechos de los funcionarios y los del resto de trabajadores lo que se dice es que deberían reducir su número, que deberían quitarles los derechos para equipararlos a los del resto de "puteados". Sin embargo a nadie se le ocurre reclamar lo contrario, reclamar una equiparación, que todos los trabajadores puedan tener derechos similares a los adquiridos por el funcionariado. Por otra parte resulta sorprendente que se pida al gobierno que reduzca el funcionariado mientras que a la vez se le pida que reduzca el paro. Creo que debe quedar claro que cuando alguien pide reducir el número de funcionarios lo que está pidiendo es que el estado contribuya de forma directa a la creación de paro. Justamente en una situación de paro elevado una buena medida podría ser absorber una parte incrementando el cuerpo de funcionarios en ámbitos donde podría compensarse su coste. Por ejemplo en la inspección de Hacienda, la judicatura para aligerar los trámites, etc. Se podría meter mano a los SICAVs ¿porqué no? Sea como sea, siempre que oigo estos argumentos pienso que el que los arguye lo hace desde la envidia o desde la malsana intención de querer aligerar el estado a un mero sistema de represión policial. Esos son los únicos funcionarios útiles para ciertos individuos. Y creo que no hay oficio al que se acceda de forma más imparcial que al funcionariado pues todos tienen que superar unas oposiciones oficiales y todos han tenido que estudiarlas duro, a nadie le regalan el puesto cosa que sí ocurre con ciertos puestos directivos de multitud de empresas privadas. Estaría bien que para los puestos directivos de las grandes empresas también se pudiese acceder mediante oposiciones oficiales que avalasen el mérito realmente pero me parece, no se porque, que eso jamás lo van a hacer. No caerá esa breva.

ACTUALIZACIÓN: Unos datos interesantes, el porcentaje de personas porcentaje de personas adultas que trabajan para el sector público es sólo el 9%, uno de los más bajos de la UE-15 (cuyo promedio es el 16%). En los países escandinavos es el 26% para Dinamarca, el 22% para Suecia y el 19% para Finlandia, estando estos entre los países cuya economía es más eficiente y emprendedora en la OCDE. Si queréis ver más datos y cifras os invito a leer este excelente artículo de Vicenç Navarro sobre este tema.

 

 

7.- La libre competencia favorece al consumidor pues la gestión pública siempre es peor.

Bueno ya comenté que en el caso de la gestión hospitalaria está bastante demostrado por los hechos que en aquellos países donde los sistemas están en manos privadas se gasta más y se cubre a menos gente. ¿Pero y qué hay del resto de servicios públicos? Pues lo mismo, la privatización de servicios esenciales como la distribución de la electricidad, el gas, el agua o las telecomunicaciones ha llevado al derroche de recursos y en absoluto al abaratamiento. Y no solo eso sino que al estado se le obligó a deshacerse de sus empresas más rentables como Telefónica que eran una fuente de ingresos adicional a los impuestos. Ahora siempre faltan ingresos pero se imaginan la ingente cantidad de dinero que ingresaría actualmente el estado si las telecomunicaciones fueran consideradas un servicio público.

La privatización de los servicios públicos nos ha hecho pasar de usuarios a clientes en ámbitos en el que no deberíamos ser tratados así. Internet, el agua corriente, la electricidad, el teléfono son ya derechos básicos que un estado debe garantizar y sin embargo han sido cedidos al control de empresas cuyo afán no es servir al usuario sino maximizar el beneficio exprimiendo en lo posible al cliente. ¿Alguien creyó que eso nos iba a beneficiar? Los "expertos" sí. La realidad es que se gasta mucho más en telecomunicaciones hoy día que cuando telefónica era pública. ¿No se suponía que iban a bajar los precios? Lo triste es que nunca ha habido tantas personas trabajando redundantemente para ofrecer los mismos servicios y nunca la atención al cliente ha sido más pésima. ¿Se puede imaginar alguien mayor ineficiencia? Diversas redes duplicadas de telefonía móvil cuando con una podría bastar, Orange, Movistar y Vodafone, multiplicidad de servicios de atención al cliente para las conexiones a internet a cual peor, Jazztel, Telefónica, Ono, Tele2... y los que siguen. Imposibilidad de instalar conexiones colectivas ya sea por cable, por Wimax u otros protocolos ya existentes. La tecnología permite hacer las cosas eficientemente, de forma muy barata y pudiendo dar un buen servicio a los usuarios por mucho menos y sin embargo como los beneficios de esas empresas deben preservarse lo que hacemos es todo lo contrario. Es decir que ahora lo importante no es servir al usuario unos servicios públicos adecuados y con la máxima eficiencia sino que ahora lo importante es servir a los beneficios de las empresas. Los servicios públicos, ahora en manos privadas, se gastan millones en darnos la lata en vez de en mejorar su servicio. Es decir, millones en anuncios, spam telefónico, bombardeo de ofertas y promociones a cual más absurda y todo tipo de marketing agresivo. Triste pero cierto. Me gustaría saber en qué podría ser peor una gestión pública centralizada, más eficiente, que no derrochara recursos en duplicar las inversiones en redes redundantes, en operaciones inútiles de marketing telefónico y con unas tarifas mucho más ajustadas al poder adquisitivo de los españoles. El deber de dicha empresa sería el de garantizar los suministros a sus usuarios y encima recaudaría dinero a las arcas del estado consumiendo muchos menos recursos materiales y energéticos. ¿Qué más se podría pedir?

Estos son solo unos ejemplos de lo que yo llamaría el desmantelamiento de los estados. Esa es la primera fase, porque en cuanto esos estados se queden sin ingresos luego dirán que no hay suficiente para pagar el estado del bienestar, que es lo que ya están haciendo y esa es la segunda fase.

 

8.- Los emprendedores son los creadores de riqueza

Claro que son creadores de riqueza pero no menos que los trabajadores y las huelgas son justamente las encargadas de recordárselo. Tengamos en cuenta que una empresa puede funcionar sin empresarios pero jamás lo podrá hacer sin trabajadores. ¿Quien es más esencial? Existen casos de empresas en las que los empresarios se han desentendido y que han reflotado gracias a que los trabajadores han tomado el mando y las han comprado o cooperativizado. Sin embargo, no conozco ninguna empresa que funcione sola sin trabajadores. Ignorar a los trabajadores en el proceso solo se puede entender bajo el prisma de quien quiere regresar a los tiempos del trabajo esclavo. Pasito a pasito, lentos pero constantes quieren irnos arrebatando nuestros derechos adquiridos.

Es deber de todos recordar de vez en cuando a políticos y empresarios quien es verdaderamente esencial en la cadena productiva.

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Sobre la huelga y la política del gobierno

Hace ya mucho que disiento de las medidas del gobierno. Eliminar el impuesto sobre los patrimonios, reparto de los 400 euros, el cheque bebé, blindaje de los SICAVs para facilitar la evasión fiscal, etc. Medidas muchas de ellas puramente electoralistas y de muy escasa justicia social porque se repartían sin tener en cuenta los ingresos. Y otras tantas medidas beneficiosas para las grandes fortunas. Pero para qué nos vamos a engañar el PSOE ya hace tiempo que es un partido de derechas en lo económico, de izquierdas en lo social que es en lo único que se diferencia del PP que es de derechas en ambas cosas. En toda la UE domina una doctrina más neoliberal si cabe que en los propios EEUU de Obama y nada parece indicar que eso vaya a cambiar. El electorado de izquierdas está generalmente desmovilizado por el simple hecho de que todos los partidos que dicen ser de izquierdas son ya parte del establishment corporativo de la clase política que nada tiene ya que aportarnos. Cobrando salarios estratosféricos la visión que pueden tener debe estar muy alejada de la realidad. Si es que no se metieron en política directamente para forrarse, pero esos ya sabemos quienes son.

Respecto a los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO decir que están en gran medida vendidos y que parece que hayan convocado esta huelga a regañadientes porque un ataque tan frontal a los derechos de los trabajadores merecía cuanto menos una contundente respuesta. Pero no parecían andar muy convencidos. La huelga debería haberse convocado hace ya bastante. De hecho deberían haberse negado a participar en todas esas negociaciones colectivas en las que dichos sindicatos se han vendido una y otra vez a los intereses de la patronal desde hace ya bastantes años. Su momento de lucha ya pasó perdieron su oportunidad y ahora se han convertido, por desgracia, en obstáculos para la lucha.

 

El caso de Telefónica

Conozco de cerca el caso interno de Telefónica por tener familiares muy cercanos trabajando desde tiempo y allí la situación es totalmente surrealista los sindicatos mayoritarios han pactado una y otra vez reducciones en los convenios desde que dicha empresa se privatizó precarizando cada vez más las condiciones de los trabajadores. Por todo ellos ambas centrales sindicales han perdido las plazas de Barcelona y Madrid pero dado que cambiaron a tiempo el sistema de conteo de representantes siguen teniendo mayoría en la asamblea pues tienen los representantes de las provincias poco pobladas que cuentan mucho y que andan mal informadas y presas del caciquismo. La empresa además, haciendo la pinza con ellos, se puso a despedir a la cúpula de los sindicalistas que habían ganado en Madrid tratando de descabezar la única y auténtica oposición sindical. Despidos basados en testigos comprados y que ya todos menos uno han sido resueltos en favor de los trabajadores por ser declarados nulos. Las dos grandes centrales sindicales, al seguir teniendo mayoría en la asamblea hacen y deshacen como quieren sin que la voluntad de los trabajadores de Telefónica, que mayoritariamente se concentran en Madrid y Barcelona puedan hacer nada. Para acabar de rematar la faena, y aprovechando su mayoría antidemocrática en la asamblea, suprimieron las elecciones a la comisión de control que gestiona los fondos de pensiones de la empresa. Es así como profundizan en la democracia. Así que mangonean en Telefónica cual sindicatos verticales cobrando su pellizco sin que la mayoría electoral clara en votos se pueda trasladar en una mayoría en representantes para los sindicatos disidentes.

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Pues bien, a pesar de todo esto apoyé la huelga, y la apoyé porque aunque sea tarde, aunque sea mal, aunque sea convocada por esos dos sindicatos a los que nada tenemos ya que agradecer y aunque sea probablemente inútil no podría mirarme al espejo si pudiendo apoyarla no lo hiciera. Es la triste realidad pero no por tarde y mal planteada deja de ser menos necesaria que nunca. Y mi grano de arena es lanzar esta especie de manifiesto contra lo que yo creo que es una auténtica manipulación informativa para que a los trabajadores se les haga comulgar con ruedas de molino y se les haga tragar con ello alegando siempre que son leyes inevitables y sin margen para la rectificación. Mienten, lo saben y así lo quiero plasmar.

 

Un saludo y hasta la próxima.

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  1. en respuesta a Paco78
    -
    #41
    14/06/15 10:59

    A medida que iba leyendo volvía al encabezamiento para recordar que era pura ironía.

    Respuesta retrasada pero oportuna máxime con los cambios que se han producido