Hola,
El comité de dirección es la punta de un iceberg, es lo que se ve, lo que remiten a la CNMV y lo que publica la prensa. Los altos directivos se cambian por otros, que lo harán mejor o peor que los anteriores. Subjetivamente podemos pensar que un cambio “total” es bueno o malo. Pero la pregunta relevante es:
¿que esta pasando bajo la línea de flotación?,
¿que está pasando con los recursos que hacen posible el negocio?
Las bajas voluntarias desde finales de 2017 son muchas, en mi modesta opinión, la gestión del talento es nula. Personas de valía se han ido, algunos a la competencia directa, sin contra-oferta, e incluso, sin entrevista de salida, …, ¿se ha reclutado para cubrir esos puestos, tal como se ha hecho con el comité de dirección?, ¿bajo la línea de flotación los puestos se cubren con personal de igual o mayor valía?
Más allá de una opinión subjetiva, están los datos, el grupo a diciembre de 2016 tenía 2.249 empleados, a diciembre de 2018 tenía 1.559 empleados sumando los cinco continentes. En términos de empleo en dos años el iceberg perdió más de un 30% de su volumen. En parte porque cada vez es un entramado societario más pequeño y parte por las bajas voluntarias. Y no sería mucho si respondiera a una regulación de empleo planificada pensando en las necesidades del negocio y su evolución, pero no es ese el caso.
No tenemos datos publicados que permitan evaluar las bajas voluntarias desde enero, pero que cada quién juzgue por las noticias que le van llegando, sobre quienes se han ido y su valía.
La empresa parece un iceberg a la deriva. El mercado observa como se derrite y mengua, sin tener certeza alguna de a donde se dirige (o si). La comparativa de datos de cierre de 2016 con los actuales, es demoledora, a pesar de una ampliación de capital y dos planes estratégicos en un año.
Un abrazo virtual