El número 176 de la Carta del Seguro comienza con música militar, algo de bombo y platillo, para el Newsletter de Aseguranza (juega en casa) y a la incorporación del BBVA a Ingrea (asociación de gerentes de riesgo fruto de la escisión de AGERS y que reúne a los peces gordos del empresariado español). En un tímido tercer lugar, como si diera vergüenza decirlo, aparece la siguiente noticia:
Caja Extremadura no utilizará los datos de sus clientes de forma indebida
El Colegio de Mediadores de Cáceres y Caja Extremadura sentaron las bases para una relación comercial en la reunión mantenida el 18 de marzo en Plasencia. En ella se concluyó que los profesionales de la caja serían formados periódicamente y la caja se comprometió a no utilizar datos de los clientes de forma indebida, alegando que se trataban de hechos aislados y que la Dirección General de la Operadora había ordenado no utilizará más ese sistema.
Si tuviera que hacer la nota de cata de esta noticia diría que el pase de boca es bastante redondo, fácil de beber, de cuerpo fuerte y con ligera acidez, porque no deja de ser un acuerdo comercial y no una decisión ética y punto. Notas suaves a frutos maduros, porque esto es algo que lleva tanto tiempo en el árbol que casi se pudre, algo de madera porque a punto han estado de llover los palos y torrefactos porque más de uno ya está quemado de tanto bregar por algo de decencia. Postgusto de largo recorrido con notas especiadas, más bien picantes, y amarga sequedad final derivada de la nula disposición del resto de bancos y cajas a tomar el camino de la decencia, aunque sea por interés como ha hecho noblemente la Caja extremeña.
Luego en la DGSyFP dirán que no se conocen malas prácticas. Mirarán por la ventana cómo asoman los primeros brotes verdes en cajas y bancos mientras los despachos de mediación ven como las pólizas parten secuestradas a bordo de la "Perla Negra" financiera guiada por el Jack Sparrow (más que gorrión, es un "pájaro") de turno. Porque mientras el crédito ande retenido por estos pollos quien precise de liquidez para tesorería o cualquier proyecto tendrá que bajar al puente donde se ponen los grilletes a los esclavos y, puestos a perder la voluntad, también la cederán en el seguro firmando lo que sea con tal de obtener otra bocanada de aire con olor a euro.
Y la bancaseguros crece, y la "Perla Negra" navega viento en popa. Si el entendimiento no andara corto de recursos y la lógica no fallara cual escopeta de feria alguien debería preguntarse de dónde sale tanto crecimiento en época de vacas flacas y por qué motivo ese crecimiento es tan disonante con la guerra de precios, con la caída de cartera en agencias y corredurías y, con sólo mirar los expedientes de préstamo y la incorporación de carteras por carta de mandato, cualquier espabilado acabaría sumando dos y dos. Pero seguramente ese resultado no es políticamente correcto.
Si les cuento mi experiencia reciente es para echarse a llorar:
- en nuestro Colegio recibimos una oferta del Banco Popular para que los mediadores de seguros colegiados ofreciéramos productos bancarios a nuestros clientes. Al decirles que podíamos estudiarlo pero que, en cualquier caso, los seguros relacionados con los préstamos los haría el cliente con quien deseara y tuviera más confianza ¡se negaron!: "ni siquiera podemos desmarcar la casilla de seguros al emitir la documentación de un préstamo; nosotros haremos el seguro", dijeron. Resultado: ahí acabó la reunión.
- un día me acerqué a un alto directivo de una Caja de Ahorros que tiene por virtud llenar sus portfolios de "productos solidarios". Me dije a mí mismo que ese perfil cuadraba con el de una entidad que siente respeto por los demás. Le propuse al directivo (una gran persona, por cierto), abrir una línea de colaboración con las corredurías baleares: prescribiríamos sus cuentas, depósitos y préstamos sin comisión con tal de encontrar una sola entidad financiera que no nos "guindara" los seguros y a quien poder recomendar a nuestros clientes. Eso suponía para la Caja una interesante oportunidad al acceder de golpe sin coste adicional a centenares de miles de clientes. Solo había una contrapartida: ellos podrían ofrecer sus seguros pero no obligar al cliente a contratarlos. NO ACEPTARON.
¿Les extraña que sienta una profunda tristeza cuando observo lo que se hace con los consumidores y percibo el efecto que estas prácticas tienen en la más profesional de las vías existentes para contratar un seguro, la mediación integrada por agentes y corredores?
Liberty, una de las mayores aseguradoras que opera en España ha tomado la decisión de no poner datos en el recibo domiciliado que permitan al banco o caja contraofertar basándose en lo que ven en pantalla. Es la primera y valerosa acción pero no debería ser la última. Cada vez que un asegurador o un mediador domicilian un recibo aceptado por su cliente pagan por la gestión y si esa gestión no llega a buen fin por malas prácticas del obligado a abonarlo por cuenta de su cliente (quien cobrará una comisión por no hacer lo que debe) ¿no es eso algo parecido a una... estafa?
Insisto: hay muchas preguntas sin contestar y la mediación está a punto de explotar. ¿Y el cliente, cuanto tiempo seguirá tragando bilis?
Yo estoy decidido a luchar por todos los medios contra esta tiranía que cada vez va a peor ¿Y usted?