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Apuntes sobre La Riqueza de las Naciones, de Adam Smith (II)

Siguiendo con los posts relacionados con el libro “La Riqueza de las Naciones”, el siguiente párrafo que he considerado interesante extraer trata sobre los préstamos de capital y su reflejo en el tipo de interés y en el mercado laboral.

“A medida que la cantidad de capital que se presta con interés aumenta, el interés o precio que debe ser pagado por el uso de ese capital necesariamente disminuye, no sólo por las causas generales que llevan a que el precio de mercado de las cosas habitualmente caiga cuando su cantidad sube, sino por otras cusas peculiares y específicas de este caso. A medida que los capitales se expanden en cualquier país, los beneficios que pueden ser obtenidos invirtiéndolos inevitablemente disminuyen. Se vuelve paulatinamente más difícil encontrar en el país una inversión rentable para cualquier capital nuevo. Surge en consecuencia una competencia entre los diferentes capitales, y el dueño de uno se afanará en invertir su capital donde ya lo ha invertido otro. En la mayoría de las ocasiones no puede expulsar a este otro sin ofrecer condiciones más razonables. No sólo debe vender más barato lo que tenga, sino que además para conseguirlo debe a veces comprarlo más caro. La demanda de trabajo productivo, merced al incremento de los fondos destinados a mantenerlo, crece cada día más. Los trabajadores encuentran empleo con facilidad, pero los propietarios de los capitales no encuentran fácilmente trabajadores para emplear. Su competencia eleva los salarios y deprime los beneficios. Pero cuando lo que puede obtenerse por el uso de un capital es de esta forma reducido, por así decirlo, desde ambos extremos, el precio que ha de pagarse por su uso, es decir, la tasa de interés, inevitablemente debe disminuir.”

Este extracto no es más que una descripción de las leyes de oferta y demanda que rigen normalmente en todos los mercados. Cuando existen más ofertantes de capital que demandantes, estos compiten por ofrecer las mejores condiciones. Esto lleva a que el tipo de interés exigido disminuya, lo que atraerá a más demandantes hasta su capital. El problema que existe con tanto capital prestado es que ese dinero, que será invertido, va a saturar el mercado, pues se destinará a algún uso en el que alguien ya ha invertido capital previamente. Esto generará una situación de competencia por sobrevivir, pues en muchos casos no habrá mercado suficiente para tanto capital, y será preciso expulsar a los otros competidores. En ocasiones será preciso vender más barato que la competencia, con lo que el rendimiento del capital invertido disminuirá hasta cifras realmente bajas.

Al ser mayor la cantidad de capital invertido en el mercado, la actividad productiva global también será mayor, y con ello la cantidad de mano de obra empleada en la economía también se verá incrementada. Como existirá una alta demanda de trabajadores, y una oferta limitada de los mismos, el desequilibro pronto llevará a que los trabajadores no tengan dificultades para encontrar empleo, y a que los empresarios tengan verdaderos problemas para encontrarlos. De esta forma, para que los empresarios puedan atraer trabajadores a sus unidades productivas se verán obligados a elevar el salario ofertado, haciendo que sus condiciones laborales mejoren. Por último, el incremento de los costes salariales para el empresario llevará a que su beneficio se vea aún más reducido. Ante tan escuetos beneficios por el uso del capital, el tipo de interés exigido para el mismo necesariamente disminuirá, pues nadie estará dispuesto a abonar un alto interés por algo que apenas va a generar beneficios.

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