Buenas noches,
Como es finde voy a otra de las historias que purgan mi cerebro.
“De hecho vine a facto, porque me daba más que otros, igual que vine, me voy”
Cómo cambia la vida, antes, cuando éramos de una pieza, auténticos (que palabra más bonita, aunque no diga nada), caballerosos, nos vestíamos por los pies, creíamos en que la palabra dada era sagrada, un pacto se sellaba al darse la mano y eso era un contrato irrenunciable en toda regla, teníamos en gran estima la lealtad.
Ahora nos vendemos al mejor postor, somos mercenarios infieles que nos vamos con el banco que más nos ofrece en cada momento, no nos casamos con nadie, creemos que solo se vive una vez y que hay que apurarlo todo.
Yo, valoraba la fidelidad, mi primera cuenta la abrí en el Banco de Vizcaya, tenía un vecino, Miguelín, que había entrado de botones en una sucursal de ese banco, y eso ya era un motivo de peso, teníamos que ayudarnos unos a otros, y si un vecino era botones de un banco todos los vecinos teníamos que abrir en ese banco y en su sucursal (aun no existían las comunidades de vecinos) así no se quedaría en paro.
El único de los vecinos que se fue con la competencia, al banco de Bilbao, fue el padre de mi amigo Quintín, vivían en el segundo nº 6, era cobrador de autobuses y muy adusto y seco, todos sospechábamos el por qué se fue a otro banco, pero eso ahora no viene al caso.
El banco de Vizcaya paso a ser BBV, Miguelín fue apoderado y luego director de sucursal, algo itinerante pues cada dos años, o así, la sucursal era distinta, y los antiguos vecinos que ya vivíamos cada uno en un sitio, todos a una, le seguíamos con nuestras cuentas allá dónde fuera.
Después a Miguelín le hicieron una jubilación anticipada, el BBV pasó a ser el
BBVA, pero yo fiel a mis principios seguía en el BBVA.
Hace poco descubrí Rankia, ahora tengo cuenta en 15 bancos, hago tintos, y cerré cabreado la cuenta en el BBVA recientemente porque la promoción de recibos720 era solo para nuevos clientes, yo como llevaba 40 años no era nuevo cliente y no me pude acoger.
Carpe Diem