Primera parte: ¿Qué consideran relevante para concedernos financiaciones?
Mal que me pese, y creedme que lo siento, tendré que poner algunos conceptos extremadamente técnicos, de verdad que no es de cómoda lectura, reconozcamos que es un rollo macabeo, pero entiendo que es necesario, por si algunos de mis lectores son empresarios, que conocen perfectamente su negocio (y el de sus vecinos) pero no son contables, y para ser empresario no es necesario tener conocimientos de contabilidad, es mejor tener un buen olfato, mucho sentido común, y una elevada capacidad de trabajo, lo otro se contrata, no es difícil.
Balance de situación:
El balance de situación de una empresa que obviamente se genera a través de los registros contables de cada operación económica que efectuamos tiene dos grandes áreas, el activo que contiene los bienes y derechos propiedad de la empresa (al margen de si están pagados, se deben, amortizados o si contienen plus valías si los vendiéramos mañana) y el pasivo, que contiene las deudas y las obligaciones económicas contraídas.
Dentro del activo se contemplan dos grandes grupos:
A) Activo no corriente
B) Activo corriente
Ver el detalle de las partidas y conceptos que lo componen en este enlace http://www.icac.meh.es/Documentos/PGC_2007.pdf concretamente en las páginas 49 y 50
Dentro del pasivo otros tres grandes grupos, ver en este caso las páginas 50 a partir de la mitad, y la 51.
A) Patrimonio neto (*)
B) Pasivo no corriente
C) Pasivo corriente
(*) El patrimonio neto, antes denominado recursos propios, contempla el registro de la inversión de los socios, en forma de capital inicial, sus posibles posteriores ampliaciones, las reservas que se generan con una parte (o toda) de los beneficios que se producen y/o produjeron con anterioridad, las primas de emisión de acciones o participaciones, y otras partidas, las cuales vienen minoradas (se restan) las pérdidas que se puedan tener o haber registrado y no se han compensado en su totalidad o en parte con beneficios posteriores, y minorado a la vez si se entregaron dividendos a cuenta de los resultados del año.
Convendremos que esto aun cuando se registra como deuda u obligación (pasivo), porque lo es (deuda a los socios o accionistas) en realidad no es exigible, es la inversión de los socios, aun cuando se puede reducir con el pago de dividendos o reducciones de capital, pero a la vez ampliar.
Antes de comentar sobre el otro balance empresarial estándar y el documento de memoria que dejo para otro post al efecto, hagamos un punto aquí para indicar que datos son muy relevantes para nuestros proveedores financieros (bancos y cajas de ahorro) y también para algunos proveedores normales (mercancías o servicios) si estos aseguran sus ventas mediante seguro de crédito (ver http://www.rankia.com/blog/economia-domestica/916623-gestion-riesgo-comercial-clientes-segunda-parte-capitulo-2-seguro-credito) porque al final estas compañías para asegurar la deuda a cargo de nuestra empresa atienden a la estructura y datos de balance de una forma similar a una entidad financiera.
Un dato que observan con interés es,
El ratio o porcentual de patrimonio neto sobre los activos totales.
Pongamos un ejemplo: Empresa A, S.L. con unos activos totales de 1.000.000 €, y con un patrimonio neto de 250.000 € , es por tanto un 25%, ¿es suficiente? Pues depende del sector, y esto es extraordinariamente opinable, entonces como no tengo mas que la mía, la indico:
Si esta empresa es una simple comercializadora que de limita a vender un producto sin proceso alguno de transformación mas que ponerlo en la estantería o como mucho expedirlo por transporte, será suficiente o mas que suficiente, algunas con un 18-20% funcionan perfectamente.
Si esta empresa fabrica maquinaria con un largo proceso (en tiempo) me parece que debe plantearse que ello suba sobre el 32-35% o hasta puede que al 40%
Si el proceso no es muy largo (entiéndase proceso por el tiempo desde que se compra la materia prima y se puede facturar) la cosa será correcta en 28-30 %
Pero vamos si esta empresa, con independencia del sector, tiene un porcentaje del 10, 12 ó 15%, casi me atrevo a garantizar problemas para obtener financiación, que tal vez se puedan salvar con la concurrencia de avales, pero no siempre, y dependerá de la solvencia de los avalistas. Y eso que los que nos tienen que financiar rara vez su solvencia (patrimonio neto) supera el 10- 12%, pero es un negocio de intermediación, con unas características y necesidades muy especiales a efectos de balance.
Luego para complicar mas la cosa, estas pseudo guías valen para empresas cuyos activos sean todos afectos a negocio o los habituales para ello, pero como dentro del balance tenga por ejemplo fincas como inversión, o muchas participaciones en filiales o asociadas (muchas no por número, sino por el montante económico) probablemente precisará de mayor porcentaje, no para el desarrollo de la actividad, sino para soportar dichas inversiones a menudo poco productivas, o solo generadoras de plus valías en el momento de su enajenación.
El fondo de maniobra o capital circulante:
Es la proporción entre el activo corriente y el pasivo corriente.
¿Por qué es importante?
En el activo corriente vienen registradas las cantidades que podemos realizar a corto plazo, cuentas, derechos y saldos que podemos convertir en dinero (al menos en teoría) en un tiempo relativamente corto, si observamos la pagina 49 de la norma que he enlazado antes observamos que es así, repito al menos en teoría (mercancías, deudas de clientes, inversiones a corto plazo, tesorería, etc.) - no confundir esto con el concepto de “liquidez inmediata”, que no es lo mismo – bien ….. el activo corriente, se compara con las obligaciones o deudas a corto plazo, registradas en el pasivo bajo la rúbrica “pasivo corriente”, la simple suma / resta debe ser positiva (a favor del activo corriente) ello significa que tenemos un fondo de maniobra o capital circulante positivo, porque supone que liquidando todos los bienes y derechos a corto plazo, nos basta y nos sobra para cubrir todos las deudas y obligaciones a corto plazo, y en consecuencia el propio movimiento de fondos normal no supondrá o normalmente no provocará, tensiones de liquidez ¿Qué ocurre si es al revés? Pues nada que no tenga solución, y depende de qué tipo de negocio, y la estructura de fechas de vencimiento de los pagos, se puede convivir y funcionar perfectamente, pero lo que es un hecho es que el banco que nos tenga que financiar se lo suele tomar de otro modo, no le gusta nada, o le gusta mas bien poco, porque de alguna forma si el fondo de maniobra es negativo puede provocar tensiones de tesorería momentáneas (descubiertos en cuenta, etc.) y esto no les gusta.
¿Qué bonito Sr. Petersen? Y si mi negocio es así ¿Qué coño quiere usted que haga? ¿debo considerar a mi empresa una desahuciada a nivel bancario? Pues al final daré algunas ideas para solucionar estos desajustes, que puede que funcionen en muchos casos, en otros no será posible.
La cuenta de resultados:
Su estructura, (páginas 52 y 53 del enlace), supone que a través de los registros contables se crea una “cascada” de ingresos y gastos que conduce al resultado final del ejercicio contable que es de un año, salvo en casos excepcionales (inicio de actividad o disolución de sociedad), y además normalmente suele coincidir con años naturales, aun cuando hay empresas que presentan sus resultados con calendario distinto (de marzo a marzo, de noviembre a noviembre ….) pero no es muy habitual.
En este balance nuestros “proveedores financieros” y en general, atenderán a unas pocas cosas, que son:
Resultado de explotación: Que marca de alguna manera la actividad típica del negocio, lo que conseguimos con la compra / venta de nuestros productos, o compra + fabricación / venta, si observamos sus partidas, veremos que refleja todos los ingresos y gastos típicos del negocio, al margen de los resultados financieros y los impuestos y desde luego observarán si hay resultados extraordinarios, de lo cual haré mención aparte.
Resultados financieros: Para comprobar si nuestros costes financieros guardan una cierta proporción con nuestros volúmenes de negocio.
El resultado después de impuestos, que debe guardar una cierta proporción con el patrimonio neto o fondos propios que antes comenté. Se supone que el beneficio debe estar en consonancia con la inversión de los socios, que es en realidad lo que refleja la cifra del patrimonio neto.
También atenderán al flujo de caja o mas comúnmente denominado “cash flow” http://www.aulafacil.com/Anabala/Lecc-9.htm” que básicamente contiene la suma del resultado neto, las amortizaciones contabilizadas, y las provisiones.
¿Por qué? Pues porque en realidad es la generación de recursos de la empresa, recordemos que las amortizaciones de nuestro inmovilizado (maquinaria, equipos, vehículos, instalaciones, naves, etc.) es un mero asiento contable que registra el valor de reposición que van perdiendo con el uso de los mismos, hasta llegar a su tiempo a un valor cero, pero estoy seguro que nadie en su vida empresarial ha recibido una vista del “cobrador de amortizaciones” es un gasto de la empresa, pero que no se paga a nadie, el dinero se queda en nuestra tesorería, y se puede utilizar para por ejemplo pagar la deuda que financió estas inversiones, por tanto la liquidez de la empresa generada en un ejercicio anual es la suma del beneficio y estas amortizaciones, corregida por las provisiones. Por cierto el enlace no se ajusta al plan general contable actual, porque el ejemplo es del año 2.000, pero a estos efectos es casi lo mismo en el plan contable actual.
Si nuestra empresa es capaz de cuidar estos pocos conceptos del balance, y somos capaces de que tengan una cierta sostenibilidad o semejanza con años anteriores, si bien cualquier “proveedor financiero” entiende que en las crisis los resultados o estos ratios tenderán a ser algo peores que en tiempos de bonanza económica, nuestra imagen ante los bancos, cajas y compañías de seguro de crédito mejorará ostensiblemente.
Pues mira que fácil …… “tío tú estás pirao, te crees que con explicar cómo va, como nos ven, ya podemos solucionar el problema y que nos den crédito……”
Vale …….. un contable no puede cambiar una situación financiera, porque al final la contabilidad es el reflejo en un papel de las operaciones y recursos que genera una empresa, si la empresa no genera lo suficiente o tiene problemas de negocio, probablemente un buen contable con conocimientos financieros, podrá demorar algo la explosión del problema, pero no lo podrá evitar, a no ser que recurra a “inventos” o la llamada “ingeniería financiera” que lo que hace es crear unos simples engaños en las cuentas, y aun con ello la cosa acabará explotando, posiblemente mas tarde, por importe mayor. Lo que puede hacer un buen contable es mejorar la estructura de balance, y en ocasiones se puede, por ejemplo:
Si tenemos riesgo de que el fondo maniobra pase a negativo, intentar que una parte de nuestro crédito bancario (póliza) pase a préstamo a medio o largo plazo, porque entonces se contabiliza como Pasivo no corriente, convendréis que esto se puede plantear.
Si nuestro patrimonio neto (capitalización) es baja, deberíamos no distribuir dividendo para mejorar la solvencia, lo cual puede ser un verdadero problema si tenemos socios externos (ver: http://www.rankia.com/blog/economia-domestica/ ) en cuyo caso tal vez debamos pensar en que es prioritario, evitar algún conflicto entre nosotros, o no tenerlo porque no nos dan crédito, con lo cual y si la empresa tiene que cerrar por falta de ello, puede que ya nos de lo mismo el conflicto.
Si tenemos dinero de los socios en forma de préstamo a la empresa, ampliar capital, de manera que nos baja la deuda (a corto o a la largo, depende de cómo tengamos contabilizados estas aportaciones) y nos mejora el patrimonio neto.
Yo siempre recuerdo a la empresa de un amigo personal mío, que en la crisis de 1993 (mirad si hablo de tiempo) tenía una baja capitalización pero una ingente cantidad de dinero en forma de préstamo a la empresa, obtenido de otros negocios, venta de fincas (vete a saber ….) fue cuestión de ir a notario y traspasar la deuda a capital, no sé la cuantía, pero pongamos que fueran 200.000 €, él dice que con los gastos notariales y registrales generados por dicha operación él era 3 ó 4.000 € mas pobre, porque este dinero provocó el 1% de impuesto por la aportación, impuesto que hoy no existe, mas los gastos de la escritura, de la gestoría y del Registro Mercantil, o sea el estado, el notario, el gestor y el registrador algo mas ricos, repito él mas pobre, 3 ó 4.000 euros mas pobre, pero con la ampliación de capital los bancos y cajas lo vieron mas rico (una falacia absurda en su opinión) y se le acabaron los problemas de renovación de líneas de crédito. Esta persona no cree en estas cosas, pero a la vez dice que si debes contar con el banco para que tu empresa funcione, con razón o sin ella, empieza a pensar y a actuar como ellos quieren, porque si no lo haces no tendrás crédito.
¿Por qué mejoró su balance? Pues porque los préstamos a su favor (del socio) son deuda, dinero exigible a la empresa, y al traspasarlo a capital deja de tener dicha exigibilidad, es una empresa mas capitalizada, observad que no es un problema de dinero, es un problema en un papelote llamado balance, pero que a la vez es la base para la concesión de financiación o cobertura de seguro de crédito. Y al mismo tiempo una empresa mas capitalizada y menos endeudada, y este es precisamente el caso del párrafo anterior, era mas solvente, esto es un hecho, vamos que de falacia nada, puede que en términos de liquidez, pero no en los de solvencia.
En cuanto a la cuenta de resultados, ya es bastante mas complicado, porque es un reflejo de la rentabilidad de nuestro negocio, y siempre es lo que es, si para mantener la producción nos hemos visto obligados a reducir márgenes … eso complicado ….. pero en algunas pequeñas empresas el periodificar algunas partidas nos puede ayudar algo (no mucho) por ejemplo si pagamos los seguros, las facturas de mantenimiento informáticas, o cuotas de tipo similar que se pagan por anticipado y que en cualquier fecha del año, estos conceptos corresponden en una parte al servicio desde la fecha del pago hasta final de año, y la otra corresponden al siguiente, una periodificación de estos importes, además de que es la forma correcta según las normas contables, nos supondrán una ligera mejora en los resultados.
Otra idea es el tema de las amortizaciones, que normalmente (aunque no siempre) se aplican los porcentajes máximos legales en términos fiscales (las tablas de la AEAT por sectores) pero que no tienen porque corresponderse a la vida útil prevista o estimada de los equipos, maquinaria, instalaciones, etc., por tanto un reajuste (*) de los porcentajes mas acorde con dicha vida útil esperada, puede provocar una menor contabilización del importe de este gasto deducible (+). Pero atención lo que no podemos hacer es ir cambiando el criterio de amortización cada año, se puede hacer un cambio por un nuevo criterio razonable y razonado, pero una vez cambiado no podemos volver a donde estábamos antes a no ser que las circunstancias cambien de nuevo.
(*) Mejorará en resultado neto, pero no modificará el cash flow, que seguirá siendo idéntico.
(+) Esto tiene una repercusión fiscal, a menor amortización mas beneficio y mas impuesto, si bien lo que no amorticemos en un año lo podremos hacer en otros, no se pierde, solo se difiere en el tiempo.
Y recordemos no solo de la fiscalidad vive nuestra empresa, es muy importante, pero en estos momentos además debemos considerar los efectos contables y financieros de una actuación u otra.
Y finalmente atención a las plus valías, una empresa que obtiene resultados solo por plus valías en la venta de productos que no son su negocio (una nave que ya no utilizamos, por ejemplo), tendrá beneficios o beneficios superiores a los que genera el negocio regular, mientras tenga algo para ir vendiendo, a la que se acabe … pues eso …… y este dato lo contemplan y mucho nuestros “proveedores financieros” y tiene toda la lógica del mundo, lo que se espera de una empresa a la que quieren prestar dinero, es que lo pueda devolver recurriendo a los márgenes de su negocio ordinario, si lo tiene que hacer con temas excepcionales, no les va a interesar.
Esto de los ingresos o resultados atípicos daría para otro post, a lo mejor algún día me animo … y desde luego cuanto mayor sea nuestra empresa mas ratios y cálculos harán con nuestras cuentas, y todo esto daría para un libro, mi pretensión es como siempre que sea útil a pequeñas empresas, porque las medianas o grandes, no necesitan de mis post para nada en absoluto.
Una anécdota que entiendo que es relevante para algunas pequeñas empresas, se trata de balances que he visto cuyo resultado final es negativo de importes muy pequeños, pongamos pérdidas de 1.000 €, insisto en que me refiero a empresas muy pequeñas, bien …… presentar esto en un impuesto de sociedades, en términos de negocio y como probablemente en dicha cascada de resultados se habrán deducido las amortizaciones pertinentes, realmente es casi lo mismo que presentar unos beneficios de 500 € ó 1.000 € (por ejemplo) porque tanto en un caso como en el otro, la realidad nos dice que el negocio no ha funcionado en el ejercicio contable en cuestión, pero a efectos de concesión de crédito por parte de nuestros “proveedores financieros” la impresión es radicalmente distinta, si se presentan pérdidas, es eso, una empresa con pérdidas.
Difícilmente veremos a una empresa ya medianita que presente pérdidas exiguas, porque la imagen es nefasta, si estas son significativas la verdad es que poco hay que hacer, a excepción de empezar con “contabilidad creativa” o “ingeniería financiera” que son en realidad “bombas de relojería”, que estallan tarde o temprano. Una empresa medianita como normalmente llevan la contabilidad escrupulosamente al día (en general) pueden ir observando cómo se va desarrollando la cuenta de resultados e intentar evitar que al final el resultado sea negativo y por unos importes poco significativos, hay formas y nuestro asesor fiscal nos puede guiar en ello, sin necesidad de “inventos”, el problema en las pequeñas empresas es que no se suele llevar la contabilidad tan al día, con lo cual uno se entera del problema a “toro pasado” cuando hay pocas soluciones, pero si las cantidades son exiguas, las hay, asesorémonos, y recordemos que la diferencia entre un resultado negativo por pequeño que sea y un resultado positivo aunque sea insignificante, puede ser la diferencia en que las entidades financieras sigan confiando en nosotros un año más, o le venga la idea de “cortar por lo sano” la financiación.
No obstante nos podemos encontrar con que nos enteremos de ello, incluso pasada la presentación de la liquidación de IVA y su resumen anual, y que nuestro asesor fiscal, nos diga que ya no es posible solucionarlo, bien, esto depende de la percepción, a veces los asesores fiscales (no todos, por supuesto) dan una importancia extrema a las presentaciones de impuestos y por encima de todo, yo creo que esto hay que relativizarlo, que no pasa absolutamente nada si es procedente presentar una declaración complementaria posteriormente, tendremos un pequeño recargo, vale, pero no más de eso. E incluso es posible que para solucionar la insignificante pérdida solo sea cuestión de un ligero cambio de criterio en la contabilización de algunas partidas que ni afecta a temas impositivos, y repito de nuevo no me refiero a “inventos raros”, y en todo caso partidas poco significativas.
Otras consideraciones:
Al margen de estos cálculos, como indiqué antes, cuanto mas grande sea la empresa mas temas, ratios o proporciones se toman en consideración, por ejemplo el Ebitda http://es.wikipedia.org/wiki/EBITDA , que yo personalmente no le veo utilidad alguna en empresas pequeñas, esto es un tema mas de percepción personal que otra cosa, y sé que me arriesgo a recibir alguna colleja en las respuestas (si las hubiere), con lo cual, lo admito, a mi no gusta este cálculo al entender que en pequeñas empresas no es medida útil, lo cual no significa que yo esté en lo cierto y buena parte de los economistas que si creen en su utilidad están en un error, seguro que es precisamente lo contrario, y probablemente yo a veces tiendo a ser en demasía de "la vieja escuela".
Observarán también nuestro movimiento bancario en dicha entidad financiera, caso de ser ya clientes, porque de alguna forma confirma la realidad de "nuestros números", y será habitual que sus programas de análisis contemplen nuestros plazos de pago y de cobro http://www.aulafacil.com/Anabala/Lecc-7.htm
Y luego un recordatorio de una post anterior, que entiendo tiene mucha relación con esto, o por lo menos es complementario: http://www.rankia.com/blog/economia-domestica/918400-balances-provisionales-nuestra-credibilidad-como-empresas-empresarios
Próximas publicaciones:
Segunda parte: La memoria en los estados financieros, y/o la confección de un documento asimilado.
Finalmente el "relax" de costumbre: http://www.youtube.com/watch?v=CMThz7eQ6K0