Te entiendo... en mi anterior trabajo, lo obtuve por una amiga que tenía una amiga que había levantado una pequeña empresa de electricidad con su marido.
Me dolía ver cómo hablaban de los técnicos, que el cerdo, el gordo, el tonto... y de mis compañeros de trabajo, bueno, de uno ya que el otro era conocido suyo de la infancia... El sabelotodo, idiota, estúpido. Por supuesto que sabía que yo no me salvaba. Con el tiempo ya no ocultaban sus insultos y las broncas a gritos, como si fuera una barriobajera. Eran espectaculares, el marido le decía a la mujer lo que fuese que hablase con el técnico y ésta, sin cortarse un pelo y delante de todos lo ponía de vuelta y media. Hombres de todas las edades, robustos como torres aguantando que les estén insultando a gritos. El marido se partía de risa dentro de su despacho. He de decir que tenía vigilancia en toda la nave con escuchas. Si estábamos fuera de la nave por tomar un poco el aire, el jefe conectaba la escucha para saber qué decían de él los técnicos. Lo descubrí en una ocasión en que me dijo algo que era imposible que oyera. Me notó que había averiguado que existían esos dispositivos.
Ya empezó la mujer a gritarme a mí, el marido empezó a hacerme de menos cuando le pedía ayuda por alguna llamada, me despachaba levantando la mano como si fuese una mosca cojonera. Mi hermano me decía que aguantara, que aguantara. Los ataques de ansiedad, las pesadillas en la noche, ir casi llorando al trabajo... Encima trabajaba un fin de semana al mes desde casa, en vez de hacer las 8 horas hacía más de 13 cada día.
Les hice una base de datos para la facturación, ya que las comunidades de vecinos necesitaban firma del presidente para poder pagarnos y en una emergencia era poco menos que imposible según la hora. O algún cliente que no tenía dinero en ese momento... en fin. Gestioné una base de datos para incidencias y cobros por si alguien reclamaba alguna factura no tirar de memoria como hacían ellos.
Pues me despidieron al año y siete meses. Me puse a llorar como si no hubiese un mañana. La mujer esta me decía "has bajado mucho tu producción" . Al principio pensé que estaba de coña... ¿bajar mi producción? ¿encima de que hacía un montón de horas y hacía más cosas que mis compañeros?. La miré fijamente, ella pensó que le iba a replicar cuando me eché a sus brazos y lloré. Lloré y lloré. DE PURA FELICIDAD.