Este sin duda ha sido el año de las renovables, su entrada por todo lo alto dentro de la élite de los assets tecnológicos hasta ahora dominados por las TIC. Muchos fondos que invierten en el sector han más que duplicado su valor en un solo año. Y ahora la pregunta del millón es, ¿cuánto recorrido le queda al sector? Veamos de que datos podemos echar mano para hacer alguna previsión de las valoraciones esperables que ya avanzo son espectaculares.
Este sin duda es el post que llevo tiempo queriendo escribir. Y no quería demorarme más porque esto es tan frenético que creo que si tardo unos meses más ya se habrá quedado viejo. Reconozco que ya hace años que soy un believer del sector y este invierno renovable se nos ha hecho largo pero créanme, detrás de tanta promesa no había ciencia infusa.
Este sin duda es el post que llevo tiempo queriendo escribir. Y no quería demorarme más porque esto es tan frenético que creo que si tardo unos meses más ya se habrá quedado viejo. Reconozco que ya hace años que soy un believer del sector y este invierno renovable se nos ha hecho largo pero créanme, detrás de tanta promesa no había ciencia infusa.
1. El recorrido a corto plazo, un vistazo a la evolución del precio.
Bueno, en este sector tenemos la suerte de que ya tuvo una burbuja en el pasado. A las renovables les pasó a menor escala lo mismo que a las empresas de internet en el 2000. Cuando muchas empresas que eran puro humo y expectativas cotizaban a precios absurdos. Pues lo mismo pasó en cierta forma con las renovables en el 2008 motivadas por las alzas en los precios del crudo. Burbuja que corrió en paralelo a la inmobiliaria y que explotó también con la crisis financiera. Lo mejor es que varios fondos de ese sector se abrieron al calor de las expectativas, poco antes de que se hundiesen las valoraciones del sector así que tenemos una referencia magnífica para tener una primera idea.
81% hasta cerrar el gap en el ETF ICLN
Las cotizaciones de las renovables parecen tener un cierto despertar ya en 2019 pero es en 2020 cuando explotan sus valoraciones y ponen rumbo a cerrar el gap. Podemos suponer que, como poco, el sector regresará a las valoraciones de sus máximos históricos de la misma forma que el Nasdaq terminó por hacer máximos de nuevo 16 años después de su particular burbuja tecnológica. En este caso parece que el gap podría cerrarse el año que viene, o sea unos 13 años después. Un analista técnico diría que allí tal vez encuentre la primera resistencia, yo ya saben, no hago mucho caso a formas y figuras, me guío por fundamentales sectoriales y si ya empecé a comprar algo de renovables en 2015 y 2016 era porque estaba ya entonces convencido de que cerrarían el gap cuando sus costes fuesen competitivos cosa que la previsión era que ocurriese en pocos años. Lo que no podía saber cuando ocurriría.
El fondo del gráfico anterior es el ETF Ishares Global Clean Energy (ICLN), un fondo diversificado en el sector con utilities verdes como Orsted, pero también con los principales fabricantes de eólica y solar e incluso alguno de células de hidrógeno (Plug Power) o hasta instaladores de plantas geotérmicas (Ormat). Lo que vemos a vuelapluma es que le queda para recuperar máximos un 81,3% exactamente (en USD). Mi impresión es que esa distancia se va a cubrir en tiempo récord, yo diría que a lo largo de 2021 y ya.
Lo cierto es que es una suerte que se abrieran tantos ETFs de renovables ese mismo año fatídico en que pinchó la burbuja porque podemos desglosar por los dos subsectores que lideran. Así, podemos irnos a ver lo que le queda a la fotovoltaica más concretamente a través del ETF TAN.
154% hasta cerrar el gap en el ETF TAN
Y también mirar el recorrido de la eólica que como es previsible será menor que el de los dos anteriores.
28% hasta cerrar el gap en el ETF FAN
Mi impresión como he dicho es que el gap se cerrará en un año. Aunque es de suponer que en algún momento aminorará el ritmo mi apuesta es que no lo hará antes de alcanzar máximos históricos. También, como ya se intuye en los gráficos el recorrido a corto es mayor en la solar que en la eólica, esta última una tecnología comercialmente más madura. Así que si piensan escoger fondo cuanto más cargadito de solar mejor.
Y recordemos que pasó con el Nasdaq después de alcanzar máximos. Estuvo un año de correciones (finales 2015) y luego reemprendió las subidas a partir de 2016 hasta hoy. Yo esperaría un patrón algo similar, alzas todo el 2021 y un parón en 2022 tras tocar máximos históricos para volver a arrancar en 2023 con la misma fuerza. Naturalmente esta previsión puede estar equivocada y la cosa no ir así y simplemente demorarse un año más de lo previsto o algo más, esto es solo una especulación no sabemos si el recorrido tendrá continuidad hasta cerrar el gap o si se demorará un poco. Pero como vamos a ver, en el largo plazo es otro cantar ya que todos los fundamentales del sector energético están del lado de las renovables.
Rebote del Nasdaq desde mínimos, parón tras llegar a máximos y reinicio de la tendencia
Las cotizaciones de las renovables parecen tener un cierto despertar ya en 2019 pero es en 2020 cuando explotan sus valoraciones y ponen rumbo a cerrar el gap. Podemos suponer que, como poco, el sector regresará a las valoraciones de sus máximos históricos de la misma forma que el Nasdaq terminó por hacer máximos de nuevo 16 años después de su particular burbuja tecnológica. En este caso parece que el gap podría cerrarse el año que viene, o sea unos 13 años después. Un analista técnico diría que allí tal vez encuentre la primera resistencia, yo ya saben, no hago mucho caso a formas y figuras, me guío por fundamentales sectoriales y si ya empecé a comprar algo de renovables en 2015 y 2016 era porque estaba ya entonces convencido de que cerrarían el gap cuando sus costes fuesen competitivos cosa que la previsión era que ocurriese en pocos años. Lo que no podía saber cuando ocurriría.
El fondo del gráfico anterior es el ETF Ishares Global Clean Energy (ICLN), un fondo diversificado en el sector con utilities verdes como Orsted, pero también con los principales fabricantes de eólica y solar e incluso alguno de células de hidrógeno (Plug Power) o hasta instaladores de plantas geotérmicas (Ormat). Lo que vemos a vuelapluma es que le queda para recuperar máximos un 81,3% exactamente (en USD). Mi impresión es que esa distancia se va a cubrir en tiempo récord, yo diría que a lo largo de 2021 y ya.
Lo cierto es que es una suerte que se abrieran tantos ETFs de renovables ese mismo año fatídico en que pinchó la burbuja porque podemos desglosar por los dos subsectores que lideran. Así, podemos irnos a ver lo que le queda a la fotovoltaica más concretamente a través del ETF TAN.
Y también mirar el recorrido de la eólica que como es previsible será menor que el de los dos anteriores.
Mi impresión como he dicho es que el gap se cerrará en un año. Aunque es de suponer que en algún momento aminorará el ritmo mi apuesta es que no lo hará antes de alcanzar máximos históricos. También, como ya se intuye en los gráficos el recorrido a corto es mayor en la solar que en la eólica, esta última una tecnología comercialmente más madura. Así que si piensan escoger fondo cuanto más cargadito de solar mejor.
Y recordemos que pasó con el Nasdaq después de alcanzar máximos. Estuvo un año de correciones (finales 2015) y luego reemprendió las subidas a partir de 2016 hasta hoy. Yo esperaría un patrón algo similar, alzas todo el 2021 y un parón en 2022 tras tocar máximos históricos para volver a arrancar en 2023 con la misma fuerza. Naturalmente esta previsión puede estar equivocada y la cosa no ir así y simplemente demorarse un año más de lo previsto o algo más, esto es solo una especulación no sabemos si el recorrido tendrá continuidad hasta cerrar el gap o si se demorará un poco. Pero como vamos a ver, en el largo plazo es otro cantar ya que todos los fundamentales del sector energético están del lado de las renovables.
2. El recorrido a largo plazo, un vistazo a los fundamentales del sector
Seguramente si habéis llegado hasta aquí ya tengáis los dientes largos pero el recorrido a corto plazo os aseguro que palidece al lado del recorrido a largo plazo del sector. Aquí viene lo bueno porque ahora ya no vamos a hablar de porcentajes sino de múltiplos aunque también la temporalidad será mayor como es lógico. Atentos porque esto es un tren que pinta que ya no hará muchas más paradas. Pero entremos en materia.
2.1 El largo trecho que queda por cubrir
Bueno, lo primero que uno piensa ante una nueva tecnología es si es escalable y el tamaño de su mercado y lo cierto es que las renovables son la tecnología energética más escalable que hay, y de todas ellas la fotovoltaica es la que más. En segundo lugar, el universo es enorme, todo el mundo desde el tercer mundo al primer mundo. Son tecnologías ubicuas, estarán por todas partes alende los mares, miremos donde miremos. Es el amancer de un mundo nuevo y créanme si les digo que me entusiasmo cuando escribo estas líneas. Porque no hay nada que nos haya preparado para la colosal transformación que vamos a vivir.
Para hacer unas primeras estimaciones yo miraría el último informe de BP, el Energy Outlook 2020. En él han trazado tres escenarios que denominan Business as Usual, Rapid y Net Zero. En el primero la transición sigue pero a ritmo pausado lento, en el segundo como dice el nombre vá rápida y en el tercero es explosiva. A tenor de lo que se está viendo y más con la victoria de Biden en EEUU yo creo que podemos asegurar que el escenario BAU no se va a dar por suerte. Así que vamos a ser conservadores y decantarnos por el Rapid para hacer números. Pero ya advierto que en esto de las renovables las previsiones más optimistas han sido últimamente superadas sistemáticamente por la realidad.
Las renovables son ya un fossil killer. Carbón, Nuclear y Gas irán siendo barridos creo que aproximadamente en ese orden. Irán quedando fuera de mercado una detrás de otra por las cada vez más baratas tecnologías renovables. Cuando miras sus cifras, la tecnología y su avance meteórico es cuando te das cuenta de que ya no hay nada que pueda hacerles sombra y menos a largo plazo. Solo la hidroeléctrica sobrevivirá claro, otra renovable que precisamente servirá para complementar al resto. Nada puede competir cuando tienes una tech que captura de forma eficiente y barata una energía que está disponible por todas partes y en gran abundancia.
El primer campo que conquistarán y lo harán mucho más pronto de lo que nadie piensa es el de la producción de electricidad.
En los escenarios de transición rápida, a mi entender los más probables tenemos que para 2030 las renovables serán ya la energía mayoritaria y habiendo multiplicado por más de 3 la actual capacidad instalada. Esto es un esfuerzo colosal pero que no tengo dudas de que será posible en parte gracias a la continua reducción de costes y mejoras en la eficiencia. Para 2040 el múltiplo pasa a ser de seis veces los niveles actuales estabilizándose hacia 2050-2060 según el escenario. En total dos décadas mínimo de crecimiento desenfrenado, no se ustedes pero yo aquí veo mucho mucho rendimiento, como digo múltiplos, no sería extraño que sectores como la solar fotovoltaica tengan al final del camino un 1000% por delante sino más. Y dado que los mercados son también una gran máquina de predicción en los sectores growth moviéndose más por expectativas que por datos actuales auguro que la transición renovable finalizará años antes en los mercados que en la economía real. Así que para 2030 a 2035 podríamos estar viendo ya múltiplos bastante bestiales.
Para le eólica las cifras tal vez no serán tan abultadas pero también serán generosas a largo plazo, de triple dígito seguro, especialmente por el enorme crecimiento de la eólica marina que se espera a partir de 2022 con la cantidad de proyectos que se están licitando tanto en Europa como en EEUU. Y aunque la eólica se mantenga algo más cara que la solar lo cierto es que la complementa y permite reducir la iversión en almacenamiento ya que el viento sí que sopla de noche. Además los países que no tienen mucho potencial fotovoltaico sí suelen tener mucho potencial eólico, caso de los países nórdicos por ejemplo. Así que ambas tecnologías serán necesarias.
A nivel de energía primaria la cosa va a estar más reñida y va a costar más claro. Aquí será necesaria la llegada de la mobilidad eléctrica y el avance en los sistemas de almacenamiento. Aunque ciertamente sectores como el aéreo o el de la navegación van a tardar bastante más en descarbonizarse y no está claro como ni cuando aún. Pero esas dudas irán despejandose a finales de esta década. En cualquier caso, según el escenario rapid las renovables no dominarán en términos energéticos absolutos hasta 2040. Quedense con las fechas, la Wind&Solar Supremacy podría llegar para 2030 en electricidad y para 2040 en energía primaria. Hagan juego.
Tema almacenamiento, BP también nos da una idea de qué tecnologías recibirán más empuje inicialmente.
Para equilibrar la red debido a los excedentes solares lo que mejor se amolda son los sistemas de almacenamiento a corto plazo, y esto es fundamentalmente baterías y también bombeo. Más adelante se necesitará también almacenamiento estacional eso sí, y ahí entran en juego otras tecnologías más tardías como el Hidrógeno o el gas con captura de carbono. Ahí tienen otras tecnología que van a emerger al son de la sinergia con las renovables y la movilidad eléctrica. Cuando veo gente que se queda fuera de esto por que "ya ha subido mucho" me recuerda a todos los que nos perdimos, y me incluyo, el rally del Nasdaq con las TIC. Claro que por aquel entonces suficiente tenía con encontrar mi estilo de inversión. Que yo empecé con esto en serio hará tan solo siete años. Pero al fin, tras unos primeros 5 años normalillos aquí estamos, a doble dígito por dos años consecutivos con el turbo sectorial, y lo que nos queda espero.
2.1 Reducción de costes y vertiginoso avance tecnológico
Si hay alguien que aún no entiende porqué ha cambiado tanto el panorama energético primero que vea este gráfico.
Todas las tecnologías tienen su propia curva de aprendizaje, y cuanto más se repite un proceso más experiencia y eficiencia se gana. Así, las plantas nucleares o de carbón se repiten poco así que se abaratan poco, o se encarecen en el caso de la nuclear al tener que cambiar de diseño cada dos por tres para ir añadiendo más seguridad. Sin embargo, las tecnologías renovables, aerogeneradores, baterías y placas solares, son muy modulares, pequeñas, escalables y potencialmente ubicuas, con pocas limitaciones. Su unidad mínima viable es además muy reducida. Y cuanto más pequeño es un bien, más escalable es el proceso de producción debido a la repetición. Y cuanta más repetición más rápido se reduce el coste a lo largo de la curva de experiencia en un ciclo virtuoso de realimentación. Así, si nos fijamos en las tres curvas de aprendizaje, los aerogeneradores al ser más grandes escalan más lentamente, los paneles más rápido y las baterías todavía más rápido.
Aún recuerdo los sesudos debates de hace diez años sobre que si la TRE de la fotovoltaica era demasiado baja y no podría substituir las fuentes convencionales. Pues eso ya es cosa del pasado, ahora los plazos de amortización energética en según qué latitudes ya se aproximan a un año. Solo considerando una vida útil mínima de 20 años, sin plazos extendidos eso ya nos da una TRE de 20 señores. Vamos sobrados no, lo siguiente. Y esto es ya, ahora. Imaginen dentro de diez años con los costes aún más desplomados, que lo estarán. En concreto y según las previsiones en esta década un 70% de caida adicional, lo que hará la disrupción inevitable.
Energy Payback Time (EPBT) en el sur de Europa
Respecto a la tecnología fotovoltaica además hay toda una serie de tecnologías potencialmente disruptivas en el horizonte, las más prometedoras la perovskita y las células en tándem. Esto ya sería la disrupción dentro de la disrupción pero si miramos el cuadro de eficiencias en células de laboratorio vemos que ya se están alcanzando valores cercanos al 30% con tecnologías híbridas.
Y un 30% aunque no parezca mucho es un 50% más de producción que las placas de alta eficiencia actuales que rondan el 20%. Esto sería mucha energía más disponible de golpe y porrazo. Y con la tendencia observada, lo normal es que el 30% a nivel comercial se alcance hacia finales de la década.
La otra tecnología disruptiva serían placas de baja eficiencia transparentes y baratas. Podría lograrse con la perovskita pero tienen que encontrar la forma de estabilizarla de forma más aislada y va a ser más díficil. Pero de conseguirse con esa u otra tecnología tendríamos otro universo de placas que serían más bien láminas fotovoltaicas con eficiencias de entorno al 10-15% pero extremadamente baratas. Por lo menos diez veces más baratas que las placas convencionales. Lo que permitiría empezar a forrar casi cualquier superficie con eso, incluso ventanas, paredes de edificios. Toda superficie sin uso que recibiera luz solar, horizontal o vertical sería susceptible de ser recubierta con ese material fotovoltaico de bajo coste.
Aún recuerdo los sesudos debates de hace diez años sobre que si la TRE de la fotovoltaica era demasiado baja y no podría substituir las fuentes convencionales. Pues eso ya es cosa del pasado, ahora los plazos de amortización energética en según qué latitudes ya se aproximan a un año. Solo considerando una vida útil mínima de 20 años, sin plazos extendidos eso ya nos da una TRE de 20 señores. Vamos sobrados no, lo siguiente. Y esto es ya, ahora. Imaginen dentro de diez años con los costes aún más desplomados, que lo estarán. En concreto y según las previsiones en esta década un 70% de caida adicional, lo que hará la disrupción inevitable.
Respecto a la tecnología fotovoltaica además hay toda una serie de tecnologías potencialmente disruptivas en el horizonte, las más prometedoras la perovskita y las células en tándem. Esto ya sería la disrupción dentro de la disrupción pero si miramos el cuadro de eficiencias en células de laboratorio vemos que ya se están alcanzando valores cercanos al 30% con tecnologías híbridas.
Y un 30% aunque no parezca mucho es un 50% más de producción que las placas de alta eficiencia actuales que rondan el 20%. Esto sería mucha energía más disponible de golpe y porrazo. Y con la tendencia observada, lo normal es que el 30% a nivel comercial se alcance hacia finales de la década.
La otra tecnología disruptiva serían placas de baja eficiencia transparentes y baratas. Podría lograrse con la perovskita pero tienen que encontrar la forma de estabilizarla de forma más aislada y va a ser más díficil. Pero de conseguirse con esa u otra tecnología tendríamos otro universo de placas que serían más bien láminas fotovoltaicas con eficiencias de entorno al 10-15% pero extremadamente baratas. Por lo menos diez veces más baratas que las placas convencionales. Lo que permitiría empezar a forrar casi cualquier superficie con eso, incluso ventanas, paredes de edificios. Toda superficie sin uso que recibiera luz solar, horizontal o vertical sería susceptible de ser recubierta con ese material fotovoltaico de bajo coste.
2. 2. El nuevo modelo de sobreproducción renovable
Y toda esta historia nos lleva a este punto, el punto en el que pocos reparan pero que nos vaticina una nueva oleada de tecnologías emergentes a raíz de la implantación de las renovables tal y como indicaba en https://www.rankia.com/blog/ahorrador-compulsivo/4845445-invirtiendo-disrupcion-tecnologica-vision
Cuando se diseñe el nuevo modelo energético nos daremos cuenta que se debe lograr un mix entre almacenamiento y generación para casar producción con demanda a todas horas. Y existen muchas combinaciones posibles. Podemos limitarnos a producir justo la energía que necesitamos y luego el almacenamiento que haga falta para consumirla a cualquier hora. Pero eso se ha visto, será demasiado costoso. Así que lo normal será sobreinstalar capacidad renovable muy por encima de lo necesario para ahorrarnos costes en almacenamiento. Algunos cálculos cifran el óptimo de 3 a 5 veces la capacidad actual. Esto producirá dos efectos, el primero que tanta abundancia de electricidad dejará los precios por los suelos mejorando la competitividad de los países que sean capaces de sobreinstalar antes. El segundo efecto es que una vez los precios se desplomen cercanos a cero surgirán toda una serie de industrias electrointensivas, actualmente impensables por los elevados costes que tendrían. Pero que, en un entorno de electricidad casi regalada tendrían todo el sentido del mundo.
Es posible incluso que ante la elección de elegir una mezcla óptima o la de producir todavía más 6x , 7x o 8x porqué no, se elijan esas opciones en muchos casos, sobretodo en países que se lo puedan permitir, con mucho sol. Energía que podrán empaquetar en forma de hidrógeno para otros usos o que podran usar para atraer a otras industrias con la excusa de unos costes energéticos menores que nadie, como ya hace Islandia. El problema quizá es que en ese futuro, habrá muchas Islandias. Con tantos múltiplos el volumen instalado creo que hacia la decada de los 30 llegará a niveles auténticamente absurdos. Y para atender eso las empresas del sector deberán convetirse en gigantes.
Así que cuando se afirma que las renovables dominarán la producción de electricidad no solo es correcto, es que también provocarán que la generación eléctrica aumente desplazando el uso fósil en muchos sectores no electrificados como el transporte o ciertas industrias energéticamente muy intensivas. Esos usos encontrarán en muchos casos acomodo en versiones rediseñadas y electrificadas de los mismos procesos y conceptos. Como lo es hoy día el BEV para el transporte por carretera o los hornos de arco voltaico por ejemplo para las fundiciones metalúrgicas.
Así que ni siquiera nos sirve usar el consumo de electricidad como referéncia como hice al principio. Y eso es porque el consumo final de energía, si bien se estabilizará en términos absolutos ya que las energías fósiles tienen muchas más pérdidas, sí se incrementará en términos de electricidad neta producida que verá como muchos usos van electrificándose a medida que esta forma de energía se hace más y más abundante, barata y descarbonizada a la vez.
Con todo esto mi impresión es que las renovables presentan un buy&hold histórico y a tenor de cómo han subido este año, creo que más de uno se ha ido dando cuenta de ello.
Nos vemos en el siguiente post.
Así que cuando se afirma que las renovables dominarán la producción de electricidad no solo es correcto, es que también provocarán que la generación eléctrica aumente desplazando el uso fósil en muchos sectores no electrificados como el transporte o ciertas industrias energéticamente muy intensivas. Esos usos encontrarán en muchos casos acomodo en versiones rediseñadas y electrificadas de los mismos procesos y conceptos. Como lo es hoy día el BEV para el transporte por carretera o los hornos de arco voltaico por ejemplo para las fundiciones metalúrgicas.
Así que ni siquiera nos sirve usar el consumo de electricidad como referéncia como hice al principio. Y eso es porque el consumo final de energía, si bien se estabilizará en términos absolutos ya que las energías fósiles tienen muchas más pérdidas, sí se incrementará en términos de electricidad neta producida que verá como muchos usos van electrificándose a medida que esta forma de energía se hace más y más abundante, barata y descarbonizada a la vez.
Con todo esto mi impresión es que las renovables presentan un buy&hold histórico y a tenor de cómo han subido este año, creo que más de uno se ha ido dando cuenta de ello.
Nos vemos en el siguiente post.
Fuentes usadas
[1] BP Energy Outlook : https://www.bp.com/en/global/corporate/news-and-insights/press-releases/bp-energy-outlook-2020.html
[2] Fraunhoffer PV report: https://www.ise.fraunhofer.de/content/dam/ise/de/documents/publications/studies/Photovoltaics-Report.pdf
[3] Rethink report: https://www.rethinkx.com/energy
[4] https://ourworldindata.org/cheap-renewables-growth