Cuando se organizó el conocimiento moderno, durante el positivismo decimonónico, la cultura vasca carecía de instituciones soberanas capaces de garantizar su desarrollo natural y poder mitigar los efectos estigmatizadores que desde Madrid y París se promovían sobre sus orígenes “oscuros” y “no nacionales”. De esta manera se fue creando un discurso que caracterizaría a la cultura vasca como “antimoderna”, incompatible con el progreso occidental. Durante el siglo XX las experiencias traumáticas que supusieron las dictaduras genocidas de primo de Rivera y Franco llevaron al extremo los intentos de exterminio de la lengua vasca, con su prohibición explícita.
La etapa neoliberal, caracterizada a su vez por la exclusión social, la violencia institucional, la frivolización de la política y la corrupción generalizada cuya imagen trágica fue la Transición franquista, los gobiernos neoliberales de Aznar, Rodríguez Zapatero y Rajoy, continuaron esta politica antivasca. La adopción del modelo neoliberal por parte del Estado español potenció la tradición cultural hispanista. Su principal objetivo es proporcionar un relato histórico de cohesión social para que los conquistados vascos piensen que históricamente forman parte de la nación española. Demás está decir que esta tradición es la que se imparte en los centros de enseñanza públicos españoles.
Los esfuerzos argumentativos de esta tradición en canonizar la hispanidad de a través de un tautológico y falaz mimetismo histórico, se apoyan sobre tres grandes ejes:
La administración de un relato basado en la filiación del “destino de hispanidad” del pasadovasco como agente de homogeneización, eliminando la milenaria memoria e identindad vasca.
La invención de una tradición durante la modernización estatal del siglo XIX, luego de la provincialización del reino (1841) y las derrotas carlistas, que intentó legitimar la hispanidad en la identidad vasca a través del sobredimensionamiento de la participación del reino vasco de Navarra en la batalla de las navas de Tolosa (contemporánea a la conquista castellana de la Navarra oriental) y la reflexión oficial del quinto centenario de la conquista de Navarra de 1512 como una voluntaria incorporación a Castilla y como acontecimiento purificador de la catolicidad.
La pretensión hegemónica en el control de las instituciones que legitiman el pasado desde donde promover la interiorización profunda y alienante de la ideología hispana. Ej: Los centros de enseñanza del Estado, La Universidad de Navarra, Museos, Archivos históricos, Bibliotecas, Fundaciones, etc.
El neoliberalismo español se caracteriza por un odio visceral a las manifestaciones culturales autóctonas vascas. En este caso el euskera fue y es víctima de la permanente opresión y amenaza que desde el gobierno se lleva a cabo. Sectores neoliberales consideran al euskera como "caballo de Troya" del nacionalismo vasco . De esta manera se realizaron esfuerzos políticos para eliminar al euskera en su solar originario a través de la promulgación de leyes que acorralan a los euskaldunas en determinadas zonas del territorio e impiden el acceso a la educación en euskera en aquellas zonas consideradas no vascófonas.
Al monopolizar el aparato estatal neoliberal, la tradición hispanista ha desarrollado un estricto control cultural, asfixiante y fascista, que actúa bajo todas las formas de cooptación y represión cultural conocidas: censura, destrucción patrimonial y bibliocastía. Esta última quedó en evidencia por la escandalosa decisión del Consejero de Educación de Navarra José Iribas de prohibir más de 20 libros utilizados en educación, donde aparecía Navarra como parte de Euskalherria