"Yo soy un inversor conservador", "no quiero perder dinero", "mientras me dé algo me conformo", "la bolsa es demasiado arriesgada", "los fondos hacen lo que quieren", "con lo que me ha costado no quiero perderlo", "la mejor inversión es el ladrillo" y mil frases más se escuchan cada día en nuestros despachos, foros o, lo que es casi peor, en las oficinas bancarias.
La inmensa mayoría de las personas que tienen ahorros se definen como "inversores conservadores" cuando realmente no lo son pero sí son miedosos, poco formados y hasta vagos. Sí, vagos, ¿qué hace la gente antes de comprarse un coche? se mira varios concesionarios, revistas, foros, etc (fijaos en lo que se ha convertido forocoches) y entienden de cilindrada, frenos, bujías, llantas… y ¿para comprarse un móvil? todavía los coches representan una decisión económica importante, pero los teléfonos no tanto, sin embargo muchos saben de RAM, megapixeles, pulgadas, chips, etc… y no hacen nada para tomar decisiones fundamentales en la vida como dónde invertir para la jubilación da pereza y se acude a oficinas bancarias que "no cobran" por asesoramiento.
Sabiéndolo o no, la mayoría mienten diciendo que son conservadores. Esto no es una opinión es una información y se demuestra viendo los dos principales activos de las familias españolas: depósitos e inmuebles.
En la siguiente imagen se muestra cómo las españolas son las familias con más porcentaje de los ahorros financieros en depósitos. Evidentemente nadie se puede creer que más del 40% de los ahorros son destinados para el corto plazo (horizonte ideal de los depósitos), sino que también se usan a largo plazo, perdiendo oportunidades de inversión enormes, a cambio de rentabilidades ridículas (siempre relacionado con la inflación), pagando impuestos con cada pago y reinvirtiendo sin mirar nada más.
Más incongruente es definirse como conservador y hacer inversiones inmobiliarias. En el siguiente gráfico se aprecia la gran cantidad de activos no financieros, es decir inmobiliarios, que tienen las familias españolas:
Se ve cómo en la crisis económica la riqueza global caía en línea a la inmobiliaria, en cambio en el resto de países con más activos financieros las familias tuvieron más ahorros para hacer frente a esa situación. Desgraciadamente, esta poca cantidad de activos financieros (y de los pocos la mayoría depósitos) es algo exclusivo de aquí:
La siguiente tabla debería derribar muchos mitos al mostrar la incongruencia que supone pensar que los activos inmobiliarios son mejores y menos arriesgados que una buena inversión en fondos:
¿Por qué hay que quitarse este tabú?
El motivo fundamental es porque a largo plazo, una buena cartera diversificada y bien gestionada en fondos de renta variable da mucha más rentabilidad que una inversión "sin riesgo" como podrían ser los depósitos o asimilados.
Para quien no lo acabe de ver, aquí va un ejemplo signficativo:
A) Persona A invierte 30.000 euros en cartera de fondos durante 30 años obteniendo un 8% de rentabilidad anual (objetivo poco ambicioso):
- Capital Inicial: 30.000 euros.
- Capital Final: 301.897,71 euros.
- Beneficio: 271.879,71 euros.
B) Persona B deposita 30.000 euros en depósitos durante 30 años obteniendo un 3% de rentabilidad anual y suponiendo (que es mucho suponer) que reinvierte los beneficios aportando los impuestos que le han ido cobrando (que es más suponer todavía):
- Capital Inicial: 30.000 euros.
- Capital Final: 72.817,87 euros.
- Beneficio: 42.817,87 euros.
Claro que la persona A habrá sufrido volatilidad, habrá tenido que reunirse con su asesor periódicamente, habrá tenido que formarse e informarse, pero ¿quién no lo haría por los 175.061,84 euros que hay de diferencia?. Y si a esto le incorporamos la inflación el pobre señor B se echará a llorar.
Algunos factores a considerar
- Plazo: El horizonte temporal para una inversión en bolsa debe ser largo ya que habrá momentos de caídas en los que es poco conveniente tener necesidades de liquidez.
- Cartera global: Una misma persona puede tener diferentes compartimentos que hagan frente a necesidades de liquidez más o menos cercanas.
- "Aversión al riesgo": Se debe tener invertido en bolsa lo que permita que se duerma bien por las noches; la salud es lo primero y hay gente que sufre ansiedad, insomnio,etc por temor a perder su dinero. En ese caso no se deben asumir riesgos.
- Formación y asesoramiento: Ayuda mucho a definir los otros puntos y, por supuesto, a minorar la aversión al riesgo. Si se conocen los mercados, sus riesgos, los momentos, los productos, se puede definir mejor cuánto se puede invertir en bolsa a largo plazo.
- Seguimiento: No se debe dejar de lado la inversión, pero tampoco mirarla cada día, ni tomar decisiones por "ruidos de mercado". Mirar cambios reales de tendencias, del entorno micro y macro ayudan a evitar estar invertidos en bolsa en crashes bursátiles.
En definitiva, no debería existir el inversor conservador, debería haber personas que tengan compartimentos conservadores para sus ahorros y otros más arriesgados que les permitan gozar de rentabilidades para sus ahorros.