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No sé a vosotros, pero a mí que causa perplejidad que los ejecutivos de nuestras grandes empresas (las que conforman el IBEX35) hayan apostado por incrementarse el sueldo un 14% de media en un año tan dramático para las cuentas de las empresas y para el empleo como ha sido 2009.

Todo ello ha situado el salario medio de los grandes ejecutivos sensiblemente por encima de los 600.000 € , sin contar dietas que es el percibo con el que se retribuyen (uso el reflexivo conscientemente) cada asistencia a un Consejo de Administración, como si tal cosa no fuera con ellos y, por tal motivo, no entrara en el sueldo. Vendría a ser como si un montador de cocinas cobrara un plus si pretendemos que monte las puertas del mueble que ha montado aparte de su presupuesto.

Mientras tanto, mientras subían como la espuma sus salarios, esos líderes de opinión fraguaban reducciones de plantilla y reducción de costes que enfriaban la capacidad de supervivencia de sus empresas proveedoras y la cadena de valor que las sigue, comprometían la visión de futuro de sus ex-empleados, trasladaban costes a los ciudadanos trabajadores que deberán soportar la carga de financiar a los desempleados que han puesto en la calle en sus procesos de “saneamiento” y ERE y (no menos importante) han caido en la desleal y antipatriótica postura de empeorar claramente la reputación de todo un país.

Para mí resulta obsceno el gesto. Pero, además, permite demostrar dos cuestiones que hace mucho tiempo vengo percibiendo:

- esos prohombres no son tales. Ni son fríos cerebros orientados a la empresa puesto que en estos momentos de incertidumbre tan solo han tenido un objeto de culto que no es otro que su vanidad o bolsillo (como queramos llamar al hecho de creerse merecedor de algo con la que están montando) y, además, considero que demuestran que su actuación no solo no beneficia a la empresa sino que resulta en cierto modo letal. Mata la confianza, mata el respeto y mata la reputación. De paso, tal vez hasta consigan acabar con la propia empresa. Viven con un lema "¿Qué hay de lo mío?"

- la indigencia que reside en el plano moral de muchos dirigentes es absoluta. Es tal que les obliga a ir más allá una y otra vez sin que ningún obstáculo físico, económico o deontológico se interponga en su camino. Si analizáramos en qué mejora su calidad de vida actual o futura ese incremento del 14% nos sorprenderíamos. Seguramente no pueden beber mejor champán ni comer mejores solomillos. Seguramente su coche no puede ser más lujoso ni pueden veranear en mejores lugares. Con toda probabilidad sus hijos irán a la mejor universidad con o sin ese 14%. Y el día en que mueran arderán del mismo modo en el crematorio. Si creen que existe un cielo no creo que ni las plegarias ni los donativos compensen el fiel de la balanza de tal forma que les permita verlo; ni de lejos.

Mientras tanto, los minutos corren en el corredor de la muerte del futuro indefinido de muchos trabajadores que precisan su sueldo para que sus familias subsistan. Y estos pavos engordan sus cuentas en paraisos fiscales preocupados por unos impuestos diseñados para equilibrar un reparto injusto del pastel. Sus SICAV, sus Agencias de Valores y los Bancos Privados están preparando el túnel que permitirá que, llegado el momento, los capitales queden a salvo de la terrible rapiña que supone dar de comer al hambriento y de beber al sediento. Un túnel de lavado, en toda regla.

Me he preguntado, muchas veces, si todo esto que ocurre es accidental. Me he preguntado si realmente nadie era capaz de prever que la maldita burbuja inmobiliaria iba algún día a reventar ante nuestras narices o si solo se estaba esperando a que eso sucediera en el momento más adecuado para unos pocos. En estos días pasados, también nos llegó la esperpéntica noticia de que los ricos, en España y en plena crisis, han aumentado en número de forma importante. También los pobres ¿por una extraña relación causa efecto?

Y es que, al final, uno llega a la conclusión de que no es lo mismo vivir en la miseria que ser miserable.

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  1. en respuesta a Avante
    -
    #8
    30/07/10 14:33

    Estimado Avante,
    Ante todo si se sintió ofendido o de alguna manera menospreciado - disculpe, no fué mi intención. Le admiro y respecto, y con gusto leó sus comentarios y ayudas en Rankia.
    Como comenta, en su articulo habla "de gente capaz de anteponer sus intereses personales por delante de aquellos de la empresa"...ok, y mi crítica es precisamente dirigida a ésta forma de plantear el tema.
    Si bien es Ud capaz de poner el ejemplo de AIG (muy conocido por cierto y de avalable postura) - ejemplo concreto, pues ponga por favor ejemplo concreto de quién se ha subido el tanto % y si ésa empresa está en la situacion que arriba menciona?
    Tal como Yo comenté, no se debe generalizar. Que es lo que ,desgraciadamente, esta de moda.

    A ver si me explico con la cualificación sobre el "genero" de su artículo. Ud toca varios puntos/temas pero sobrevale la crítica a gerencia, bueno a tal como le califica: prohombres. De ahí el género, o sea, qué pretende: que hagamos huelga?, que salgamos a la calle a reclamarles que se dividan con nosotros (empleados)?. Por qué, porque todos tienen que ser iguales?
    ...vaya que no me interesa la política...pero me pone "nervioso" la vision de volver a vivir un sistema donde te dicen lo que es "bueno" y lo que no lo es...
    El mercado debe regular éstas empresas. Y el Estado no les debe ayudar.

    Me pregunta qué aporto con mi comentario, pués creo que: distancia (para analizar desde lejos), calma (para no luchar contra el sistema a toda costa, porque los hay peores).

    Muchas gracias por dedicarme su tiempo, buen fin de semana. Y no lo coja a mal. Desgraciadamente no soy buen escribano, por tanto, mis comentarios serán cortos, escuetos y sin citas (con todo mi respecto a los grandes de este Mundo).
    Saludos,

  2. en respuesta a Pinto pol
    -
    #7
    30/07/10 12:22

    Estimado Pinto Pol,

    No fuí yo sino Voltaire quien acuñó las frases ""Los que creen que el dinero lo hace todo, suelen hacer cualquier cosa por dinero" y “Todo abuso debería ser reformado”.
    En mi artículo hablo de gente capaz de anteponer sus intereses personales por delante de aquellos de la empresa, de líderes que en lugar de sacrificar honestamente una parte simbólica de sus ingresos ofenden a la inteligencia al incrementarlos mientras (paralelamente) sus empresas entran en pérdidas o destruyen empleo en cantidades nada desdeñables. Estamos hablando de datos objetivos que quien quiera puede seguir en las hemerotecas. En EEUU hay dirigentes de macroempresas que este año pasado "se han pagado" 1$ (o eso declaran...)vs los follones de AIG... ¡hay diferencia!
    Evidentemente la empresa privada (no es necesario gritar para que siga siéndolo en una democracia como la nuestra)tiene capacidad para organizarse y para definir su estrategia con independencia. La Ley pone a ello ciertos límites y, como se observa en escenarios más liberales que el nuestro (EEUU es el paradigma) la intervención del Estado irá in crescendo. Por la simple y objetiva conclusión de que el laissez faire ha demostrado que no hace sino alentar a los descerebrados a empujar sus empresas hacia el abismo. Y, con ello, a la sociedad.
    Hasta aquí abundo y comento mi propio artículo. Insisto en que me causa perplejidad observar cómo se dirigen ciertas empresas por parte de presuntos profesionales de la alta dirección.
    Además, he de confesarle que estoy auténticamente descorazonado al leer en su comentario que mi artículo es "del género socialista".
    Para empezar debería usted recordar que estamos en un país que desde hace 35 años dejó de ser monocolor y, en consecuencia, cabe todo tipo de colorido en el perfil de una persona o de un comentario puntual que puede o no coincidir con la apuesta política de la misma.
    Para continuar me gustaría que se pregunte qué aporta ese comentario gratuito y superfluo a su mensaje salvo un tono despectivo (hacia millones de personas en este país) que considero a evitar en toda relación entre igules; más aún teniendo en cuenta que Ud ni me conoce. El respeto debe primar y le invito a ello.
    Además, Rankia mantiene un marcado espíritu de autonomía en sus bloggers lo que permite que no haya interferencias en la línea editorial cosa que, como sin duda conoce, no ocurre en todos los medios donde sí existe un claro alineamiento político de sus redactores. En este portal Ud encontrará comentarios y artículos con visiones del mundo muy diferentes, plurales. Ud puede elegir a quien leer y a quien obviar sin precisar ofender o menospreciar a nadie ni a ningún colectivo. Le invito a ello.
    Permítame concluir con mi expresión de respeto hacia sus posiciones políticas y su apuesta por la autoregulación de la empresa (siempre que no toque el bolsillo público, como señala). Entiendo que en este punto no coincidimos pero, sin duda, podemos tener otros de encuentro. Agradezco su punto de vista como elemento de contraste salvo en el punto que he comentado.
    Terminaré con otra cita del mismo Voltaire:"Pensad por cuenta propia y dejad que los demás disfruten del derecho a hacer lo mismo."

    Saludos,

  3. #6
    30/07/10 10:14

    Mientras sean empresas privadas, que hagan con su dinero lo que estimen conveniente!. Ahora bien si el estado (nosotros) les ayudamos (prestamos , etc.) entonces ya no se debe hablar de empresa PRIVADA...

    En mi opinion este artículo se puede calificar como los del genero: socialista.
    A ver por qué no analizais que si no fuese por "esos" directivos (los que se incrementaron el sueldo), las empresas en cuestion no estarian hoy en pié?.
    Esto es un tema muy amplia y complejo, cada empresa es un mundo aparte y no se debe generalizar. Generalizando hacemos sólo populismo.

  4. #5
    26/07/10 16:41

    Es injusto que una generación sea comprometida,por la precedente.Hay que encontrar un medio que preserve a las venideras de la avaricia o inhabilidad de las presentes,
    NAPOLEON

  5. #4
    26/07/10 10:18

    Y lo peor de todo es que la gente diga:

    -Si hubiera otro, seguro que hacía lo mismo.
    -Que tío más listo.

  6. #3
    25/07/10 21:07

    Josep Pla, escritor y periodista catalán, un día se quedo maravillado delante de un escaparate de unos grandes almacenes y soltó: "hay que ver cuantas cosas hay que no necesito"...

    Magnífico post!

  7. #2
    24/07/10 20:34

    Ya que llevan un par de años si sacar nada de sus famosas stocks options, que remedio les queda, sólo recurrir directamente a la Caja de la empresa. De todas formas reconfórtate pensando que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita, ¿no crees?.

    Un abrazo, Carlos.

  8. #1
    23/07/10 21:52

    genial post y tristemente cierto contenido, compañero