Análisis de Santalucía
El Grupo Volkswagen (VW), con sede en Wolfsburgo (Alemania), es uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo y el mayor fabricante de automóviles de Europa. VW opera 124 plantas de producción en 20 países europeos y en otros 11 países en América, Asia y África. Cuenta con 671.205 empleados en todo el mundo y vende sus vehículos en 153 países. A pesar de las duras condiciones que atraviesa la industria automovilística desde la segunda mitad de 2018, el número de vehículos del Grupo entregados a clientes aumentó a 10,97 millones en 2019 (2018: 10,80 millones), aumentando así su cuota de mercado global desde el 12,2% hasta el 12,9%. Los ingresos por ventas en 2019 totalizaron 252.600 millones de euros (2018: 236.000 millones), mientras que el beneficio neto ascendió a 14.000 millones (2018: 12.200 millones).
Actualmente presenta una capitalización de mercado cercana a los 65.000 millones de euros. El Grupo está compuesto por doce marcas de siete países europeos: Volkswagen, Audi, SEAT, ŠKODA, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche, Ducati, Volkswagen Commercial Vehicles y TRATON (Scania y MAN). Cada marca opera como una entidad independiente en el mercado. El Área de Vehículos Comerciales comprende principalmente el desarrollo, producción y venta de vehículos comerciales ligeros, camiones y autobuses de las marcas Volkswagen Vehículos Comerciales, Scania y MAN.
Por otra parte, el área de Power Engineering combina la producción de motores diesel de gran diámetro, turbomaquinaria, reductores especiales, componentes de propulsión y negocios de sistemas de prueba; dada la poca rentabilidad que ha presentado esta división en los últimos años, sumado a la iniciativa de VW de enfocarse unicamente en ser un productor de automóviles, pensamos que la Dirección buscará darle una salida a este negocio en el corto plazo, como ya ha hecho con RENK, la división especializada en soluciones para el control de fuerzas extremas en todo el tren de transmisión para aplicaciones industriales, producción de energía, aplicaciones navales y vehículos de rastreo.
Además, el VG ofrece una amplia gama de servicios financieros, que incluyen financiación de concesionarios y clientes, actividades de arrendamiento financiero, actividades bancarias y de seguros, y gestión de flotas. Bajo la nueva visión del Grupo Volkswagen con su estrategia TOGETHER 2025+, la compañía proporciona respuestas a los cambios y disrupciones que presenta la industria. Partiendo de la base de que la mejor solución para cumplir con los estándares medioambientales del hoy y del mañana es a partir del coche 100% eléctrico, VW invierte 12.000 millones de euros al año en el desarrollo de sus nuevas plataformas de producción de coches eléctricos.
En Santalucía Asset Management pensamos que VW lleva la delantera en cuanto a producto con respecto a sus competidores, creciendo de manera rentable con márgenes superiores en la producción de nuevos modelos eléctricos y generando flujos de caja estables y recurrentes a pesar de las condiciones desfavorables en las que opera el sector en general, además de contar con un balance robusto y una visión clara de la Dirección sobre dónde debe estar la compañía en el medio-largo plazo.
En términos de valoración, podemos observar como compañías como Tesla alcanzan un valor que ronda los 100.000 millones de dólares de capitalización (80x beneficios 2021) con una producción estimada de 1 millón de vehículos para 2021 (2020: 500.000/2019: 365.000); mientras que Volkswagen, con un total de 10 millones de coches producidos y vendidos en 2019, cotiza a solo 4,5x beneficios. A pesar de las perspectivas de crecimiento de Tesla (nuevas aperturas y crecimiento en cadencia de plantas de producción en China) y el contenido tecnológico presente en sus vehículos, pensamos que el gap entre el valor de Tesla y VW es excesivo e injustificado.
Las valoraciones de los productores de automóviles tradicionales se han visto afectadas por las caídas de la demanda global de los dos últimos años, la disrupción de nuevas tecnologías y las obligaciones regulatorias que les han obligado a invertir grandes cantidades de capital para su cumplimiento, con retornos más bajos de lo habitual. Consideramos que una vez normalizado el nivel de la demanda (≈ 90-95m de coches producidos al año) y transcurrido el periodo de transición hacia el coche eléctrico, los coches serán considerados un producto interconectado de movilidad con alto valor añadido (elevado contenido de software) por lo que creemos que la industria gozará de una recalificación y por tanto de un incremento de sus valoraciones.
Nuestra inversión en VW (en el Santalucía Europa Acciones y Santalucía Eurobolsa), tiene un carácter a muy largo plazo, por lo que esperamos, tomando como base un múltiplo conservador de 10x beneficios 2025 (17.000 millones EUR vs. 14.000 millones EUR en 2019), ver una valoración de 170.000 millones de euros (340€/acc), lo que resulta en un retorno de 3,0x la inversión inicial incluidos los dividendos.