Sigo en estado catatónico , pero no quería dejar pasar la oportunidad de felicitar a Moclano por su próxima paternidad, a la vez que agradezco el enorme esfuerzo (y paciencia infinita) que hace por enseñarnos los misterios de los fondos de inversión.
Como os leo de vez en cuando, veo que siguiendo el espíritu rankiano, buscáis la mejor manera de obtener rentabilidad a las inversiones, en cualquier tiempo y lugar.
En mi opinión estamos terminando una gran burbuja y por ello, para aquellos que buscan indexarse y olvidar las preocupaciones a largo plazo, quería exponer donde pienso que nos encontramos, como contrapunto al foro, sobre un exceso de optimismo inherente al modelo inversor permanente.
Solo es otra opinión, no lo toméis como nada más.
¿Cuánto le queda a la burbuja de los mercados?.
No tenemos una bola de cristal que nos indique el futuro, pero al menos existen señales que nos advierten de cual podría ser el devenir de los mercados, en función de algunos movimientos esperados.
En primer lugar, ¿cómo saber si estamos realmente en una burbuja?. No hay una definición al uso que indique que si se cumplen ciertos parámetros, estamos en burbuja y si no, no lo estamos. Así que haremos uso de una definición grosera, aludiendo a una elevada sobrevaloración de los mercados.
Quizás la mejor señal, sea el indicador Buffett.
Se ha comentado otras veces que los beneficios de las empresas americanas no se pueden referir al entorno exclusivo americano, porque son empresas globales. Pero no me cabe duda, que el señor WB, sigue su propio indicador como referencia para catalogar si el mercado está caro.
Otro indicador importante es el margin debt. Los grandes picos de deuda han marcado picos del mercado al cabo de pocos meses. Los datos actualizados hasta Septiembre se muestran en el gráfico.
Es evidente que el mercado muestra un exceso de liquidez que se canaliza hacia la bolsa. La supresión de los tipos de interés, con niveles cercanos a cero, hacen complicada la inversión en el sector de renta fija a largo plazo, con lo que la bolsa se convierte en el activo por excelencia.
Un indicador de referencia, es el Cape PER Shiller, que procura evitar los saltos que se pueden producir en un año "especial", utilizando promedios de 10 años para evadir los casos de sobrevaloración puntual.
Como se puede ver, si la cifra histórica es 17 veces, estamos en casi el doble a finales de 2020, aunque se pueda considerar que los beneficios descendieron en 2020 debido a la pandemia y este indicador, descienda en los próximos meses. Aún así, las cifras actuales (2018-2020) se sitúan en el entorno de las de 1929, para hacernos una idea.
El exceso de liquidez ha proporcionado acceso fácil a los préstamos en condiciones muy ventajosas y las empresas han utilizado esta aceleración para recomprar acciones masivamente.
"En otras palabras, en ausencia de recompras de acciones, el mercado de valores no estaría presionando máximos históricos de 4600, sino niveles más cercanos a 2700.
Para poner eso en contexto, la marca máxima para el S&P 500 en octubre de 2007 fue 1556. En octubre de 2021, después de 14 años, el mercado estaría en 2700 sin recompras de acciones. Esto significaría que las acciones arrojaron un total de alrededor del 3% anual o el 42% en total durante esos 14 años."
Poco a poco vamos siendo conscientes de donde nos encontramos.
Otro gráfico interesante.
Si, si, correlación no implica causalidad, pero si lo añadimos al resto, nos sugiere que las condiciones especiales creadas por los Bancos Centrales, han ayudado bastante a las alturas alcanzadas por las bolsas.
Si ahora la llegada de la inflación sugiere que los BC están muy limitados para seguir ayudando al mercado, la posibilidad de una explosión de la burbuja cuando la gasolina que ha alimentado su generación desaparece, no es una posibilidad despreciable.
El inicio del tapering ayer por parte de la FED es otra muestra de las limitaciones ante las que el mercado se encuentra.
La publicación de los índices de inflación en Occidente, nos sitúa entre el 4-6%, que es una cifra elevada para la media de los últimos años. Pero además, esas cifras pueden seguir creciendo si terminan siguiendo la increíble subida de los IPP (índice de precio al productor).
Por ejemplo, hoy en Europa hemos llegado al 16%, viniendo desde el -2% hace solo un año. No hay cifras parecidas en los últimos cuarenta años. Desde el punto de vista de la inflación parece que retornamos a los niveles de la crisis del petróleo de los años 70.
Lo malo es que se empieza a trasladar a los salarios.
"Hay más de 11 millones de puestos de trabajo sin cubrir. Las empresas ahora se ven obligadas a responder y, por primera vez en décadas, los salarios aumentan. Esto comenzó en la primavera y despegó en el verano, y alcanzó nuevos récords en el tercer trimestre.
Los salarios en todas las industrias privadas aumentaron a una tasa anualizada del 6,4% en el tercer trimestre, con mucho el mayor salto en los datos que se remontan a 20 años, según los datos del Índice de Costos de Empleo, publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los salarios lograron grandes ganancias en todas las industrias. En la banca, en el extremo superior de la escala de ingresos, los salarios se dispararon un 12% con respecto al año anterior, con mucho el aumento más rápido en los datos que se remontan a casi dos décadas.
En el otro extremo del espectro salarial, la industria de hoteles y restaurantes, los salarios se dispararon un 8% año tras año, el aumento más rápido en los datos. Y aumentaron casi un 14% con respecto a hace dos años. En el comercio minorista, los salarios aumentaron casi un 6% año tras año, también, con mucho, el más alto de los datos.
Estos aumentos salariales fueron el elemento que faltaba a principios de este año cuando la inflación comenzó a dispararse. Pero ahora están siendo incorporados a la economía. Y muestra cómo ha cambiado toda la mentalidad inflacionaria."
Bien, ya estamos concienciados de la sobrevaloración, ahora nos interesa saber cuanto pueden caer las bolsas. Para ello utilizaré un gráfico muy ilustrativo.
Expresa la desviación de la tendencia sobre un periodo de 150 años, por lo que excluye cualquier acontecimiento puntual y podemos ver como se ha comportado el S&P 500 a lo largo de ese periodo, donde hay momentos de sobrevaloración e infravaloración, pero más allá de si duran más o menos, lo relevante es la reversión a la media.
Esta vez podemos ver que la desviación es enorme, muy superior al máximo anterior de 2020. Solo con que el S&P 500 volviera hoy a la media, tendría que bajar hasta la zona de 1.000 puntos y sin contar con posibles desviaciones a la baja, que podían enviar el índice a las profundidades siderales, como ocurrió tras 1929 o la época de la inflación de los 70.
Bueno, hemos comprobado que estamos en burbuja y hasta donde puede caer. Ahora falta lo más importante, ¿cuándo?.
Desde mi punto de vista y eso es una simple opinión, tenemos una burbuja de todo. Tanto el mercado de renta variable, como el de renta fija, como el inmobiliario, el reciente de las criptomonedas y desde Marzo de 2020, el de materias primas, están burbujeados.
La aportación generosa de los BC, no solo la FED, ha permitido la formación de un burbuja detrás de otra, sin explotar ni la primera, ni la segunda, ... ni la última. Por eso, vivimos en una aparente euforia, que ha eliminado la sensación de riesgo.
Solo hace falta ver la tremenda aportación de los BC para comprobar que nadamos en un mar de liquidez. Pero la inflación ha llegado y por lo tanto, los BC se ven obligados a tomar medidas para cortar esa liquidez, lo que pasado un tiempo, impactará sin remedio en los mercados.
El proceso lógico es la culminación de la burbuja de las materias primas. Después de los metales industriales, de la madera, ahora llega el turno de los fertilizantes, alimentos y energía. Una parte ello ya lleva un buen recorrido, con las explosiones del gas y el carbón. Solo falta para terminar, la explosión en los alimentos, el petróleo y finalmente, el indicador final de la burbuja de los metales preciosos (oro-plata) que será la señal definitiva.
He ido narrando esta secuencia en varios post.
Primero, la constatación de la formación de un burbuja enorme.
Luego la introducción de indicadores de agravamiento.
El primero la subida de la inflación por encima de ciertos límites.
El segundo, la subida del precio del petróleo que impacta en todos los ámbitos y procura una rápida extensión de la inflación.
Y por último falta la subida del precio de la plata , como indicador final de la pérdida de control del sistema fiduciario y posible explosión de la burbuja, al que todavía no hemos llegado y que convendría vigilar.
Saludos.
PD También me satisface llevar la contraria a Zackary, al que encuentro abducido en su "optimista" visión de la bolsa.