Re: Cataluña 2017: El final del camino.
y la cup apoya al gobierno de la generalitat !!!
Dentro de Cataluña, 35 empresas diseñan, fabrican componentes para armas cuyo principal comprador es el Ministerio de Defensa español. Entre 2002 y 2011, la Generalitat catalana ha dado en subvenciones 18,9 millones de euros a la industria catalana de armas, una cifra no escandalosamente alta para ser presupuestos pero dinero público que una gran parte de la población no conoce. La cifra aumenta a 62,2 millones de euros si se cuenta como fabricadora de vehículos para las fuerzas armadas a Nissan. Los datos fueron recogidos en el informe del Centre Delàs La Indústria catalana, un desig insatisfet escrito por Pere Ortega, coordinador e investigador de la institución.
Cabe destacar que de las 35 empresas la gran mayoría se dedican a fabricar vehículos, ofrecer servicios, o comparten una vertiente militar con otra civil. Una de estas empresas es Applus, dedicada a la certificación de sistemas electrónicos. El 75% de sus acciones pertenecen a Carlyle Group y el 25% a entidades financieras como BBVA i Catalunya Bank, que financian empresas de armas. Al mismo tiempo, Applus es contratista de Navantia, empresa a la que le certifica submarinos de guerra. Tras la entidad Carlyle Group se encuentra la familiar Bush, George Soros, el exsecretario de estado de los EEUU James Baker. El presidente del grupo es Olivier Sarcozy, hermano del expresidente francés Nicholas Sarcozy. Por otro lado, dentro de las empresas que sí que fabrican armas y que han sido subvencionadas por la Generalitat de Catalunya se encuentra Expal, empresa del grupo Maxam, antigua unión de explosivos. Maxam fabrica explosivos para caza en su vertiente civil y mediante Expal fabrica bombas y proyectiles. En el pasado, la industria Maxam produjo bombas de racimo y bombas antipersona.
El impulso a la aeronáutica militar de Cataluña
Las instituciones políticas catalanas llevan desde el año 2000 intentando estructurar un complejo industrial aeronáutico en el territorio catalán. En 1999, el exalcalde de Barcelona Joan Clots impulsó una plataforma para integrar todas las empresas de aeronáutica de Cataluña, la BAIE. Su presidente es Fernando de Caralt, expresidente de Construcciones Aeronáuticas SA y de la Asociación Española de Fabricantes de Armamento y Material de Defensa y Seguridad. Entre otras actividades, Caralt es presidente de CIMSA, empresa de aeronáutica cuya producción se haya entre el 50 y el 70% destinada al sector militar según los datos del Centro Delàs. Por otro lado, junto a BAIA se creó CTAE, el Centro de Tecnología Aeroespacial, ubicado en el parque tecnológico de Cerdanyola del Vallès. Aun así, según Pere Ortega la industria militar catalana es un impulso que no llega a cuajar y el problema es mucho más global.