Re: La República catalana
Familias y pymes catalanas tendrían problemas para devolver sus créditos si hay independencia
Según Moody's, los hogares y las pequeñas y medianas empresas tendrían inconvenientes a la hora de pagar sus préstamos
Asesores de multinacionales aconsejan "dejar en Cataluña sólo la actividad indispensable"
Ante un "improbable" escenario de independencia de Cataluña, los hogares catalanes, así como las pequeñas y medianas empresas de la región, se verían con dificultades para mantenerse al corriente de pago de sus préstamos, según apunta la agencia Moody's, advirtiendo además de las implicaciones negativas para las entidades financieras con exposición a Cataluña.
La calificadora de riesgos considera que en el caso de "un improbable escenario de independencia de Cataluña" habría consecuencias negativas para las operaciones financieras estructuradas existentes, aunque Moody's subraya que su escenario central continúa siendo que Cataluña se mantendrá como parte de España.
No obstante, en caso de que la región llegara a ser independiente, el analista de la agencia Antonio Tena señala que Cataluña perdería el apoyo extraordinario que recibe del Gobierno central y cualquier cambio en el riesgo soberano afectaría negativamente a la solvencia de las operaciones financieras estructuradas.
"Los hogares y pymes catalanas podrían enfrentarse a dificultades para mantenerse al corriente de pago de sus préstamos bajo un escenario de independencia", apunta Tena, añadiendo que la inestabilidad política en caso de independencia y su efecto sobre la economía catalana afectaría negativamente también a las clases de activos financieros estructurados.
En este sentido, la agencia considera que, ante la salida de alrededor de 2.000 empresas de Cataluña desde el pasado 1 de octubre, una recesión en sectores clave de la economía catalana tendría implicaciones negativas para aquellos valores respaldados por activos de pymes.
"Es probable un deterioro de la solvencia de estas pymes en caso de independencia, dada la importancia de las ventas a otras regiones de España a pesar del crecimiento de las exportaciones", afirma Ángel Jiménez, analista de Moody's.
En el caso de los valores respaldados por hipotecas residenciales (RMBS), Moody's advierte de que una bajada del precio de la vivienda, como consecuencia del exceso de oferta y la caída de la demanda, aumentaría las pérdidas dado el incumplimiento.
Asimismo, la agencia advierte de que en este escenario los deudores catalanes podrían verse en dificultades para afrontar sus pagos, debilitando la evolución de los activos domiciliados en Cataluña que respaldan titulizaciones españolas, incrementando las pérdidas en caso de incumplimiento.
"Este es especialmente el caso para las titulizaciones promovidas por bancos originalmente domiciliados en Cataluña, con una exposición media en sus carteras a préstamos en Cataluña de entre el 20% y el 45%", añade la agencia.
De este modo, la calificadora de riesgos añade que las titulizaciones se verían sujetas también a un riesgo de redenominación en el caso de que una Cataluña independiente adoptase una nueva moneda, además de que podría aumentar el riesgo de contraparte de las operaciones, con los riesgos derivados principalmente del papel desempeñado por los bancos en las titulizaciones.
"Aunque dos de los principales bancos originalmente domiciliados en Cataluña (Caixabank y Banco Sabadell) ya se han mudado fuera de Cataluña, podrían existir implicaciones negativas para las entidades con exposición a la región", advierte la agencia.
http://www.elmundo.es/economia/2017/11/06/5a002dc622601dfd798b4659.html
ESTA INDEPENDENCIA ES UNA RUINA
Ilustración: Raúl Arias
POR MIGUEL ORS VILLAREJO
EL PROCÉS ES ÉTICAMENTE INSOLIDARIO, ECONÓMICAMENTE IRREALISTA Y POLÍTICAMENTE IMPRESENTABLE. YA HA CAUSADO BASTANTE DAÑO, PERO TODAVÍA ESTAMOS A TIEMPO DE EVITAR LA CATÁSTROFE
En 1995 la multinacional del embalaje Mondi envió a Alexander Ruckensteiner (Austria, 1966) a Barcelona, para que supervisara la compra de una empresa fabricante de sacos de papel. "Este país es fantástico", me dijo cuando años después lo entrevisté. "Hay profesionales excelentes y grandes oportunidades de negocio". Ruckensteiner hizo sobre todo hincapié en la gente y el estilo de vida. "Vas a un parque y ves cómo los niños corretean mientras los padres toman tranquilamente unas cervezas... No hay un lugar mejor para formar una familia".
Volví a llamarle la semana pasada. Profesionalmente no ha podido irle mejor. En 2007 lanzó la firma de alquiler de trasteros Bluespace y, tras venderla hace tres años con una sustanciosa plusvalía, se ha dedicado a comprar solares y rehabilitar edificios. "Me iba fenomenal y estaba supercontento, pero lo he parado todo". Está asustado con la tensión social. "Yo he tenido equipos en Madrid y Barcelona y se entendían perfectamente. Ahora el trato está muy deteriorado".
"El futuro de Cataluña está menos claro que nunca", coincide Marco Hulsewé (Holanda, 1970). También él recaló de la mano de otra multinacional en una Barcelona "recién instalada en el estrellato mundial después de los mejores juegos olímpicos de la historia", como explicaba en un artículo de Expansión que se ha vuelto viral. Fascinado por la alegría mediterránea, dejó la multinacional, pasó por el IESE, se casó con una violinista de Bilbao, tuvo "tres maravillosas hijas" y "con sudor y perseverancia" ha levantado su propia compañía.
Hoy todo está en el aire. El 4 de octubre, durante una reunión de padres de alumnos, el comentario era unánime: estamos pensando en marcharnos de Barcelona. "Uno", me cuenta, "no se habla con su suegro. Otro, que trabaja en banca, ha sufrido un escrache: 'Votarem, votarem!', le gritaban... Y una madre colombiana que tuvo la osadía de arrancar un cartel de [la organización independentista] Òmnium Cultural de la escalera se encontró con que dos vecinos mayores, que habían sido siempre encantadores, le increpaban: '¡Usted no es de aquí, fuera, no es catalana!" El ejemplo más ilustrativo del brutal desgarramiento es un matrimonio amigo. "La mujer se enteró de que el marido había ido al referéndum del 1-O a escondidas y ella misma acudió casi clandestinamente a la manifestación de Sociedad Civil del día 5".
La Autoridad Fiscal estima en unos 1.500 M. el impacto del desafío soberanista en el PIB catalán
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) considera que la inestabilidad causada por el proceso soberanista recortará en siete décimas el crecimiento previsto para Cataluña en 2018, aunque las estimaciones más pesimistas elevan el impacto hasta el 2,7%.
BBVA estima en 12.300 M. el coste para España de una incertumbre prolongada en Cataluña
El departamento de análisis de la entidad financiera rebaja dos décimas sus estimaciones de crecimiento de España para 2017 y en tres décimas para 2018 como consecuencia de la incertidumbre generada por el proceso independentista en Cataluña.
Final del «procés»: Fracaso del nacionalismo
Un amigo me cuenta que un sobrino suyo, un niño de ocho años que vive con su familia en una ciudad pequeña de Tarragona, volvió a su casa una tarde, hace muy poco tiempo, diciendo que quería ser español. Si no le dejaban serlo, se iría a vivir con su tío a Madrid. La anécdota es digna de una fábula clásica. La naturaleza vuelve por sus fueros y deshace de pronto todo el artificio que se había querido montar sobre ella.
Las cosas, claro está, no son tan sencillas, aunque en estos días, desde que en el Parlamento de Cataluña se aprobaron sin debate la convocatoria del referéndum y la mini Constitución de la República catalana, hemos asistido a la realización de un experimento extraordinario en nacionalismo y construcción de la nación. Y el resultado ha sido inequívoco.
El nacionalismo no es una forma de patriotismo exaltado. El nacionalismo es una ideología que persigue y promete la construcción de la nación, y no una nación cualquiera, sino la nación redentora y final. Es la senda que el nacionalismo catalán emprendió hace más de cien años, en un momento de crisis general de los sistemas liberales. El intento requería un temple extraordinario: paciencia, visión estratégica, tenacidad... En 1934, sumergido en una República que era de por sí un proyecto revolucionario, el nacionalismo catalán creyó que había llegado el momento de afirmar la existencia de esa Nación. El intento, prematuro y atropellado, le costó al nacionalismo décadas de silencio.
Algo parecido decidieron los nacionalistas en el año 2012, en plena crisis económica, cuando el Estado español parecía a punto de quebrar y la demanda de un trato fiscal especial, a lo vasco navarro, fue acogida por el Gobierno central con una apelación al realismo. Lo ocurrido desde primeros de septiembre es la culminación del «procés» puesto en marcha entonces y los hechos acaecidos desde el 1 de octubre, con la absurda parodia de referéndum, su quiebra definitiva.
Lo que se ha demostrado es que el nacionalismo catalán no ha logrado construir la nación catalana con la que soñaba. Ni el referéndum fundó esa entidad mítica pero básica que es el pueblo, el pueblo catalán, ni la proclamación de la república catalana, que es el gesto por el cual la nación se encuentra a sí misma gracias a la creación de un Estado soberano, tuvo efecto apreciable. Los movimientos de protesta han sido escasos, lejos del levantamiento popular, más o menos espontáneo, que tantos habían previsto con temor o con esperanza.
Habrá un nacionalismo irredento que rescate la vigencia del proyecto y afirme que el fracaso del ensayo es tan sólo un nuevo aplazamiento. El nacionalismo volverá a arrancar después de esta derrota y contará ahora con todo el trabajo ya realizado, el que ha llevado al auge del independentismo en la opinión pública catalana. Ahora bien, incluso ese sector reconocerá que lo que se demostrado es la incapacidad del nacionalismo actual para construir la nación.
Hemos podido comprobar, por tanto, que no basta un relato para construir una nación. Las naciones no consisten en relatos. Ni basta el enorme aparato de propaganda de un casi-Estado, como es la administración y el gobierno de la Comunidad de Cataluña, para que ese relato prenda en la realidad. Las naciones no se crean por capricho ni por decisión política. Requieren, para serlo de verdad, otro grado de profundidad y densidad histórica, cultural y política.
Otro tanto ha demostrado, desde la perspectiva opuesta, la resurrección de la nacionalidad española. Habrá quien hable de la reaparición de otro nacionalismo, en este caso del nacionalismo español. Se equivoca. Lo que ha aparecido en estos días, lo que se apuntó en la manifestación del 8 de octubre y en la afirmación española y constitucional ocurrida en todo el país es otra cosa. No aspira a construir la nación española, que es una realidad, y no formula promesas redentoras ni salvará a nadie ni necesita por tanto excluir y discriminar. Es una manifestación integradora y abierta. Requería el acuerdo explícito de fuerzas políticas que hasta ahora no lograban llegar a un acuerdo sobre este punto. Ocurrido este pacto, que el discurso del Rey permitió visualizar, todo lo demás viene de forma natural. Así como no basta un relato para construir una nación, la nación española ha demostrado su vigencia más allá de la cuestión de la «narrativa». La demostración es irrebatible e instaura una situación nueva, que los partidos políticos nacionales o constitucionales habrán de tener en cuenta a partir de aquí. Difícilmente se les perdonará el perpetuo flirteo con los nacionalistas que ha llevado a estos a creerse tan poderosos como para fundar una nueva nación... y arruinar de paso la existente, algo que forma parte siempre de cualquier nacionalismo.
Aquí interviene el Estado, Estado de Derecho como es de rigor. Los primeros nacionalistas catalanes tenían un profundo respeto por el Estado, que consideraban el primer obstáculo en la creación de su nación. Sólo el poder del que han gozado los nacionalistas en democracia ha llevado a estos a creer que podían dar el obstáculo por superado, hasta el punto de apropiarse de sus instituciones e incumplir la ley. Pues bien, se ha comprobado que la afirmación de la nación (la nación española, se entiende) ha ido en paralelo a la reafirmación del Estado en todas sus competencias: en lo judicial, en lo ejecutivo y, en las próximas elecciones del 21 de diciembre, en lo legislativo.
Tampoco en esto España era un relato mal hilvanado, ni la democracia liberal es más débil y vulnerable que el voluntarismo emocional del nacionalismo. Pase lo que pase el 26 de diciembre, se ha acabado una era en la historia de España y no será posible volver a lo que ahora empezará a parecer un gigantesco artificio en el que el nacionalismo parecía triunfar siempre sobre la nación. La naturaleza, efectivamente, se ha impuesto. Y los relatos y las narrativas han saltado por los aires.
La 'República de Catalunya' ya tenía preparados los presupuestos del año 2018
La Generalitat que presidió Carles Puigdemont llevaba preparando los presupuestos de la nueva "República catalana" al menos desde el pasado mes de junio. Hasta el extremo de que los líderes nacionalistas tenían ya ultimada hace cinco meses la presentación de lo que bautizaron directamente como " Ley 1/2018de 2 de enero".
EL MUNDO ha tenido acceso a este documento, que fue remitido a las seis de la tarde del pasado 20 de junio al entonces secretario de Hacienda, Josep Lluís Salvadó, por parte de Anna Tarrach Colls, directora general de Presupuestos.
A lo largo de aquella jornada Tarrach y Salvadó discutieron, entre otras cuestiones, la "portada" de los futuros presupuestos de la Cataluña independiente para "decorarla y mejorarla como se quisiera". Debatieron qué fotografías de localidades catalanas debían ilustrar su carátula así como su diseño. Llama la atención en dicho documento que el Gobierno catalán de Puigdemont ya tenía elaborado, entre otras cuestiones, el membrete oficial del " Gobierno de la República de Cataluña" y había encargado con fondos públicos la elaboración de sus nuevos logos.
Estas comunicaciones, que constituyen una de las pruebas más gráficas conocidas hasta el momento de los trabajos preparatorios para la independencia con cargo al erario público, obran ya en poder del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que investiga estas actuaciones por un delito de malversación de caudales públicos. De hecho, las gestiones se llevaron cabo a través de los correos electrónicos oficiales de los altos cargos, que han sido ya intervenidos por los investigadores.
En el marco de este procedimiento judicial, en el que se examinan los preparativos para el referéndum ilegal del pasado 1-O, la Guardia Civil se encuentra en estos momentos cuantificando la cifra exacta de fondos públicos dispuesta por el Gobierno de Puigdemont en actos ilícitos.
No en vano, el juzgado ha oficiado ya a la Generalitat la petición de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Guardia Civil para que informe de manera inmediata y con todo lujo de detalles de todos los trabajos que se han encargado, pagado y ejecutado en relación con el intento fallido de ruptura de Cataluña con el Estado español.
Los investigadores han reclamado el "desglose", partida por partida, de todos los fondos dispuestos para la consulta del 1-O así como para cualquier otra actividad relacionada con la secesión. El requerimiento exige que la contestación contenga "al menos" una serie de partidas. Entre ellas, "el pago de informes previos a la celebración del referéndum"; la "publicidad en los medios, pagos para la creación de los distintos eslóganes relacionados con el referéndum y pago de su difusión en los distintos medios, televisión, radio y prensa".
Asimismo ha solicitado el coste del "material electoral, urnas, papeletas, sobres, gastos de envío del llamado censo electoral realizado al menos por Unipost, etc.".
A su vez pide que la contestación de la Generalitat contenga los "gastos relacionados con las distintas webs creadas con el fin de difundir el referéndum y el coste de aquellos medios informáticos para la emisión y escrutinio de votos, así como aquellos dispositivos electrónicos adquiridos para la verificación de los votos emitidos con el censo disponible".
De manera paralela la Guardia Civil y el juez han pedido los "costes relacionados con el traslado y estancia de los distintos observadores internacionales invitados para la verificación del referéndum" y el "pago por los actos de apertura (contratación del local denominado Tarraco Arena) y clausura ( Font Mágica de Montjuic) del citado referéndum".
Por último, ha instado la entrega del "pago a personal empleado para llevar a término el referéndum". Y se ha precisado por parte del juez que se detalle "en qué partida y a qué conselleria se repercutieron los mismos".
Se da la circunstancia de que en el mismo procedimiento judicial ha quedado también acreditado que el ex secretario de Hacienda del Gobierno catalán calificaba "del todo inviable" la independencia de Cataluña poco después. Josep Lluís Salvadó admitió a otro alto cargo autonómico hace tres meses que "aún se carecía de muchas cosas necesarias, como control de aduana o banca propia".
El número dos del entonces vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, precisó el pasado 30 de agosto en una conversación intervenida que tenía previsto reunirse con una enviada del ex presidente Carles Puigdemont. Esta cita tenía como objetivo, según la misma conversación, abordar la situación económica con vistas a declarar la independencia el pasado mes de octubre. Salvadó consideraba que no se daban todavía las circunstancias adecuadas y reveló su preocupación ante la contestación que debía darle a la emisaria de Puigdemont.
Y es que temía que sus objeciones a la secesión pudieran ser interpretadas en el seno del PDeCAT como un intento por parte de ERC de poner trabas a la independencia. Por lo que finalmente optó directamente por "torear" a la interlocutora que le mandaron.
TV3 a sus anchas: así explica a los niños por qué Puigdemont y cía son “presos políticos”
La televisión pública catalana de la TV3 emitió este lunes un espacio informativo dirigido a un público infantil en el que explicaba, desde un punto de vista sesgado con fines separatistas, “qué son los presos políticos”.
Pulse aquí para ver el vídeo completo de TV3, hasta el minuto 03:30
“Segurísimo que estos días habéis escuchado a vuestros padres que hablaban de políticos que están en la cárcel, ¿a que sí? Se habla por todos lados, en las radios, en las cafeterías, en las televisiones. ¿Pero qué ha pasado exactamente? Os lo vamos a intentar explicar en tres minutos“, afirma la presentadora de ‘Infok’, un programa dedicado a los niños, como introducción a esta pieza.
A continuación aparecen imágenes de manifestantes portando pancartas pidiendo la puesta en libertad de los golpistas encarcelados. En este punto, aparecen fotografías de los líderes de ANC y de Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, y de los ex conselleres que ingresaron en prisión preventiva, como Oriol Junqueras o Raül Romeva.
“Un preso político es una persona que está en la cárcel pos sus ideas políticas, por pensar y actuar diferente que las personas que gobiernan un país”, manifiesta la presentadora junto a otro conductor en un tono ameno y didáctico.
Los dos comienzan a detallar las dos posturas enfrentadas dentro del desafío independentista: “En el caso de estas personas, hay quien cree que las han encarcelado por ser independentistas, es decir que son presos políticos y que no es justo que estén en la cárcel, pero también hay mucha gente que cree que no, que en España no hay presos políticos y que ellos tienen que estar en la cárcel porque han cometido una serie de delitos, delitos consideran muy graves”.
En este punto cuando se empieza a señalar a la “Justicia española” como la principal culpable de que los ex miembros del Govern se encuentren en prisión preventiva: “La Justicia española los acusa de saltarse las normas de la Constitución, el libro donde se recogen las leyes españolas, para conseguir la independencia de Cataluña”, recalca la presentadora.
“De violencia nada, todo se ha organizado pacíficamente”
La narradora va desglosando este argumentario con la ayuda de presentador que adopta un papel de cómico al preguntarle todo el tiempo a su compañera y expresando una cara de sorpresa al momento.
“¿Qué es el delito de rebelión?”, pregunta uno de los presentadores con cara de asombro, a lo que su compañera responde: “Un delito que consiste en provocar que mucha gente salga a la calle usando la violencia para cambiar cosas básicas de un país”.
Esta explicación sesgada viene acompañada por imágenes de niños pequeños acudiendo a manifestaciones independentistas, como la que tuvo lugar el pasado 11 de septiembre con motivo de la Diada de Cataluña.
No obstante, se olvidan de recordar que los golpistas encarcelados están acusados, además de un delito de rebelión, de uno de sedición y de malversación de caudales públicos para la causa separatista.
“Los políticos catalanes dicen que eso no es lo que han hecho, porque de violencia no ha habido nada, que todo se ha organizado de forma pacífica. En cambio, una parte de la Justicia española considera que sí. Y ha enviado a los políticos catalanes a prisión”, prosigue la narradora.
El vídeo también indaga en las razones por las que la juez lamela decidió ingresar a los ex conselleres en prisión preventiva, debido al riesgo de fuga y a la destrucción de pruebas. La conductora del programa lo explica mientras su compañero pone rostros de asombro.
“Consideran que el juicio no sería justo”
“No todos los políticos del Govern están en prisión. Los hay que se han ido a Bélgica, como el president Carles Puigdemont”, relata la narradora, en alusión al ex presidente de la Generalitat fugado junto a otros cuatro ex consejeros.
Ambos presentadores hacen hincapié en que su huida se debe a que “consideran que en España el juicio no sería justo”. En este apartado, ponen al Estado español como si fuese el ‘malo de la película’ al haber solicitado la extradición de Puigdemont y sus ex conselleres al no haber acudido a la Audiencia Nacional cuando fueron citados.
Escaso seguimiento de la huelga pese a la presión de los piquetes
asi quieren ser un pais utilizando a los niños?????
Fachas e infanticidas! Lo tienen todo.