Cinco claves importantes a considerar para la semana que viene
1/ RUMORES DE INFLACIÓN DE LA FED
Los mercados escucharán atentamente lo que la Reserva Federal tenga que decir sobre la inflación al final de su reunión de dos días el miércoles, en medio de la preocupación de que los billones de estímulos fiscales alimenten un aumento de los precios al consumidor.
Después de años de inflación muy baja, una serie de indicadores, incluido el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) preferido por la Reserva Federal, están en alza. El PCE subió un 3,8% en los 12 meses anteriores a mayo, su mayor salto en tres décadas.
La Reserva Federal insiste en que el aumento de los precios al consumo será temporal y en que dispone de las herramientas necesarias para combatir un repunte inflacionista. Los indicios de que los responsables de la política monetaria podrían estar preparándose para un aumento más sostenido de los precios al consumo podrían desatar el temor de que las políticas de flexibilización de los tipos de interés se retiren antes de lo previsto y perjudicar a las acciones.
2/ DEBUT DE LA DEUDA
La UE emitirá su primer bono en el marco del fondo de recuperación post-pandemia de 800.000 millones de euros, posiblemente en unos días.
Es posible que la emisión conjunta de bonos no haga por Europa lo que el Secretario del Tesoro Alexander Hamilton hizo en 1790 por los recién formados Estados Unidos: crear una unión fiscal. No hay planes para que el fondo sea permanente.
Sin embargo, no hay que subestimar su importancia: La UE se convertirá en uno de los mayores emisores del mundo, con 80.000 millones de euros en bonos para el fondo de recuperación vendidos este año. Y la llegada de bonos grandes y líquidos no pasará desapercibida para los inversores ni para el BCE, que puede comprar la deuda a cambio de un fuerte estímulo.
3/ DESAPALANCAMIENTO, DE NUEVO
China publica el miércoles los datos de producción industrial y ventas minoristas de mayo. Se espera que ambas cifras sean inferiores a las de abril, aunque proporcionarán una nueva visión de las perspectivas económicas de la segunda economía del mundo.
Hasta ahora, el consumo interno sigue siendo escaso. Las exportaciones han compensado en exceso este año, pero eso está empezando a cambiar a medida que el resto del mundo se abre y gasta menos en productos manufacturados chinos.
Los datos más recientes muestran que Pekín ha vuelto a emprender la campaña de desapalancamiento que abandonó el año pasado cuando se produjo la pandemia, es decir, medidas sutiles para frenar la subida del yuan, un gasto fiscal limitado y selectivo, un fuerte control de los sectores inmobiliario y de la administración local y medidas para enfriar los precios desbocados de las materias primas.
4/ REUNIRSE
Las reuniones de alto nivel de los próximos días mantendrán los temas geopolíticos en ebullición, y los mercados turcos y rusos en vilo.
El lunes arrancará en Bruselas la cumbre de la OTAN, que incluirá un primer encuentro cara a cara entre el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo turco Tayyip Erdogan. En el orden del día figuran Siria, Afganistán y «diferencias significativas», según un alto funcionario estadounidense, ya que Ankara y Washington están enfrentados en una serie de cuestiones.
El miércoles, Biden se enfrentará al presidente ruso Vladimir Putin en Ginebra para lo que promete ser unas conversaciones acaloradas con amargas disputas sobre la interferencia electoral, los ciberataques, los derechos humanos y Ucrania.
5/ UN CRECIMIENTO SIN VUELO
¿Está el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda a punto de ver batida su previsión de crecimiento para el primer trimestre? El PIB neozelandés se conocerá el jueves, y el banco central cree que será negativo, lo que situará al país de nuevo en recesión técnica.
Los indicadores parciales, sin embargo, dicen que podría no ser así. Aunque la ausencia de turistas extranjeros se notará mucho, el consumo interno ha sido robusto y los precios de las materias primas -especialmente la leche y la madera- han evolucionado favorablemente.
Una mejora puede no significar una fortaleza sostenible, pero una sorpresa en los titulares sugeriría una economía con una base más firme de lo que el RBNZ aprecia, añadiendo presión para normalizar la política incluso más rápido que el agresivo calendario marcado el mes pasado.
