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Sin palabras

56 respuestas
Sin palabras
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#1

Sin palabras

SIN PALABRAS

El sistema bascula entre dirigentes sin alma y ciudadanos sin esperanza

Hay que resetear la democracia para evitar su corrupción definitiva

De no haber sido demasiado extravagante, hubiera dejado esta columna sin texto, con el título desnudo sobre la caja que la acompaña, en blanco. Porque ya no nos quedan palabras a través de las cuales manifestar nuestra perplejidad e indignación ante la proliferación de tantos casos de corrupción, ante el espectáculo de una información política en la que cada día nos desayunamos con nuevos asuntos de políticos que se valen o se han valido de sus cargos para el beneficio económico propio o de su partido.

Hasta ahora siempre hemos tenido mucho cuidado en diferenciar nítidamente entre unos u otros supuestos, entre los muchos que tienen una actitud ética y ejemplar y quienes denigran a su profesión. Hemos procurado advertir de que las prácticas desviadas eran la excepción y que determinados supuestos aislados no podían proyectar una visión unívoca de la política, que el hartazgo y el descreimiento general que se destilan ante todo lo político no podía, no debía, contaminar la legitimidad del sistema democrático como un todo. Pero ya apenas sabemos cómo hacerlo. Hemos entrado en una fase en la que, en efecto, es tan grande el desánimo que sobran las palabras, que estas se nos antojan huecas y vacías de tanto ser reiteradas. Estamos, como diría Sandor Marai, en uno de esos momentos en los que “las palabras se han vuelto inútiles, como los monumentos... se han convertido en ruido... su sonido se ha distorsionado, como cuando las gritan a través de un altavoz”.

Sí, no es el momento de las palabras, es el momento de la acción. Este país requiere una catarsis ética. Tanto o más que salir de la crisis económica. Precisa poder volver a confiar en aquellos que nos representan y que se erigen en portavoces de los intereses de todos. El problema es que aquellos destinados a llevarlo a la práctica han consumido el crédito del que hasta ahora gozaban, y una nueva clase política no se improvisa. Desaparecida la confianza, el más valioso de los intangibles en la política democrática, el sistema aparece desnudo y escindido entre unos dirigentes sin alma y una ciudadanía sin esperanza. El paisaje se nos antoja desértico y sin ningún oasis a la vista. Y bajo estas condiciones de poco sirve esperar que la redención venga por la vía de la recuperación económica. No, el problema es estructural, ya no se arregla con medidas cosméticas.

La crisis ha tenido el efecto de haber desenmascarado todo un conjunto de prácticas y componendas entre determinadas élites que bajo otras condiciones quizá hubieran pasado desapercibidas. Ha vuelto a poner en el centro del debate político el paradigma de la redistribución, la cuestión de quién se queda con qué parte de los recursos sociales, la justicia distributiva. Ha provocado una nueva re-politización de la desigualdad, algo inevitable en momentos de escasez y en los que los más menesterosos están cargando también con los mayores sacrificios. Una de sus consecuencias más inmediatas ha sido la toma de conciencia del dispendio de dinero público, su uso abusivo para satisfacer a clientelas electorales. A eso lo podemos calificar como gestión imprudente e interesada, aunque en sí misma no fuera la expresión de prácticas corruptas. Pero ahora sabemos también, si es que alguna vez lo ignoramos, que ha habido otra utilización de posiciones de poder y autoridad, con clara transgresión de la ética pública más elemental. Muchas veces asociada, además, a esa disposición tan libérrima de los recursos de todos.

Lo que comenzó en perplejidad acabó en indignación para desembocar después en una situación próxima al nihilismo político. Y la gran cuestión que se abre es cómo se va a encauzar este descontento, el indudable malestar provocado por la sucesión de escándalos que están salpicando la política española. Volvemos a la pregunta de antes. ¿Ahora qué? ¿Cómo se sale de una crisis moral e institucional que pone en cuestión los fundamentos mismos sobre los que se sustenta el sistema democrático? En sus Discorsi, el viejo Maquiavelo creía tener una respuesta para estos supuestos de “crisis de la república”: emprender su rinovazione mediante la búsqueda de un nuevo comienzo. En el lenguaje más vulgar de nuestros días, hablaríamos de resetear la democracia, de arrancar de nuevo el motor que le dio origen y aplicar las reformas necesarias dirigidas a evitar su corrupción definitiva. Para ello, siempre según el autor florentino, debería volverse al espíritu y las virtudes que permitieron hacerla durar, y restablecer los consensos sobre los que se erigió. Sin nostalgias, pero sí con la firme convicción de que es una tarea de todos y para todos. O sea, un nuevo pacto constitucional.

http://politica.elpais.com/politica/2013/01/17/actualidad/1358447216_081357.html

#2

Re: Sin palabras

Es curioso que el Pais escriba eso, cuando ha vivido siempre arrimado a poderosos de su ideología y el último caso más asqueroso ha sido el de defender a capa y espada la inocencia de CIU por interés económico.
La verdad que todo es corrupción desde como funcionan las empresas internamente, hasta el estado... el ser humano es corruptible y si no nos autofrenamos con la ética y moral, ahora tan denostadas y apartadas, el pueblo, pais, nación, estado, imperio etc, llega a su culmen y colapsa sobre si mismo. Si ahora en España sale todo esto, no es porque seamos los mas sucios de occidente, pero sí de los más autocríticos....tengamos esperanza en que se pueda regenerar todo a partir de la regeneración del alma de cada uno, si no, probablemente perezcamos a manos de otros movimientos o pueblos con ideas más fuertes y capaces.

#3

Re: Sin palabras

si mars es muy curioso...tanto como que el pais...ya no es controlado por el psoe...ni por polanco...sus dueños son los que son...y pocos son los que se rebelan contra la mano que les da de comer en situaciones de injusticia...esto que nos trae pesetilla es cierto...ahora bien tenemos que saber discernir entre los objetivos de unos y otros...aun repito siendo cierto...los objetivos de los dueños del pais son los objetivos de un fondo internacional con sede en usa con una compostura muy pero que muy neoliberal...uno de los objetivos de ese fondo es el control de la opinion...yotro la division ... en este caso de los españoles...l divide y venceras...mars...tenemos que estar muy atentos para separar el grano de la paja...y no entrar en generalizacione...como la que tambien este articulo nos trae...quiero decirte que aun teniendo razon el articulo...y aun teniendo razon tu... a un no somos lo suficientemente autocriticos...cuando leo el abc...lo traduzco...cuando leo la vanguardia ...la traduzco...cuando leo el mundo...lo traduzco...lo mismo que la razon...e incluso muchos periodicos de asociaciones de vecinos de toda españa...intento saber quienes y cuales son los objetivos de los editores...una de las cosas que debemos de hacer y me recuerda la declaracion de acrasol...es desterrar aquello del y tu mas ... pues si no ...no es que desaparezcamos...pero si seremos diluidos...un abrazo...

Quien tiene dinero tiene en su bolsillo a quienes no lo tienen

#4

Re: Sin palabras

Únicamente discrepo de tu comentario en que el Pais no sea controlado por el Psoe. En esta nación no hay un sólo medio de comunicación realmente libre de los partidos políticos, y menos uno de la familia Polanco, pero aun así te doy un puntito a tu post :)

#5

Re: Sin palabras

Es un artículo de opinión y, como todas las opiniones, muy respetable. A mi, particularmente me da igual que lo publique el Pais, el Mundo o Pepito Pérez. Si la corrupción, en todos los ámbitos de la vida, es asquerosa, la defensa de la corrupción es igual de asquerosa.
No me creo nada de los partidos políticos, está suficientemente demostrado que se protegen unos a otros para esconder la basura que cada uno tiene en su casa y hacen leyes a su antojo y en su propio beneficio.

Es intolerable, después de todos los recortes sociales, laborales y de bienestar, tengan tan poca vergüenza como para seguir tapando delincuentes en sus filas y, repito, me da igual de que partido sean. La justicia, si es que aún no está comprada, tiene que actuar de inmediato o esto que llamamos democracia está en peligro.

Tal vez esta crisis sirva para que, desde cada uno de nosotros en el lugar y en la medida que cada uno pueda, empecemos a cambiar las cosas.

Cordialmente

#6

Re: Sin palabras

Cada vez estoy más convencida que estamos dirigidos y manipulados por enfermos mentales con sociopatias peligrosas y es muy difícil mantenerse cuerdo ante tanta locura colectiva. Por muy atentos que estemos y muchas cribas que tengamos para separar el grano de la paja, nos van a seguir manipulando.

Abrazos 8......S

#7

Re: Sin palabras

Mariano Rajoy se ha manifestado fehacientemente como un profesional de la mentira. Cualquier cosa que pueda aseverar o prometer no tiene ninguna credibilidad, todo lo contrario. ¿Por qué no recuerda el apoyo incondicional a Bárcenas cuando el inicio de investigación de la Gürtel? ¿Acaso ha olvidado también el pago de 350 euros diarios al gabinete del entonces tesorero, su coche oficial, secretaria y despacho en Génova, 13? ¿Es que desconoce que hasta el mismo miércoles, 17, Bárcenas seguía yendo a la sede del PP, a su sala que contenía ''cosas'', contaba con secretaria particular y coche oficial pagados por el PP? ¿O más bien, en ese su desprecio a la ciudadanía española, pretende seguir tratándonos como imbéciles?

http://mariadoloresamoros.blogspot.com.es/2013/01/y-usted-por-que-nos-sigue-tomando-por.html

Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.

#8

Re: Sin palabras

Pues yo no estoy de auerdo con el artículo. Ni con los comentarios que ha suscitado aquí hasta ahora.Yo he leído muchos artículos de Fernando Vallespín pero como este ninguno: melifluo, blandito, contemporizador, políticamente correcto y "mantente mientras cobro"
Y esta frase puede ser un resumen del, para mi, fracaso del escrito:

"Este país requiere una catarsis ética. Tanto o más que salir de la crisis económica. Precisa poder volver a confiar en aquellos que nos representan y que se erigen en portavoces de los intereses de todos."

Aunque el artículo no hay por dónde cogerlo me gustaría que el respetable analizara esta frase en profundidad. En ella se mezclan churras con merinas: crisis económica, "volver a confiar en los que nos representan" (¿Cómo?), y eso de "los interese de todos" (De todos, ja,ja,ja).
O sea, que "este país" requiere una catarsis ética, verdad? Los carpinteros, funcionarios, ingenieros, médicos, profesores, braceros, amas de acas, etc. requieren una catarsis ética, no?
Por qué no se atreve a decir a voz en grito que lo que se necesita es una demolición total del Sistema para comenzar por una efectiva separación de Poderes públicos para que el Judicial no sea un eslabón más de una cadena de favores entre Ejecutivo y Legislativo que lo nombra, y así tenga verdadera libertad para investigar de oficio y meterle mano, si de verdad existe delito, a tantas tramas políticas-mafiosas que están brotando como hongos. Y sentar en el banquillo a los culpables caiga quien caiga. Pero eso sí, habiéndose anulado antes la prerrogativa del indulto del Gobierno, que es una auténtica verguenza. 561 indultos a condenados en poco más de un año, y un montón de ellos afiliados del PP o sus familiares. Como el ínclito niñato que mató en la AP7 valenciana a una chico y dejó en coma a su novia...que es familiar del Ministro XYZ.
A ver si va a ser verdad lo que se comenta sotto voce: que hay sobres para todos.