Creo que llevas también razón en lo que dices. Al final el mercado es soberano y a Pharmamar no le han salido bien algunas cosas, y esto ha penalizado sin duda la cotización. Pero creo que hay alguna lectura más. Cotizar por un valor equivalente a la suma del valor contable y de los créditos fiscales implica valorar en 0 euros las expectativas de beneficios futuros. Seguramente al calor del contrato de Jazz o del Aplidin como antiviral, la cotización no debió escalar hasta los 120-140 euros, pero bajar a 30 opino que también es una burbuja, bajista en este caso, máxime teniendo en cuenta que a una empresa como esta, de muy pequeña capitalización, un fondo en corto cualquiera puede terminar de hundirla con poco esfuerzo.
En otro orden de cosas, dices bala de plata, bien sí, pero aquí también veo alguna lectura más. Lo que yo más valoro de Pharmamar es la actividad investigadora que lleva a cabo con todos los recursos que están a su alcance, para mi esto es el núcleo. Los créditos fiscales al lado de esto son el chocolate del loro, o debieran terminar siéndolo. Hay poquísimas empresas con esta apuesta tan clara, y menos en este país, por desgracia. Debería haberlas a miles. Cuando haces I+D, la I es o bien investigación básica o bien investigación aplicada. Investigación Básica es irse al océano Índico a buscar ¿pero qué exactamente? Y una vez que tienes esos invertebrados y/o sus moléculas en el laboratorio ¿qué buscas ahora?. Eso es por definición investigación básica, es decir, no orientada a nada en concreto, en un estadio muy alejado del mercado. Es rarísima de encontrar en entes privados dado que casi solo la encontrarás en universidades u organismos especializados y, en general, muy tasamente en España.
A partir de aquí, el siguiente paso es la Investigación Aplicada. De una molécula sintetizada llamada plitidepsina, por ejemplo, se inician estudios para ver su potencial antitumoral. Pero hete aquí que después se ve que también tiene actividad antiviral contra varios tipos de virus. De una “bala de plata”, molécula para mieloma, te puede aparecer todo un cargador de “balas de plata” por sus potenciales aplicaciones antivirales. Todavía se ha de confirmar, por supuesto, pero a lo que voy, esto tiene un nombre que es: Disrupción. Disrupción con la tecnología existente y con el mercado actual: lo que busca en puridad la I+D. Disrupción multilateral además, en este caso. Para no hacer esto muy farragoso, brevemente, luego vendría la D de Desarrollo, que podríamos identificar en esta empresa con sus fases clínicas, que ya hemos visto también que muchas veces fallan, y no solo en Pharmamar, sino también en todas las pharmas.
La I+D es tremendamente incierta, pero tiene igualmente un potencial disruptivo enorme. La ecuación riesgo-beneficio sigue presente, puede que en grado superlativo. Puedes no tener nada tras 10 años o puedes tener un unicornio del tamaño del Caballo de Troya. O bien situaciones intermedias. Todos los escenarios están abiertos, y una actividad investigadora planificada supone la posibilidad de encontrar una bala de plata podría decirse que a diario. Posibilidad, no bala.
Si lurbinectedina no funciona, entendiendo que no funciona en monoterapia, que tampoco funciona con irino, atezo, pembro, doxo, etc., (volvemos a lo mismo, esta disrupción no ha llevado a una sola potencial bala de plata, si no a una multilateralidad, y no lo digo porque siempre esto vaya a ocurrir, pero es que es en este tipo de cosas donde están los quids de la I+D), si no funciona decía: ¿perdemos la única bala de plata y ya la empresa quiebra, como se puede leer bastante habitualmente? Mi opinión es que todavía no. La cotización seguramente iría más debajo de 30, pero hay caja para varios años, más allá de 2025/2026. También la empresa puede ampliar capital social, cosa que nos fastidiaría seguro, pero antes que quebrar… La empresa también puede vender Sylentis, o puede venderse a sí misma como empresa investigadora, con una plantilla de doctores y licenciados con experiencia, sigue teniendo Yondelis y otras moléculas en estudios clínicos, sigue teniendo 350.000 moléculas marinas que a un interesado le ahorran muchos años y esfuerzos de ir a recolectar, sigue teniendo créditos fiscales que no podría usar ella misma (caso de perder lurbi) pero sí un adquirente u opante. Todas estas cosas las puede vender como un todo o en partes. Y ya casi ni menciono un indeseado proceso concursal previo a liquidación empresarial y quiebra, que puede durar un lustro y que en no pocas ocasiones sirven para rehabilitar empresas. Pero antes de esto, creo que la empresa sería vendida, si bien es mejor hacerlo con el viento a favor que urgido por la necesidad.
Lo poco que se de estudios de fármacos lo he aprendido básicamente leyendo vuestras aportaciones, yo poco más puedo añadir. Hablo de lo que más entiendo y, aún así, como todos, me puedo equivocar. No tiene sentido hacerse trampas al solitario y ver siempre el vaso medio lleno. Pero tampoco verlo siempre medio vacío. Seguramente el pesimismo que se genera de ver bajar la cotización hasta 30 puede hacer que nos inclinemos más al vaso medio vacío, pero hay cosas positivas, en el ámbito investigador, sobre todo, pero también en el ámbito financiero. También es cierto que la empresa no ha sido capaz de generar beneficios de manera consistente, cosa que todos sabemos. Con la lentitud de este sector en general, y de Pharmamar, en particular, estamos lejos de forrarnos, pero también estamos lejos, muy lejos, del caos. Y el momentum… pues en términos de actividad y, principalmente, de probabilidad de operación corporativa, diría que auspicioso. En mi opinión.
Saludos,