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Historias de la Bolsa.

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CÓDIGO AMIGO

Gestión inteligente del capital con Trade Republic: IBAN español y 2% de remuneración sin límite de saldo

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#1366

Dos señales técnicas que indican que podría venir una corrección


 
Eugenio Catone, en su análisis reciente, identifica dos señales clave que sugieren que el mercado podría estar al borde de una corrección. Desde nuestra perspectiva, esas alertas merecen atención seria si buscamos anticipar movimientos del mercado.


1. Divergencia entre líderes y mercado amplio

Catone advierte que las acciones que han dominado las subidas —los llamados nombres “líderes”— están mostrando signos de debilidad, mientras que los índices generales aún se mantienen en terreno firme. Esa falta de sincronía entre el liderazgo y la amplitud del mercado indica que el soporte del conjunto no está siendo fuerte. Nosotros creemos que una desconexión así suele preceder correcciones: cuando los motores pierden fuerza, el tren deja de avanzar.


2. Deterioro del volumen y del momentum en los avances
Otra señal que Catone menciona es que los movimientos alcistas recientes no están siendo apoyados por volumen significativo ni por un impulso técnico sólido. En otras palabras: el mercado sube “con manos débiles”. Para nosotros, eso es peligroso porque ese tipo de avances tiende a ser frágil frente a cualquier estornudo macro o noticia negativa.

Nuestra interpretación y enfoque estratégico

Tomando las advertencias de Eugenio Catone como puntos de partida, nosotros las incorporamos dentro de nuestro radar técnico y táctico:

  • Consideramos que solo si ambas señales (divergencia sectorial y debilidad técnica en el volumen/momentum) se coinciden con rupturas de soportes importantes podríamos hablar de corrección estructural.

  • Prestamos especial atención a zonas de soporte clave (medias móviles, retrocesos de Fibonacci, niveles históricos) para anticipar posibles zonas de rebote o ruptura.

  • En nuestra gestión, priorizamos controles de riesgo: reducción de exposición, stops ajustados, cobertura parcial si las señales se confirman.




 

No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1367

La temporada de resultados y la IA mantienen el impulso de los mercados hacia fin de año



 
Según Mathieu Racheter, Head of Equity Strategy Research en Julius Baer, la inversión en inteligencia artificial sigue siendo la prioridad para los inversores, con los resultados de los grandes “hyperscalers” que se publicarán esta semana como factor clave para determinar si el impulso de la IA se extenderá al cuarto trimestre.


Hasta ahora, aproximadamente un 30 % de las compañías del S&P 500 han publicado resultados, con una tasa impresionante de sorpresas positivas: el 87 % de ellas superó las expectativas de ganancias, muy por encima del promedio histórico del 75 %. Los sectores de materias primas y utilities han liderado las sorpresas al alza, mientras que comunicaciones ha sido el único sector con resultados por debajo del consenso. Como consecuencia, el crecimiento agregado de ganancias para el segundo trimestre se ha revisado al 9,2 %, frente al 7,9 % estimado al inicio de la temporada.


Curiosamente, la reacción del mercado a las publicaciones positivas sigue siendo más moderada de lo habitual: el rendimiento medio de las acciones tras un “beat” se ha situado en 110 puntos básicos frente a un promedio histórico de 140, mientras que los resultados negativos continúan siendo castigados severamente, con caídas de 550 puntos básicos frente a un promedio de 246. En Europa, la situación también muestra señales de mejora, aunque desde un nivel bajo: alrededor del 57 % de las compañías han presentado sorpresas positivas, ligeramente por encima del promedio histórico, con ganancias impulsadas por los cíclicos, especialmente los bancos.

A nivel agregado, se espera que el crecimiento de beneficios por acción para el tercer trimestre se mantenga ligeramente por encima de cero. No obstante, las revisiones estabilizadas y un entorno macro más equilibrado sugieren que lo peor del ciclo de rebajas podría haber quedado atrás.

Esta semana será crucial: más del 40 % de la capitalización bursátil estadounidense publicará resultados, incluyendo a los principales hyperscalers. El foco estará en Amazon, Alphabet, Meta y Apple, y la gran pregunta será si el impulso de la IA sigue creciendo o si se aproxima una pausa. El consenso estima que la inversión en capital (capex) de estos gigantes tecnológicos crecerá alrededor del 75 % interanual en el tercer trimestre, antes de moderarse hacia 2026 (aprox. 20 %). Sin embargo, los patrones recientes de gasto sugieren que estas previsiones podrían resultar conservadoras.


Las grandes plataformas han señalado que la demanda de IA continúa superando la capacidad, financiando estos proyectos principalmente a través de flujo de caja operativo (60 %) en lugar de endeudamiento. En un contexto donde los mercados de renta variable valoran la inversión agresiva en tecnología, este impulso podría seguir sosteniendo la dinámica positiva hacia fin de año. 


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1368

Los cuatro índices bursátiles estadounidenses cerraron en máximos históricos. Esto es lo que la historia dice que ocurri


Como señala Gordon Gottsegen en MarketWatch, este lunes se produjo un evento poco frecuente en los mercados estadounidenses: los cuatro principales índices —Dow Jones Industrial Average, S&P 500, Nasdaq Composite y Russell 2000— cerraron al mismo tiempo en máximos históricos. Este hecho, según el autor, suele indicar que el mercado mantiene un impulso alcista y podría prolongarse en las próximas semanas.

Según Gottsegen, varios factores han impulsado a las acciones al alza este lunes. Nos encontramos en plena temporada de resultados, y hasta ahora los reportes han sido generalmente sólidos. Además, se espera que la Reserva Federal anuncie otro recorte de tipos de interés este miércoles, y los inversores se han visto tranquilizados tras los comentarios del presidente Trump sobre unas negociaciones comerciales con China que apuntan a un desenlace positivo, a pesar de la incertidumbre de semanas anteriores.


Como explica el autor, pese a que “el mercado no está barato” y persisten las preocupaciones sobre valoración, el optimismo previo al encuentro de Trump con el líder chino Xi Jinping ha contribuido a reducir los temores sobre posibles nuevos aranceles. Gordon Gottsegen añade que, aunque la economía no necesite urgentemente un recorte de tipos, reducir los costes de financiación podría ayudar a mantener el dinamismo económico.


Históricamente, apunta Gottsegen, no es común que los cuatro índices cierren en máximos el mismo día; en lo que va de año, esto ha ocurrido solo en dos ocasiones, y antes, la última vez fue en 2021. En los últimos diez años, este fenómeno se ha producido 35 veces y desde 1990, 85 veces. La relevancia de este patrón radica en que suele suceder en fases avanzadas de mercados alcistas, lo que sugiere que la tendencia positiva podría continuar.


Gottsegen detalla que, según datos de Dow Jones Market Data, en los tres meses posteriores a un cierre récord simultáneo de los cuatro índices, el S&P 500 ha subido en el 69,7% de los casos, con una ganancia media del 2,2%. A seis meses, el índice ha registrado ganancias en el 78,8% de las ocasiones, con un aumento promedio del 3,8%. Aunque el autor recuerda que el desempeño pasado no garantiza resultados futuros, esta estadística señala que el impulso del mercado tiende a sostenerse tras estos episodios.


En conclusión, como indica Gottsegen, los inversores pueden interpretar estos cierres récord simultáneos como un reflejo de la fortaleza del mercado y de la continuidad del impulso alcista, aunque siempre conviene tener en cuenta los riesgos y la volatilidad que puedan surgir.




No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1369

Las tres claves sobre las que gira Wall Street


 
La narrativa del mercado estadounidense vuelve a girar sobre tres fuerzas. De un lado la euforia en torno a la inteligencia artificial, de otro, la creciente fractura dentro de la Reserva Federal y por último, la pérdida de fiabilidad de los datos económicos oficiales.

Todo esto sucede mientras Warren Buffett acumula más efectivo que nunca, un gesto que, viniendo de quien viene, no es menor.

La revolución de la IA sigue siendo el eje del ciclo alcista. Ni los movimientos bruscos tras los resultados de Meta o Microsoft, ni el escepticismo mediático sobre el gasto en infraestructura tecnológica cambian el fondo, pues estamos lejos del pico de inversión en inteligencia artificial. Amazon y Alphabet baten récords, Nvidia ya rozó los 5 billones de capitalización y las emisiones corporativas vinculadas a proyectos de IA se “sobre suscriben” varias veces. Las grandes tecnológicas están financiando la próxima década a coste casi cero, convencidas de que el retorno superará con creces su coste de capital.


Al mismo tiempo, la política monetaria entra en zona de ruido. La Fed está cada vez más dividida con Powell defendiendo una estrategia de “gestión del riesgo”, mientras voces como Logan o Hammack reclaman mantener la restricción para no perder el control de la inflación. En otras palabras, la política monetaria estadounidense ya no rema en una sola dirección. Las diferencias internas aumentan y, con ellas, la incertidumbre sobre los próximos recortes de tipos.

En paralelo, el mercado laboral y los datos macro se miden ya sin el Gobierno. La parálisis en Washington ha dejado a los inversores sin estadísticas oficiales del BLS, sustituidas por cálculos privados como los de ADP. Esas mediciones muestran desaceleración, pero también divergencias notables. En un sistema donde cada parte genera sus propios datos, la visibilidad macro se difumina, lo que agrava la volatilidad y amplifica las reacciones a cualquier señal parcial.

Y en este entorno, aparece el espejo de la prudencia: Buffett. Berkshire Hathaway acaba el trimestre con 382.000 millones de dólares en caja, marcando un nuevo máximo histórico, y lleva 12 trimestres consecutivos vendiendo acciones netas. Más que miedo, es un diagnóstico que indica que las valoraciones son demasiado exigentes y apenas quedan activos que “muevan la aguja”. Buffett entiende que, cuando el precio lo descuenta todo, el riesgo deja de pagarse.


Así las cosas, el mercado sigue sosteniéndose sobre la narrativa tecnológica y la expectativa de recortes de tipos, pero las grietas aumentan con una Fed fragmentada, datos cada vez menos fiables y la acumulación de liquidez por parte de los gestores más pacientes.
Los inversores no deberían buscar aún un techo, pero sí reconocer que, cuando hasta los “números duros” dejan de ser claros, el ciclo empieza a hablar en susurros. 

 Javier Molina, analista senior de mercados para eToro 

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#1370

El fantasma de la sobrevaloración sacude a los mercados: Europa y Wall Street tiemblan

 
Las bolsas europeas registraron pérdidas significativas hoy, mientras que Wall Street también operó a la baja, en un ambiente de creciente cautela ante indicadores macro y valoraciones elevadas. Se citan como factores de preocupación la falta de datos oficiales por el cierre parcial del Gobierno de EE.UU., la incertidumbre sobre futuras decisiones de tipos de interés de la Federal Reserve y una clara moderación del impulso tecnológico.

En este contexto, conviene volver al análisis de Jim Paulsen, quien sostiene que —aunque las valoraciones parezcan elevadas— podrían estar justificadas por un nuevo paradigma de mercado. Paulsen argumenta que:

  • La menor frecuencia de recesiones, un mejor manejo del ciclo económico y los avances tecnológicos hacen que las empresas registren beneficios más estables y menos cíclicos.

  • Por ello, el rango histórico de múltiplos de beneficios podría haber ascendido estructuralmente (por ejemplo, de 7-21 veces a 20-35 veces) y permanecer allí durante más tiempo.

  • No considera que las valoraciones sean un buen mecanismo de timing de mercado; en cambio, destaca que lo decisivo serán el sentimiento (ya sea de euforia o temor) y el entorno económico/político.

En el marco actual, la caída de los mercados —tanto en Europa como en EE.UU.— puede interpretarse como un ajuste momentáneo más que el fin de la tendencia alcista. Las tensiones mencionadas (tipos de interés, crecimiento global, valoración tecnológica) están controladas, pero generan turbulencia que los inversores deben monitorear.

Qué observar de aquí en adelante


  • Cómo reaccionan los grandes valores tecnológicos: si vuelven a liderar, podrían propiciar un rebote. Si siguen debilitados, la corrección podría ampliarse.
  • La evolución de los tipos de interés y de la política de la Fed: cualquier indicio de alza inesperada podría pesar sobre los mercados de renta variable.

  • Datos macroeconómicos clave, en particular manufactura y confianza, tanto en EE.UU. como en Europa.

  • El sentimiento inversor y la amplitud del mercado: una subida concentrada en pocas acciones suele ser más frágil. En este sentido, Paulsen aconsejaría prestar atención no solo a los grandes nombres, sino también al desempeño del conjunto del mercado.

En resumen: aunque las valoraciones del mercado sean elevadas, según Paulsen ese hecho por sí solo no implica una burbuja inmediata. Pero la sesión de hoy nos recuerda que la prudencia sigue siendo necesaria —especialmente ante un entorno global que permanece cargado de incógnitas.



 



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#1371

La fiesta continúa en Wall Street, pero los más sensatos ya se acercan a la puerta.


Joseph Calhoun plantea una pregunta crucial: ¿están los mercados estadounidenses entrando nuevamente en una burbuja? En su análisis mensual, el gestor de Alhambra Investment Management advierte que, aunque las bolsas mantienen una trayectoria alcista desde los mínimos de octubre —a los que llama “liberation day lows”—, el avance se está concentrando cada vez más en un número reducido de valores, especialmente en el sector tecnológico.

Calhoun observa que la euforia en torno a la inteligencia artificial recuerda a episodios especulativos del pasado. Aunque reconoce que la IA podría marcar una nueva era de productividad, también sugiere que parte del entusiasmo puede estar impulsando valoraciones excesivas. “Podríamos estar construyendo centros de datos que nunca se usen a plena capacidad”, ironiza el autor, subrayando la imposibilidad de saber en tiempo real si el mercado se encuentra ante una burbuja o ante un cambio estructural legítimo.


El analista se detiene también en el oro y los metales preciosos, cuya subida superior al 50% este año genera dudas sobre su significado real. Según Calhoun, el repunte podría reflejar temores sobre el dólar, una huida hacia activos refugio o incluso simples movimientos especulativos. “No hay manera de saberlo con certeza”, reconoce, recordando la famosa frase de Alan Greenspan de que las burbujas solo se identifican en retrospectiva.


Desde el punto de vista técnico, Calhoun advierte que el S&P 500 cotiza entre dos y tres desviaciones estándar por encima de su media móvil de 50 meses, una zona que, a su juicio, justifica una postura de prudencia. No anticipa un desplome inminente, pero considera que los inversores deberían estar más inclinados a vender que a comprar, manteniendo liquidez y evitando la sensación de urgencia o “FOMO” (fear of missing out). “Si sientes que debes comprar algo de inmediato, probablemente sea mejor esperar un poco”, aconseja.


En cuanto al comportamiento de los distintos índices, el autor señala que el NASDAQ lideró en octubre con una subida cercana al 5%, acumulando siete meses consecutivos de avances, mientras el S&P 500 encadena seis meses en positivo. Sin embargo, los valores medianos y pequeños siguen rezagados, un fenómeno que Calhoun asocia a la especulación y a la concentración extrema del mercado en las grandes capitalizaciones.


Las bolsas europeas han subido más de un 30% en dólares.


Otro punto destacado del análisis de Calhoun es la superioridad de los mercados internacionales frente a los estadounidenses. Pese a los aranceles impuestos por Washington, las bolsas europeas han subido más de un 30% en dólares, impulsadas —según el autor— por la salida de capitales que buscan diversificar ante el riesgo percibido en la moneda norteamericana. “Si el capital está fluyendo de vuelta a Europa, tiene que invertirse en algún sitio”, resume.

En el apartado de materias primas, Calhoun subraya que el índice S&P GSCI apenas avanza un 1,3% en el año, pero aclara que la cifra es engañosa: solo el petróleo, que representa el 40% del índice, resta fuerza al conjunto, con una caída del 15%. En contraste, los metales preciosos e industriales presentan alzas espectaculares: el oro sube un 51%, la plata un 65%, el platino un 73% y el paladio un 59%. Incluso productos agrícolas como el café (+22%) y el ganado (+21%) muestran buen desempeño.


Sobre renta fija, el autor destaca que los bonos acumulan rendimientos positivos por tercer año consecutivo —el mejor ejercicio desde 2020—, aunque advierte que los retornos a cinco años de los Treasuries siguen prácticamente planos. La debilidad del dólar, añade, ha impulsado especialmente los bonos internacionales y emergentes.


Calhoun concluye con un mensaje de moderación. Reconoce el entusiasmo general del mercado, pero insiste en que los inversores prudentes deben “contradecir a la multitud en los extremos”. En su opinión, la combinación actual de euforia tecnológica, concentración bursátil y sobrevaloración técnica merece una postura defensiva y disciplinada.




No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

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