Declaraciones de Anthony Doyle, director de inversiones del área de rent fija de M&G.
El BCE anunció ayer que realizará un programa de relajación cuantitativa de 60.000 millones de euros al mes. La compra de deuda pública se realizará de acuerdo a la clase de suscripción de capital del BCE. El programa se mantendrá hasta finales de septiembre de 2016, alargándose hasta que el BCE consiga estabilizar los precios alrededor del 2%. El BCE declara que el objetivo de mantener los precios en el 2% se ve amenazado por la caída de los mismos. Se espera que las medidas de relajación cuantitativa impulsen la inflación en la zona del euro.
Estimamos que, a corto plazo, el programa de relajación cuantitativa podría presionar a la baja las rentabilidades de la deuda pública europea, lo que llevaría a los inversores a buscar oportunidades que ofrezcan más rentabilidad.
Así, la deuda Investment Grade y la de alto rendimiento podrían beneficiarse del anuncio de relajación cuantitativa. Es probable que la presión sobre el euro incremente cuando los inversores europeos busquen rendimientos positivos a nivel mundial.
Anthony señala que a largo plazo el rendimiento de la deuda pública debería aumentar en el momento en que las medidas adoptadas por el BCE comiencen a tener un efecto positivo en la inflación. Desde M&G esperan una mejora en el acceso al crédito de las compañías no financieras y de los hogares. Ello debería hacer que la demanda se incremente. Asimismo, una caída del euro podría llevar a un aumento de los precios de las importaciones y con ello de la inflación.
Además, se vería beneficiada la producción destinada a la exportación, lo que implicaría un incremento de la actividad económica.
Con mejores perspectivas sobre la inflación y el crecimiento, es probable que la deuda pública europea se vea presionada.
El Banco Central Europeo ha llevado a cabo tarde la rejalación cuantitativa, en comparación con otros bancos centrales, sin embargo, Anthony declara que más vale tarde que nunca.
La acción más potente sería el compromiso de mantener las medidas de relajación cuantitativa hasta el momento en que se recupere la estabilidad de precios en la zona del euro. Con la decisión de llevar a cabo esta medida no convencional, el BCE demuestra que hará todo lo que sea necesario para cumplir con su objetivo prioritario de manterner los precios en el 2%.