Cualquier persona que intenta obtener un beneficio en cualquier negocio es un especulador.
Cuando las cosas a nivel general van bien se les llama inversores o hombres de negocios.
Cuando las cosas van mal porque el gobierno ha metido la pata y necesita echarle la culpa a alguien se convierten en especuladores.
La palabra fina es inversor, igual que en una relación sexual, la palabra fina es hacer el amor.
Un frutero es un especulador, lo mismo que un fabricante de bombillas, hasta una guardería es especulación.
Todos intentan obtener un beneficio.
Sólo hay que fijarse en los países comunistas, cualquier actividad privada que tenga como fin la obtención de beneficios es especulativa por naturaleza.
En Venezuela según el gobierno todos los dueños de los supermercados son especuladores y ellos son los culpables de la escasez de todo tipo de mercancias.
En Argentina, según su gobierno, todas las personas que quieren ahorrar y compran dólares también son especuladores.