IAG se puso cómodamente en los 2,5 euros por acción la semana pasada, niveles no vistos desde la irrupción del coronavirus en marzo de 2020. Pero la escalada bélica de Israel, que no deja país vecino sin atacar, eleva el precio del combustible y amplía el espacio aéreo global restringido: dos aspectos que no van bien para los resultados de cualquier aerolínea con negocio internacional. Sin embargo, el mercado aún ve motivos para que la compañía alcance los 3 euros por acción, una valoración con la que no contaba la aerolínea en más de cuatro años.
El rally bursátil de la aerolínea hispanobritánica se cortó por el incremento del precio del crudo cotizado, principalmente, que puede poner en entredicho los costes de IAG. Sin embargo, la aerolínea se caracteriza por contar con buenas coberturas de precio de combustible. Es decir, tiene garantizado un precio fijo por el combustible para la mayor parte del 2024 y el resto se habría pagado a precios inferiores a los vistos el año pasado (el barril Brent anotó un precio medio de 82,2 dólares en 2023 frente a los 81,7 dólares de lo que va de 2024).