Hay un punto irónico en este inicio de conferencia (min 6:40), en el que el representante de la CUP hace una afirmación que personalmente suscribiría en su totalidad.
Según Busqueta, mediante nuestra capacidad de trabajo, los/las trabajadores / as generamos un output que posteriormente intercambiamos por el output de otros trabajadores mediante mecanismos de cooperación, y esto señores es pura Austrian School, es Von Mises:
Lamentablemente el sueño dura poco y posteriormente rescata ese viejo cliché de que el capital se queda con la plusvalía del trabajador explotado y la competición apesta etc…
Busqueta, entra ya en materia explicando que ellos pretenden iniciar un “proceso de democratización de la economía”, aunque no entra en detalles (algo muy propio de la izquierda siguiendo las líneas recomendadas por Alinsky de hablar en términos genéricos, difusos y casi nebulosos).
Busqueta adelanta que la economía de servicios, que representa más de un 60% del PIB en Catalunya viene a ser un reducto de precariedad y miseria, -realmente es cierto en muchos casos-, lo que no comenta es que en el contexto actual, la alternativa a la precariedad o subempleo muy probablemente no sea un empleo de mejor calidad sino el desempleo.
La solución según la CUP pasa por una “reactivación industrial profunda” en la que las empresas pagarían un “sueldo digno” a sus trabajadores.
Esta reactivación –atención- iría dirigida a satisfacer la demanda interna en Catalunya, creando un maravilloso círculo virtuoso en el que todos y todas cobrarían sueldos dignos que podrían gastar en productos hechos en Catalunya.
Busqueta no concreta –ni lo especifica el programa-, como perpetraría lo que parece un atropello a la libertad económica en toda regla, ya que pretender repartir el peso económico de los distintos sectores desde la planificación central es algo que hace 50 años que está desfasado, eso sin entrar en los posibles efectos adversos del establecimiento de salarios por encima del precio de equilibrio.
El único punto para mi razonable de esta parte de la conferencia es cuando propone –remarcable- bajar impuestos indirectos y el IS para Pymes.
Posteriormente, rescata aquello de que “hay que subir impuestos a los ricos” (muy original), asimismo en otro momento comenta la posibilidad de eliminar duplicidades administrativas (diputaciones fuera) y dar mayor poder a entes locales (propuesta para nada descabellada, aunque posiblemente habría que enmarcarla dentro de una lógica Marxista).
Los alemanes son unos abusones
Para Busqueta, la culpa de casi todo se reparte a partes más o menos iguales entre el gran capital, los mercados financieros, la austeridad y los alemanes; este es un argumento muy común entre la izquierda, quedando a criterio del interlocutor de turno cambiar lo de “los alemanes” por “los americanos” y todos contentos.
Según la CUP los germanos después de imponer el Euro -que es una moneda “cara”-, hicieron un devaluación salarial interna que redujo los costes de producción de su industria y permitió a los empresarios reinvertir una mayor porción de sus beneficios generando más empleo (no me queda claro si piensa que esto es o no una buena idea), ello conjuntamente con la consabida alta productividad teutona ha potenciado sus exportaciones.
Busqueta llega a la extraña conclusión de que “no se puede competir con los alemanes”, en un tono entre perplejo e indignado que parece sugerir que los alemanes hacen competencia desleal.
La narrativa de la CUP, prosigue detallando que los alemanes históricamente invierten fuertemente en capital, innovación tecnológica y en formación, alternativamente como los catalanes y los países del Sur de Europa no lo hacemos al mismo nivel, deberíamos dedicarnos a vender fuets en Vic o a crear nuestras propias industrias para el autoconsumo.
En este punto recuerdo a Krugman explicando que a pesar de las diferencias entre keynesians y liberales, existe entre los economistas un consenso casi unánime en la validez de dos principios: el desarrollo del comercio internacional y el principio de ventaja relativa. Krugman debería visitar Catalunya y España de vez en cuando.
Al margen de que estas proclamas apestan a autarquía rancia de posguerra, me parece curioso que desde el imaginario del independentismo radical, se equipare sin rubor Catalunya con Holanda o Dinamarca, pero que en una conferencia sobre economía se admita de manera tácita que el lugar de Catalunya en el mundo es el mismo que el de España, Grecia y Portugal, (si alguien lo entiende, pf que me lo explique) .
Busqueta remata la faena afirmando que además, los alemanes “obligan” a los países periféricos a endeudarse para adquirir sus productos, deuda que ellos financian a los países del sur a tipos mucho más altos que los que pagan.
Realpolitik o real comunism
Llegado a un punto, Busqueta no se contiene más y afirma –traduzco literalmente-
“Quisiéramos erradicar el Capitalismo, es lo que nos pide el cuerpo porqué nos lleva a sociedades angustiadas, tristes y fracasadas y esto no va a ningún lado”.
A renglón seguido, después de haberse desahogado, afirma que ahora se impone la “realpoliltik” y que hay que adaptar el programa económico al contexto actual.
Este punto me llama la atención porqué es calcado al discurso podemita, Pablo Iglesias se define como “comunista” pero es consciente de que no es posible una desconexión total del sistema sin llevarse al país por delante en nanosegundos (algo que los griegos lamentablemente han sufrido, aun contando con un peso pesado en economía como Varoufakis).
Semi-descartada la desconexión total de la economía de mercado, la neo-izquierda suele plantear un escenario alternativo vinculado a tres propuestas constantemente reiteradas, que siguen una secuencia lógica absolutamente macabra:
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a/ No hay que pagar la deuda por ilegítima (¿).
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b/ Si a resultas de ello los mercados financieros nos estrangulan, nos vamos fuera de la UE.
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c/ Una vez expulsados, es posible recuperar el banco central y la moneda propia e imprimir billetes hasta que se acaben todos los tóners del país.
Dicho de otra manera, proceda con los tres puntos maximalistas del programa, agítese en una coctelera y retroceda medio siglo como Venezuela o Zimbawe.
La conferencia avanza con referencias al fraude fiscal (igualito que la tesis podemita) que la CUP atribuye directamente a los ricos, -nada nuevo bajo el sol siberiano-, añadiría que el
Dr Juan Ramón Rallo ya ha desmontado este argumento afirmando que la mayoría del fraude se concentra en sectores y ámbitos que tienen poco que ver con la gran empresa y los grandes patrimonios.
En todo caso puerta abierta al asalto patrimonial, ya que desde la izquierda y el estatismo en general no se tolera que la ciudadanía pueda tener fuentes de ingreso alternativas (activos financieros).
Críticas al capitalismo comunes entre la izquierda radical
Las demandas del nuevo socialismo difieren sólo muy ligeramente de los 10 puntos fundamentales recogidos en el “Manifiesto Comunista” publicado hace unos 150 años, entre ellas, la abolición de la propiedad privada como proyecto de futuro, fuertes cargas impositivas progresivas, abolición de los derechos hereditarios, centralización del crédito en manos de entidades o banca pública, centralización o control de los medios de comunicación (aspiración indisimulada del líder podemita Pablo Iglesias), instrumentos de producción en manos del Estado (nacionalización de recursos o de industrias consideradas clave vía expropiación), rediseño de la combinación de los factores productivos agrícolas / industriales (ya anunciado por la CUP).
El capitalismo es un juego de suma 0
Uno de los argumentos “estrella”, lugar común del nuevo socialismo y que desliza sutilmente la CUP, es que el Capitalismo es un juego de suma 0 (Jeremy Corbin en UK está sacando petróleo con este razonamiento), es decir lo que uno gana en una economía capitalista lo hace a expensas de otros, lo que lleva a la conclusión de que los ricos lo son por qué han arrebatado a otros su riqueza.
Este argumento para mi falaz, se da de bruces con la realidad, alguien mínimamente serio podría llegar a afirmar que Amancio Ortega, cuyo patrimonio excede los 50 billones, ha empobrecido en esa misma cifra a sus trabajadores, proveedores o clientes?
Alternativamente. Naciones Unidas publica periódicamente los rankings en “Human Development Index”, confeccionado en base a datos como la esperanza de vida, años de escolarización, renta bruta per cápita etc..
Los resultados son más o menos previsibles y los primeros 15 puestos están copados por los “sospechosos habituales”.
Para comprobar a cascoporro si existe una correlación elevada entre el desarrollo humano y la libertad humana y la económica, podemos confrontar estos datos con los obtenidos por los investigadores Ian Vásquez y Tanja Porcnik del “Cato Institute”, publicados en el estudio “
The Freedom Human Index”, pág 14., el índice se elabora en base a datos relativos a la libertad personal y económica, en apartados como el “rule of law”, seguridad, libertad de movimientos, libertad religiosa, libertad de asociación, expresión o respeto a la propiedad privada.