Triste sin duda ha sido el papel que ha desempeñado la Economía en el desarrollo de los acontecimientos relacionados con el tercer rescate a Grecia. Como dijo asombrado Yanis Varoufakis, hablando de su experiencia en el eurogrupo, “allí no se hablaba de Economía”.
Igual de irritante, si no más, que la indignidad moral de los corruptos que tanto parecen abundar en las capas rectoras de la sociedad española es su más que manifiesta estupidez.
Poco a poco, pero con su más que conocida ineluctabilidad, los anuncios de juguetes empiezan sigilosamente a ocupar cada vez más espacio televisivo. No hay señal más evidente de que las Navidades ya están aquí. Al igual que el cambio climático se manifiesta en que la primavera llega cada año un poquito antes, también sucede lo mismo con las Navidades.
Sobre la bastante desconocida perspectiva rusa acerca de la actual "guerra económica" , véase: http://news.icfs.es/?p=52
¿Por qué sucede siempre, pero siempre, siempre, que los presupuestos que se hacen para los grandes proyectos de inversión pública siempre se queden cortos y haya que acudir a financiación adicional? Una respuesta que se oye mucho por ahí apunta directamentre a la corrupción. Es decir que vía la obligada ampliación de los presupuestos para acabar las obras, se pagarían por parte de los
Sobre la ciberseguridad he escrito estas dos entradas que aparecen en "el blog de la_SEI", el nuevo blog de la nueva Escuela de Inteligencia Económica/School of Economic Intelligence (la_sei) de la Universidad Autónoma de Madrid http://institutocienciasforenseslasei.blogspot.com.es/
A diferencia de otros críticos sociales de su época como John Ruskin o Thomas Carlyle, Charles Dickens no escribió ningún texto explícitamente dedicado a la economía de la Revolución Industrial y sus efectos.
Una de las características definitorias del gran escritor catalán Josep Pla es su agudísima sensibilidad para captar la realidad de las relaciones humanas que suele esconderse tras múltiples velos culturales o ideológicos.
Cuenta Paul Ormerod, un economista interesado en los comportamientos sociales, que en el Mundial de 1990 de Italia, los hinchas británicos eran con razón temidos dada su reputación en la sede de Cagliari que era donde Inglaterra jugaba.
Me escribe un excelente economista y buen amigo mío, José Igancio Rodríguez Antón de la universidad de Salamanca, para contarme un las conclusiones que se siguen de haber satisfecho " una curiosidad que llevaba pensando hace tiempo hacer (quería hacerla con la NAIRU, tasa de desempleo natural o cualquiera de sus múltiples y ridículas variantes): cuál es medir o calcular el PIB potencial/.
Tengo poco, poquísimo respeto intelectual por la Teoría Económica que "construyen" mis colegas académicos en sus investigaciones en sus torres de marfil universitarias. Se positivamente que, en su mayoría no sirven para nada práctico para la gente de la calle excepto para sus luchas por ascender en sus particulares carreras profesionales.
Se tiene un problema económico cuando no se tienen los suficientes medios o recursos para afrontar “adecuadamente” las necesidades u objetivos que se tengan. En tal caso, uno se ve forzado o bien a olvidar algunos de las finalidades que se tengan, o bien a redefinir (a la baja) el significado de la palabra “adecuadamente”.
(Cuelgo aquí esta entrada que corresponde a un artículo que me ha publicado el diario EL PAÍS con fecha 25 de Septiembre de 2013, a ver si me animo a seguir con el blog) En 1966, el gran economista Kenneth Boulding cuestionaba la relevancia de la Economía que se enseñaba en los libros de texto señalando que los individuos que los poblaban no eran seres humanos como los demás. Eran una .
uchos aún recordarán los tiempos en que no había cita previa para acudir a las consultas de medicina general en “la seguridad social”. Uno llegaba, se apuntaba a la cola y... a armarse de paciencia y esperar. Los pacientes teníamos que serlo de dos maneras: como enfermos y como pacientes en sentido estricto. Había que esperar pacientemente a que poco a poco la cola se fuese diluyendo.
Lo siento por sus admiradores y votantes, que se que son legión, pero Esperanza Aguirre en cuanto "figura" pública, que nada tengo que decir de la privada que no tengo el gusto o -más probablemente- el disgusto de conocer, me ha parecido siempre una estúpida. Desde sus ya lejanos tiempos como Ministra de Cultura o de Presidenta del Senado en las que con sus incultas opiniones dichas con .