Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) logró en el primer semestre del año un beneficio neto de 52 millones de euros, un 52% más que en el mismo periodo de 2023, según ha informado la compañía guipuzcoana.
Asimismo, las ventas han aumentado un 11% en este primer semestre de 2024 y ascienden a 2.080 millones, frente a los 1.877 millones del mismo periodo del año anterior. El Ebit creció más que las ventas, un 20%, hasta los 102 millones.
La contratación en el periodo descendió un 12%, hasta los 1.723 millones de euros, lo que lastró la cartera de proyectos hasta un total de 13.843 millones de euros, un 3% inferior a la de diciembre de 2023.
No obstante, la empresa ha destacado que su elevada cartera de pedidos garantiza buena parte del crecimiento proyectado hasta 2026 en el Plan Estratégico en vigor, gracias a un crecimiento de doble dígito de las ventas, una mejora progresiva de la rentabilidad operativa y un aumento relevante de los resultados.
Además, la compañía tiene en torno a 170 millones de euros adicionales de adjudicaciones pendientes de firma a cierre de semestre, y hasta 900 millones de euros en opciones futuras asociadas a las contrataciones anunciadas en el segundo trimestre.
La deuda financiera neta creció un 11%, hasta los 284 millones de euros, aunque tras haberse incrementado el Ebitda, la proporción del pasivo respecto a esta partida sigue manteniéndose en solo 0,9 veces, al mismo tiempo que la liquidez asciende a 926 millones de euros.
Por su parte, la generación de caja está en línea con lo previsto al inicio del ejercicio, todo ello ayudado por la estabilidad financiera, y mantiene sin variación las perspectivas anunciadas a comienzos de año para el ejercicio 2024, como son lograr unas ventas por encima del 10% respecto al 2023 y una mejora de la rentabilidad sobre el pasado año.
CONFLICTO EN ISRAEL
En su cuenta de resultados, la compañía reconoce que el conflicto Israel-Palestina supone "un riesgo de incertidumbre" por los dos proyectos que tiene en la zona: la extensión del tren ligero en Jerusalén y el suministro de tranvías para Tel Aviv.
CAF admite que el conflicto está afectando a los ritmos de ejecución de los contratos y apunta a "posibles embargos o sanciones" que se puedan implantar o "posibles interrupciones adicionales en la cadena de suministro".
En concreto, señala que se están manteniendo las operaciones en la línea del tren ligero de la ciudad de Jerusalén, si bien no detalla el estado en el que se encuentra el otro proyecto.
En cualquier caso, defiende que mantiene comunicaciones continuas con sus clientes, "trabajando de forma colaborativa en abordar los problemas derivados de esta situación"