Hola Josmalobla. Como bien dices, la Cartera Permanente es sota, caballo y rey en su concepción general: 25% RV, 25% RF, 25% oro y 25% liquidez. Pero, como siempre, el diablo está en los detalles. ¿Cómo se concreta cada una de estas patas? La formulación de Browne iba dirigida al público inversor estadounidense y utilizaba RV USA y RF USA a muy largo plazo (30 años). La cuestión que se plantea es cómo diseñarla para un inversor no estadounidense y, concretamente, para uno europeo. Y ahí es donde está el debate entre los que se ocupan de esto. Una respuesta rápida sería utilizar RV europea y RF europea (o de la Eurozona, otra pequeña disquisición, como ves). Con la duda de si la CP europea tendría el mismo comportamiento y ofrecería la misma robustez que la estadounidense, habida cuenta de que Estados Unidos es la primera potencia mundial en mercados financieros, que el dólar es la divisa de reserva internacional y que de la Eurozona sólo tenemos experiencia histórica desde hace poca más de veinte años.
La propuesta de Carlos Santiso (Icaria) fue combinar en su fondo, a partes iguales, una CP estadounidense y una europea.
Puedes ver sus planteamientos aquí:
Otro planteamiento es “universalizar” la cartera utilizando RV global y, acaso también, RF global (cubierta). Esta fue la propuesta inicial de Rafael Ortega (Kronos) en lo que a la RV se refiere, aunque más adelante se decantó por una CP europea “con sesgo global” (como dice), repartiendo la RV a partes iguales entre RV europea y RV global (y dándole, por otra parte, un peso extra a inmobiliarias que, según él, están infrarepresentadas en los índices).
Aquí puedes ver sus argumentaciones al respecto:
Y además de lo anterior hay que concretar también qué RF utilizar. En puridad debería ser RF de la máxima calidad, por lo que para Europa es habitual utilizar bonos alemanes … aunque en su propuesta de 2021 Ortega incluye también holandeses y finlandeses. Y según Browne deberían ser a muy largo plazo (30 años), aunque es común utilizar el de 10 años. Y también está la cuestión de la liquidez. ¿Efectivo en cuentas y depósitos? ¿RF a corto / muy corto plazo? ¿Vale deuda corporativa?
En resumen, que a la hora de “bajarla a tierra” caben variadas interpretaciones y encendidos debates entre los proponentes de unas u otras soluciones y, como siempre, entre los puristas ortodoxos y los que no lo son tanto.
Un placer si he podido aportarte algo.
Un saludo.