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Los extraordinarios acontecimientos climáticos de 2022-24

Una improbable erupción volcánica submarina, el inusual año más cálido jamás registrado y el colapso del vórtice polar tras tres episodios de calentamiento estratosférico súbito han sido acontecimientos realmente extraordinarios. Aplicando el principio de la navaja de Ockham, sugiere que estos tres acontecimientos sin precedentes en un corto periodo de tiempo de poco más de dos años están probablemente relacionados con una única causa, en lugar de con múltiples causas separadas. Esta rara convergencia representa una oportunidad única de aprendizaje tanto para los climatólogos como para los aficionados al clima, ya que ofrece una visión de un acontecimiento climático que podría no repetirse en cientos o incluso miles de años.

1. Enero de 2022, el volcán improbable


Nunca antes habíamos sido testigos de una erupción volcánica submarina con un penacho capaz de alcanzar la estratosfera y depositar una gran cantidad de agua vaporizada. Este acontecimiento extraordinario se produjo en enero de 2022 con la erupción del volcán Hunga Tonga. Las condiciones para que se produzca un evento de este tipo son poco frecuentes: el volcán debe ser lo suficientemente profundo como para impulsar suficiente agua con el penacho, pero no demasiado profundo como para impedir que alcance la estratosfera. La mayoría de los volcanes submarinos no producen penachos, lo que hace que la erupción de Hunga Tonga sea aún más sorprendente.

El volcán Hunga Tonga tenía la profundidad idónea de 150 metros el día anterior a la erupción. Además, la erupción en sí debe ser excepcionalmente potente para que el vapor de agua se eleve a la estratosfera. La erupción del Hunga Tonga de enero de 2022 fue la más potente en 30 años, desde la erupción del Monte Pinatubo en 1991.
 
Figura 1. La erupción del Hunga Tonga desde el espacio.
Figura 1. La erupción del Hunga Tonga desde el espacio.

¿Cuáles son las probabilidades de que se produzca un acontecimiento semejante? Yo diría que bastante escasas. Los volcanes submarinos activos a la profundidad adecuada son raros, y la probabilidad de que uno entre en erupción con tal intensidad es relativamente baja. Puede que estemos ante un acontecimiento que se produce una vez cada varios siglos, o tal vez incluso una vez cada milenio. Sin duda, fue un acontecimiento excepcionalmente raro.

Si nos fijamos en el clima en términos de patrones meteorológicos de 30 años, no hay pruebas sustanciales de que las erupciones volcánicas tengan un impacto significativo. Mientras que las erupciones más potentes, como la del Tambora en 1815, pueden influir fuertemente en la meteorología hemisférica durante algunos años, nuestras observaciones de erupciones como las del Agung (1963), El Chichón (1982) y el Pinatubo (1991) sugieren que sus efectos se disipan en 3-4 años.

La idea de que la Pequeña Edad de Hielo (PEH) fue causada por el aumento de la actividad volcánica es muy popular. Sin embargo, los datos sugieren lo contrario. La actividad volcánica durante la PEH no fue inusualmente alta, sino más bien inferior a la media del Holoceno. Incluso en la segunda mitad del siglo XX, la actividad volcánica fue superior al 80% de la PEH. El principal factor de forzamiento climático inusual durante la PEH fue una actividad solar excepcionalmente baja.

Las erupciones volcánicas que penetran en la estratosfera desencadenan importantes cambios radiativos, químicos y dinámicos, en los que el azufre desempeña un papel fundamental. El dióxido de azufre (SO2) volcánico se oxida, combina y agrega formando aerosoles de sulfato. Estos aerosoles dispersan la radiación de onda corta entrante, lo que provoca una reducción de la insolación superficial y el consiguiente enfriamiento de la superficie. También absorben la radiación infrarroja entrante y saliente, contribuyendo al calentamiento de la estratosfera.

Sin embargo, el efecto de la erupción del Hunga Tonga es todo lo contrario. El vapor de agua es un potente gas de efecto invernadero, por lo que el repentino aumento del 10% del vapor de agua estratosférico en un solo día aumentó la opacidad estratosférica a la radiación infrarroja saliente. A diferencia de la troposfera inferior, donde el efecto invernadero está esencialmente saturado, la estratosfera, muy por encima de la altitud media de emisión de la Tierra (unos 6 km), experimenta un efecto mucho más pronunciado por la adición de vapor de agua. Además, el mayor contenido de vapor de agua estratosférico aumenta las emisiones infrarrojas, lo que enfría la estratosfera considerablemente.

Figura 2. Vapor de agua estratosférico en ppm por latitud a lo largo del tiempo a 31,6 hPa de altitud. Se observa claramente la evolución del vapor de agua de Hunga Tonga desde su inyección tropical hacia los polos.
Figura 2. Vapor de agua estratosférico en ppm por latitud a lo largo del tiempo a 31,6 hPa de altitud. Se observa claramente la evolución del vapor de agua de Hunga Tonga desde su inyección tropical hacia los polos.

La improbable erupción volcánica inversa de Hunga Tonga enfría la estratosfera al tiempo que calienta la superficie. Sin embargo, este efecto disminuirá gradualmente con el tiempo a medida que el exceso de vapor de agua salga de la estratosfera en los próximos 2-4 años. La figura 2 ilustra el movimiento del agua volcánica desde las regiones tropicales, por donde entra el aire deshidratado de la troposfera, hasta las latitudes medias y altas, por donde el vapor de agua de la erupción saldrá gradualmente de la estratosfera en los próximos años.

Surge la pregunta: ¿por qué se tardó más de un año en detectar los efectos de los cambios estratosféricos en la temperatura de la superficie tras la explosión? Normalmente, se espera que los efectos radiativos sean instantáneos una vez que el vapor de agua o los aerosoles de sulfato se sitúan en la estratosfera. Sin embargo, nuestra comprensión de cómo los volcanes afectan al clima sigue siendo incompleta, y los modelos climáticos tienen dificultades para reproducir con precisión estos fenómenos.

El transporte dentro de la estratosfera es rápido en dirección longitudinal, pero muy lento con respecto a la latitud y la altitud, con importantes variaciones estacionales. En la figura 2 podemos observar cómo el vapor de agua no llega al hemisferio norte hasta un año después de la erupción. Dependiendo de factores como la latitud de la erupción y la época del año, los efectos sobre el clima pueden variar mucho. La erupción del Tambora proporciona un precedente: se produjo en abril de 1815, pero sus efectos sobre la meteorología, que condujeron al "año sin verano", no se detectaron hasta junio de 1816, un lapso de 15 meses después de la erupción. Este precedente histórico subraya la posibilidad de que sucesos ocurridos más de un año después de una erupción puedan ser atribuidos a ella.

2. 2023, el año más caluroso registrado


A partir de junio de 2023, los últimos siete meses del año marcaron el periodo más cálido jamás registrado, superando significativamente los registros anteriores. Un acontecimiento así es bastante notable, dada la considerable variabilidad de temperaturas observada de un mes a otro. Pero, ¿hasta qué punto es improbable?

Utilizando el conjunto de datos HadCRUT5, descubrimos que ha habido 17 años que han batido el récord de temperatura desde 1870. La figura 3 muestra que, en 2023, el aumento de la temperatura con respecto al récord anterior fue el mayor en 153 años, con +0,17 °C. Este nivel de aumento respecto a los registros anteriores es notable, incluso para un año que se ha registrado como el más cálido de la historia.

Figura 3 Los años más cálidos en el conjunto de datos HadCRUT5 desde 1870 con el aumento de temperatura respecto al registro anterior. 2023 constituye el mayor salto.
Figura 3 Los años más cálidos en el conjunto de datos HadCRUT5 desde 1870 con el aumento de temperatura respecto al registro anterior. 2023 constituye el mayor salto.

En los años más cálidos, a menudo destacan varios meses como los más cálidos (Figura 4, barras azules). En 2023, hubo siete de esos meses, sólo por detrás de 2016 y empatando con 2015. Cabe destacar que estos siete meses más cálidos fueron consecutivos, de junio a diciembre. Las barras rojas de la Figura 4 ilustran el número de meses récord consecutivos de cada año récord. De la figura se desprende claramente que los años del conjunto de datos con cinco o más meses cálidos consecutivos coinciden con años muy intensos de El Niño: 1877-78, 1997-98 y 2015-2016.

Figura 4. En azul se muestra el número de meses récord en los años récord. En rojo se muestra el número de esos meses récord que fueron consecutivos.
Figura 4. En azul se muestra el número de meses récord en los años récord. En rojo se muestra el número de esos meses récord que fueron consecutivos.

Las estadísticas de temperatura reflejan que 2023 presentó condiciones similares a los años que en más de un siglo presentaron un fenómeno de El Niño más fuerte. Pero, ¿fue realmente así? Determinar si El Niño fue el catalizador del calentamiento récord de 2023 es todo un reto. Basarse únicamente en la temperatura de la superficie del océano Pacífico como criterio de El Niño conduciría a un razonamiento circular. Definimos El Niño en base al calentamiento y atribuimos el calentamiento a El Niño. Para escapar de este razonamiento circular debemos utilizar otro criterio para estudiar El Niño de 2023 que no sea la temperatura. El Niño es un fenómeno complejo en el que intervienen tanto la atmósfera como el océano. El Índice Multivariable ENSO (MEI v2) utiliza cinco variables (presión a nivel del mar, temperatura de la superficie del mar, vientos zonales de superficie, vientos meridionales de superficie y radiación de onda larga saliente) para crear una serie temporal de las condiciones de El Niño Oscilación del Sur (ENSO) desde 1979 hasta la actualidad.

Este índice, cuando se promedia a lo largo de todo el año, muestra que de todos los años récord desde 1980, sólo 1997-98 y 2015-16 fueron el resultado de un El Niño muy fuerte. 2023 fue en realidad un año de El Niño débil, a pesar de las elevadísimas temperaturas de la superficie del mar. El Niño no fue la causa del extraordinario calentamiento de 2023.

Figura 5. Valores medios anuales del Índice Multivariable ENSO para los años más cálidos registrados.
Figura 5. Valores medios anuales del Índice Multivariable ENSO para los años más cálidos registrados.

Podemos concluir que 2023 destacó como un año excepcionalmente cálido. Aunque rivalizó con años El Niño muy intensos en cuanto a la superación de récords de temperatura anteriores, en realidad no entró en esa categoría. Sorprendentemente, a pesar de la ausencia de un fuerte El Niño, consiguió establecer el récord de temperatura más alto con el mayor margen en el conjunto de datos que abarcan siglo y medio.

En un artículo titulado "Estado del clima - verano de 2023", Judith Curry mostró lo inusual que fue 2023 en términos del balance global de radiación en la parte superior de la atmósfera, los componentes del balance energético en superficie y los modos internos de variabilidad climática impulsados por los patrones de circulación atmosférica y oceánica.

La magnitud de las anomalías mostradas en 2023 en una amplia gama de variables no se había registrado nunca antes. Se trata de un acontecimiento climático sin precedentes en nuestros registros.

3. Enero-marzo de 2024, el colapso del vórtice polar


El vórtice polar es un patrón de viento circular que se desarrolla en planetas en rotación con atmósfera. Resulta de la conservación de la vorticidad potencial, una propiedad que depende de la fuerza de Coriolis y del gradiente de temperatura potencial. La temperatura potencial se refiere a la parte de la temperatura de un volumen (parcel) de aire que no se ve afectada por su energía potencial, y a menudo se define como la temperatura que tendría dicho volumen de aire si fuera llevado a la superficie (1.000 hPa).

En el hemisferio norte, hacia el final del verano, el Ártico experimenta un brusco descenso de la temperatura al acortarse los días. Para mantener la vorticidad potencial, la velocidad del viento alrededor de las regiones polares se intensifica en dirección oeste-este. La formación del vórtice polar en la estratosfera se produce cuando los vientos predominantes del este cambian a vientos del oeste. Este cambio es evidente en la velocidad zonal del viento, que pasa de negativa a positiva en torno a septiembre (véase la figura 6). Finalmente, el vórtice se disipa hacia abril.

Los vientos del vórtice polar estratosférico pueden alcanzar los 180 km/h y constituyen una barrera formidable para el transporte de calor desde los trópicos. Como resultado, la atmósfera y la superficie en el interior del vórtice se vuelven muy frías y secas, lo que reduce la pérdida de energía para el planeta, ya que las superficies frías irradian menos.

En la atmósfera, como en cualquier fluido, se producen ondas, las mayores de las cuales son las ondas planetarias. Estas ondas planetarias se originan en la troposfera como consecuencia de las grandes cadenas montañosas y de las diferencias de temperatura entre los océanos y la tierra. Son más frecuentes y pronunciadas durante el invierno en el hemisferio norte. En condiciones favorables, estas ondas se desplazan rápidamente, de forma similar a los tsunamis, chocando contra el vórtice polar e impartiendo un impulso angular hacia el este. Como resultado, los vientos que forman el vórtice polar reducen su velocidad, debilitándolo y permitiendo la entrada de aire más cálido, que empuja el aire frío hacia el exterior. Este intercambio provoca condiciones invernales más frías en las latitudes medias.

Cuando los vientos reducen su velocidad lo suficiente como para invertir su dirección, el vórtice polar se rompe en dos o tres vórtices desplazados más pequeños. El aire estratosférico que entra en la zona anteriormente ocupada por el vórtice desciende, calentándose significativamente en el proceso. Este fenómeno, conocido como calentamiento estratosférico súbito (SSW, por sus siglas en inglés), puede elevar las temperaturas de la estratosfera polar hasta 40 °C en cuestión de días. Los SSW son relativamente frecuentes en el hemisferio norte y suelen producirse una vez cada dos años. Suelen provocar condiciones invernales más duras en determinadas regiones, especialmente en el este de Norteamérica y el este de Eurasia, en las semanas siguientes.

Los años de El Niño suelen favorecer los fenómenos de SSW y las rupturas del vórtice polar. Esto podría deberse al aumento de los contrastes de temperatura oceánica durante El Niño, que generan ondas planetarias de mayor amplitud. Ocasionalmente, aproximadamente una vez cada 10-20 años, se producen dos eventos de SSW en el mismo invierno. Sin embargo, el período prolongado de este invierno (de noviembre a marzo) marca la primera vez desde que comenzaron los registros en la década de 1950 que se han observado tres eventos SSW. La ruptura del vórtice polar se produjo en enero, febrero y marzo, como muestra la figura 6 del seguimiento de SSW de la NOAA. En cada ocasión, la línea roja que representa la velocidad del viento del oeste descendió hasta la línea cero. En esta época del año, es posible que el vórtice polar estratosférico no vuelva a formarse.

Figura 6. Los vientos zonales estratosféricos de poniente (positivos) en 60°N (línea roja) alcanzaron la línea de velocidad cero tres veces este año, lo que indica un calentamiento repentino de la estratosfera y la ruptura del vórtice polar en cada ocasión.
Figura 6. Los vientos zonales estratosféricos de poniente (positivos) en 60°N (línea roja) alcanzaron la línea de velocidad cero tres veces este año, lo que indica un calentamiento repentino de la estratosfera y la ruptura del vórtice polar en cada ocasión.

Según Adam Scaife, de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, este fenómeno no sólo no tiene precedentes, sino que podría producirse una vez cada 250 años. Esta conclusión se desprende de un reciente estudio estadístico de los episodios de SSW realizado mediante un sistema de previsión estacional dentro de un modelo climático. Sin embargo, es importante tener en cuenta una advertencia: los modelos climáticos siguen teniendo dificultades para representar con precisión la estratosfera y no logran reproducir el fenómeno observado de que los años de La Niña también aumentan la probabilidad de que se produzcan episodios de SSW.

El impacto de los tres episodios de SSW de este invierno no es especialmente dramático. Aunque los patrones meteorológicos normales pueden cambiar, dando lugar a temperaturas y precipitaciones inusuales en algunas zonas, los efectos son temporales. En España podemos estarles agradecidos, porque es la muy probable causa de las inusualmente abundantes lluvias de este invierno que han hecho subir el agua de los embalses un 4% en dos semanas, situándonos en una situación más favorable que los dos años anteriores y tan solo un 4,8% por debajo de la media de diez años. Estamos asistiendo a uno de los inviernos más lluviosos en el registro.

Figura 7. Agua embalsada en España a 11 de marzo de 2024.
Figura 7. Agua embalsada en España a 11 de marzo de 2024.


La situación en Cataluña ha experimentado una notable mejoría, mientras que Andalucía y Murcia continúan muy faltas de agua. En el resto de España la situación es normal para la época o muy positiva. La estación más lluviosa en España es la primavera, por lo que albergo esperanzas de que la precipitación de este año sea superior a la media, terminando con la sequía.

Sin embargo, estos fenómenos sí afectan a las temperaturas del Ártico y, por tanto, a la cantidad de energía que sale del planeta. El debilitamiento del vórtice polar, como se muestra en la figura 6, se traduce en un aumento del transporte de calor hacia el Ártico este invierno, lo que provoca un aumento de las temperaturas en la región.

La figura 8 ilustra esta tendencia, con una línea naranja que representa las temperaturas del Ártico en 2023 según el Instituto Meteorológico Danés, y una línea verde que representa las temperaturas de este año. La temperatura del Ártico ha llegado a estar 20°C por encima de la media. Dado que el efecto invernadero es más débil durante el invierno ártico debido a la escasez de vapor de agua en la atmósfera, el resultado es que se escapa más energía del planeta debido al debilitamiento del vórtice. Esto sirve para mitigar el calentamiento inusual observado en la segunda mitad de 2023, que contribuyó a que fuera el año más cálido registrado.

Figura 8. Temperatura de la superficie del Ártico para el año 2023 (naranja) y 2024 (verde), comparada con la media de 1958-2002 (azul).
Figura 8. Temperatura de la superficie del Ártico para el año 2023 (naranja) y 2024 (verde), comparada con la media de 1958-2002 (azul).

A pesar del calor adicional transportado al Ártico, que ha provocado un aumento de las temperaturas, no se ha producido la correspondiente disminución de la extensión del hielo marino ártico. De hecho, la extensión del hielo marino de este invierno supera la media de 2010-2020. Parece que, contrariamente a los temores generalizados de su desaparición, el hielo del Ártico sigue siendo resistente y estable.

Figura 9. Extensión del hielo marino del Ártico en 2024 comparada con las medias decenales de 2001-10 y 2011-20 del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC).
Figura 9. Extensión del hielo marino del Ártico en 2024 comparada con las medias decenales de 2001-10 y 2011-20 del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC).

4. ¿Qué podemos esperar en un futuro próximo?


La aplicación de la navaja de Ockham sugiere que los tres acontecimientos sin precedentes están probablemente relacionados. La inusual erupción volcánica es la causa probable del calentamiento extraordinario, que a su vez condujo a la aparición de los acontecimientos de SSW sin precedentes. Nuestro conocimiento de los efectos de estos fenómenos respalda esta interpretación.

Los datos históricos sobre los años más cálidos indican una alta probabilidad de que 2024 vuelva a batir el récord de temperatura, de forma similar a lo ocurrido en 1877-78, 1980-81, 1997-98 y 2015-16. Sin embargo, si hemos identificado correctamente la causa del calentamiento como la erupción de Hunga Tonga, podemos esperar que a medida que el exceso de vapor de agua salga de la estratosfera, inducirá un efecto de enfriamiento en la superficie, reduciendo potencialmente las temperaturas durante los próximos 3-4 años. Estudios como el de Solomon et al. (2010) ya han demostrado el impacto negativo sobre el calentamiento global de la deshidratación estratosférica. Deberíamos asistir a la reversión de todo el calentamiento provocado por el volcán Hunga Tonga.

Además, otros factores que afectan a las temperaturas, como el descenso de la actividad solar tras el máximo del Ciclo Solar 25 y el desplazamiento de la Oscilación Multidecenal del Atlántico hacia su fase fría, podrían contribuir a una gran pausa en el calentamiento global. Tomando como punto de referencia la temperatura de 2023-24, podríamos incluso asistir a un cierto enfriamiento en los próximos años. Son tiempos interesantes en términos de dinámica climática.
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  1. Nuevo
    #56
    12/04/24 12:05
    Interesantísimo artículo. Ciencia pura desprovista de dogmas.
  2. en respuesta a Knownuthing
    -
    #55
    20/03/24 21:48
    Muchas gracias por responder (y perdón por mi tardanza en interactuar... estos días sólo puedo conectarme un rato por las noches).
    La verdad es que muchas de las cosas que has dicho ya las sabía, pero las había leído aquí, allá... y mi cerebro no las había conectado como has hecho tú en la respuesta.

    Varios comentarios, me contestas para corregirme si estoy equivocado/te hago alguna pregunta adicional...

    - Independientemente de la próxima glaciación, según te he leído, prevista para dentro 1 500 - 4 500 años, la producción agrícola está por ver cómo será cuando se agoten económicamente los combustibles fósiles. La rotación con leguminosas no puede aportar al suelo el nitrógeno que se hace con Haber-Bosch en la mayor parte de los suelos agrícolas del mundo. El hidrógeno verde puede ser un parche temporal, pero a un coste económico mayor, y aún así veremos cuánto hidrógeno gris puede sustituir. Veremos a ver cuánta población llega a la siguiente glaciación...
    - Cuando hablas de productividad, te refieres a biomasa total cosechada. La productividad se puede medir en muchas unidades. Cuando has descrito la agricultura de tala y quema he esbozado una sonrisa recordando a Joseph Tainter: mientras intenta explicar la Ley de los rendimientos decrecientes generalizada en su libro "The collapse of complex societies", que leí en su momento en parte gracias a una recomendación que hiciste, detalla que esa agricultura es la más productiva en términos biomasa/hora de trabajo. No es una práctica sostenible pero sí la que mejor resultado tiene desde ese punto de vista.
    - Me queda la duda de la agricultura maya. El Yucatán no fue un centro de origen de la agricultura, pero allí se desarrolló una de las agriculturas más productivas en términos de biomasa producida por unidad de superficie, (tal vez la que más) y sin combustibles fósiles. Su falta de control demográfico los llevó al desastre, pero eso es otro tema. El clima del Yucatán no es ecuatorial, pero sí tropical. No recuerdo qué tipo de manejo del suelo hacían, pero sin duda superaban el inconveniente de la baja fertilidad natural del suelo.
    - Plantas C4: el problema es que nuestra alimentación se basa en plantas C3... no es fácil buscar un sustituto a la cebada, trigo o arroz... además que las plantas C4, suelen tener el problema de que sus requerimientos hídricos suelen ser algo o mucho más exigentes, con lo que no se pueden cultivar en regiones áridas o semi áridas, que es la ventaja de la cebada o el trigo.

  3. en respuesta a Espartal
    -
    Top 100
    #54
    20/03/24 08:00
    Es un error tipográfico. Obviamente me refiero a marzo.

    Estamos en 2024 en la segunda edad de hielo más fría de los últimos 500 millones de años. Las edades de hielo se definen como periodos de la historia del planeta donde ha habido masas de hielo continentales permanentes, y ahora mismo tenemos dos enormes, una en Groenlandia y la otra en la Antártida. En el planeta hay hielo para dar y para tomar. No nos falta. Y preocuparse por 1 millón de km2 de hielo marino carece de sentido. Es mejor que el hielo retroceda a que avance, y quieto no va a estarse.

    Los trópicos se mantienen a una temperatura similar durante las glaciaciones. La biología lo atestigua. Muchísimas especies son intolerantes al frío y no han tenido problemas durante las decenas de glaciaciones del Pleistoceno.

    La especie humana estaba intelectualmente dotada para descubrir la agricultura decenas de miles de años antes del Holoceno. No podía descubrirla en las regiones húmedas tropicales porque los suelos no son lo suficientemente fértiles debido a que las constantes lluvias lavan los nutrientes. El bosque tropical recicla los nutrientes, y para practicar la agricultura en ausencia de fertilizantes había que quemarlo, cultivar durante 3 años hasta que se agotaban los nutrientes y abandonar ese terreno para que poco a poco se regenerase. La agricultura de tala y quema requiere haber descubierto antes la agricultura.

    Fuera de los trópicos, dos factores hacían imposible el descubrimiento de la agricultura.
    1. Los bajos niveles de CO2 que la hacen improductiva. A 150 ppm de CO2 la ensayarían muchas veces y no les convencería el resultado. Las plantas C4 han evolucionado para crecer en las condiciones de bajo CO2 que imperan en el planeta desde hace 30 millones de años.
    2. La inestabilidad del clima glacial que presentaba una variabilidad mucho mayor, haciendo mucho más frecuente la pérdida de cosechas.

    Si te vas al norte, la agricultura se hace en invernaderos, es decir, con temperaturas más altas y más CO2. El calentamiento vuelve el planeta más productivo. Llevamos 45 años de calentamiento y la productividad agrícola no ha dejado de crecer. Pero los argumentos racionales de nada sirven contra las religiones.

    En la próxima glaciación la agricultura seguirá siendo posible debido al conocimiento que hemos adquirido, pero su productividad será mucho menor a nivel global, por lo que habrá mucha menos gente en el planeta.
  4. Top 100
    #53
    20/03/24 07:35
    Artículo de ayer en Nature:
    "Los modelos climáticos no pueden explicar la enorme anomalía de calor de 2023 – Podríamos estar en territorio inexplorado". Gavin Schmidt.

    Si los modelos no pueden explicar lo que está pasando es porque los modelos no funcionan. No son capaces de reproducir el clima y sus cambios y no podemos aceptar sus predicciones. Schmidt se equivoca al decir que el volcán Hunga Tonga solo puede ser responsable de unas centésimas de grado del calentamiento. No hay precedentes de un volcán así por lo que no sabemos de lo que es capaz. Las observaciones le desmienten.

    Los modelos están codificados para asignar a los humanos todo el calentamiento. Si no son capaces de explicar este calentamiento es porque no es de origen humano. Se sigue sin entender el clima y necesitamos otros expertos que lo reconozcan, estos no nos valen.
  5. #52
    19/03/24 22:56
    Muchas gracias por la respuesta. Desconocía por completo que el Hunga Tonga era una anomalía... entonces, entiendo porqué lo pueden "tapar"... como lo normal es que los volcanes enfríen el clima, entonces el calentamiento no puede ser provocado por un volcán (esto sería la versión oficial, me refiero).

    De tu anterior comentario, viendo la gráfica (me ha extrañado lo que ponías en el artículo), la máxima banquisa ártica se ha dado en marzo, no en mayo, lógicamente. No conocía la página que has enlazado, y es muy interesante. Veo que el dato actual de hielo ártico no es para tirar cohetes, pero tampoco es preocupante... veremos cómo evoluciona este verano.

    Las gráficas que más difusión tienen últimamente en los círculos preocupados por el cambio climático, son de esta manera:

    La verdad es que así sin tener ni idea, pues asusta bastante... espero y deseo que la cosa empiece a bajar en 2025...

    Si me permites, te querría hacer otra pregunta. A ver si no me alargo mucho con la introducción. Hay una cierta psicosis en los grupos obsesionados por el cambio climático, que el calentamiento va a hacer imposible la agricultura. Como profesional de la materia, me parece una burrada de afirmación (una cosa es que se haga más difícil, que haya que adaptarse, que bajen los rendimientos en algunas regiones... pero eso no es lo mismo que "imposible"). El argumento es que son las temperaturas del holoceno las que hicieron posible la agricultura.

    Y aquí enlazo con temas de filosofía de la historia... con una composición mental que me he hecho en la cabeza después de leer algunos libros. Los que dicen que la agricultura fue posible por las temperaturas del holoceno, es como si imaginaran a los hombres en la glaciación intentando domesticar plantas, y no había manera. Pero hay una cosa chocante... la agricultura ecuatorial, hoy día, no sólo es posible, sino que puede ser más productiva que la de las zonas templadas. Sin embargo, ¿Dónde apareció la agricultura? Repasemos las zonas de origen:
    - Creciente fértil (Levante y Mesopotamia)
    - Lejano oriente (zona entre los ríos amarillo y Yantze)
    - Altiplano andino
    - Meseta mexicana
    - Tierras altas de Nueva Guinea
    - (sahel y este de norteamérica... quizás influidos por otras zonas).

    No hay clima ecuatorial en ninguna de estas zonas. ¿Por qué no nació en el ecuador, si en el ecuador (o en un clima tropical lluvioso), la agricultura es posible? Pues me baso en Toynbee: porque no había necesidad. Extendías el brazo y cogías la fruta del árbol. No hacía falta más.

    Así pues, y ahora viene la pregunta... ¿Cómo eran las temperaturas en el ecuador en las épocas glaciales? No tengo tu libro a mano, pero creo recordar que donde se nota una glaciación, es en las latitudes medias y altas... las bajas no resultan gravemente variadas. Es que con el articulo del AMOC que tanta tormenta ha desatado, concediendo que se pueda parar... haría imposible (ahora sí está bien usada la palabra) la agricultura en Alemania, Polonia, bálticos... pero no veo porqué sería el fin de la agricultura planetaria. Tranquilamente en el ecuador se podría seguir cultivando, y seguro en muchos más sitios. Que no naciera la agricultura allí o no naciera antes no fue por un tema de temperaturas.
     

  6. Top 100
    #51
    19/03/24 10:21
    La extensión de la banquisa de hielo del Ártico ha superado el 14 y 15 de mayo los 15 millones de kilómetros cuadrados. Sólo un año de los últimos diez (2020) llegó a tener más hielo que 2024. Esto no lo vais a leer en ningún medio.

    https://nsidc.org/arcticseaicenews/charctic-interactive-sea-ice-graph/

    Todas las predicciones que se han hecho sobre el Ártico en las últimas dos décadas lo único que demuestran es que los climatólogos no saben de lo que hablan y que nadie entiende el clima y el cambio climático.

    Los que han sacado tajada han sido los de Greenpeace, recaudando para frenar el deshielo del Ártico. Ahora recaudan para otras causas climáticas. Son una máquina de sacarle dinero a la gente.
  7. en respuesta a Espartal
    -
    Top 100
    #50
    19/03/24 10:05
    El 99,9% de los volcanes que alcanzan la estratosfera producen enfriamiento porque los aerosoles de sulfato que producen reducen la entrada de energía solar en el sistema climático. Es como poner toldos.

    El Hunga Tonga no produjo apenas aerosoles de sulfato y ha causado calentamiento porque el vapor de agua que ha colocado en la estratosfera reduce la salida de energía térmica (radiación infrarroja) del sistema climático. Es como colocar doble acristalamiento en las ventanas.

    Por sistema climático entendemos el conjunto de cinco elementos: La hidrosfera (agua), atmósfera (aire), litosfera (rocas y suelos), criosfera (hielo) y biosfera (seres vivos). Para que cambie el clima de forma global tiene que cambiar el contenido de energía del sistema climático. Los volcanes que alcanzan la estratosfera producen una modificación temporal, que se resuelve en unos pocos años, de la energía del sistema. Hasta el Hunga Tonga se creía que solo podían causar enfriamiento.
  8. #49
    18/03/24 21:55
    Una pregunta (he realizado la búsqueda por el artículo y los comentarios, y no la he visto; disculpa si ya se ha dicho).
    ¿Por qué el Tambora provocó "el año sin verano"?
    Que el Hunga Tonga pueda estar provocando estos anómalos calurosos meses, lo veo claro, al haber arrojado un gas invernadero a una capa de la atmósfera que normalmente tiene poca cantidad. Pero me resulta curioso que otro volcán tuviera efecto contrario. ¿Predominó el efecto de los aerosoloes aumentando el albedo o cómo ocurrió el mecanismo de enfriamiento?

    Pregunto esto porque es importante para mí tenerlo claro cuando trate de explicar esto a mis conocidos sobre porqué el CO2 no es el responsable de estos meses, o al menos no el mayor responsable.
  9. en respuesta a 8........s
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    #48
    17/03/24 19:59
    Peter Turckson, el cardenal de Ghana, pero adalid de mensajes liberales y poco conservadores. Probablemente no será Papa, demasiado curial.  Pero no hablemos de eso, que el debate va por otros lugares. Solo quería felicitarte por tu avidez de conocimientos. 
  10. en respuesta a Calda
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    #47
    17/03/24 19:56
    Después de este intercambio solamente queda emplazarnos a mostrar algún éxito comunicativo y elevarnos así la moral. ¡Qué difícil es alimentar un debate cuando se está de acuerdo! Dejémoslo aquí pues, en este dulce momento de consenso. ::)) 
  11. en respuesta a Lazarus Long 2020
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    #46
    17/03/24 19:36
    Antropogénico catastrofista, muy bueno.

    Tienes toda la razón. Atacar creencias de frente suele resultar en un hermetismo mayor. Yo no me he leído a los latinos, que sabían mucho de retórica y argumentar (lo digo por que no pretendo competir con tu "autorictas" xD), pero sí a un macedonio ilustre. Este nos dice que en una conversación en la cuál se quiere "vencer" al adversario, uno debe conseguir que este acepte ciertas premisas no relacionadas directamente con el tema pero que guarden relación, ya que luego, cuando planteamos el tema deberá aceptar o se contradecirá con lo qué previamente había aceptado.

    Pongo un ejemplo de otro ámbito. Es fácil reconocer en otros una conducta reprobable, pero no en uno mismo. Si queremos que alguien se de cuenta de su conducta perjudicial, podemos hacer que acepte que la de los otros lo es, para acto seguido decirle que el ha hecho lo mismo. Entonces nos vendrá con modificaciones ad hoc de mala fide e infecundas, pero el mismo se dará cuenta de su disonancia cognitiva y de lo artificial e irracional de su discurso.
    (Pongo este ejemplo porqué a pesar de que "vanitas vanitatum et omnia vanitas", podemos escarmentar a cuentagotas gracias a la razón, supuesta "diferencia específica" del hombre --puestos a elegir diferencias, podían haber elegido la tozudez xD-- ).

    Si en vez de atacar la hipótesis del Co2 planteamos una explicación del cambio climático natural del pasado, luego podemos plantear en qué se diferencia del actual, puesto que el sujeto ya ha aceptado la plausibilidad de la explicación natural, y si está fundamentada la hipótesis. Lo mismo con el catastrofismo: podemos plantear ocasiones históricas en las cuales un aumento de las temperaturas ha sido benéfico y perjudicial el frio, y luego trasladar de nuevo la conversación al presente (o el aumento de productividad de la fotosíntesis a mayor temperatura y concentración de Co2 y el consiguiente aumento de la zoomasa).

    También aciertas mucho al mencionar la justificación "moralizante" del tema, cómo nos hace sentirnos buenos ciudadanos preocupados y concienciados por el mundo. Esto creo es un mecanismo sociológico de cumplimiento de roles y de encaje social por refuerzos; el cuál se ha magnificado hoy en día con internet y las redes sociales, en las cuales el mostrarse preocupado por algo parece ser una virtud en si misma y una muestra del valor de la persona, con independencia de que luego actúe o no para corregir esto. A su vez, las mismas redes posibilitan espacios como este en los cuales surge la contrapartida. 
    (Volviendo a la omnipresente "vanitas", creo que esto aplica a este mismo comentario  xD, aunque tenga efectos positivos a nivel epistémico independientes de la vanidad o de la causa que lo promueva)
  12. en respuesta a Lazarus Long 2020
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    Top 100
    #45
    17/03/24 15:06
    bueno...no se...no se...conoces a peter tuckson.......ese si que puede ser el temido papa negro....la iglesia catolica controla la tercera parte de todo el oro extraido a traves de la historia...el oro fisico...del de papelitos ni me imagino lazarus...no mezclamos las churras con las merinas.....todo el sistema financiero y economico o gran parte de el no son de judios... ni de sionistas... ni de la madre que los pario...son solo testaferros...por ponerte solo un ejemplo...mirate la biografia de todos los de la fed...de la cia...del bce...de la interpol...de la nasa de ....de todos los organos de poder decisorio de occidente y hay un factor denominador comun.....son los herederos de los templarios....de la cabala babilonica.....esto no es ninguna de esas conspiraciones....esto lo he diseccionado uno a uno....mas de las dos terceras partes estudiaron en entidades jesuitas.......amigo lazarus....con la iglesia hemos topado.....si quieres investiga sobre quien soporta a las empresas de sistemas de defensa de retaguardia...a las farmaceuticas de referencias.....ni te puedes imaginar....ya te digo...he apostado por la segunda mejor opcion el capitalismo inclusivo....despues de mil trillones de horas de estudio.....estudia cuantos son quienes son y ante quien deben presentar una vez al año las conclusiones......ahora bien ...como me hayan engañado...que se vayan escondiendo pues no hay grieta por la que no pase la maldicion que esta en suspenso....un abrazo.
  13. en respuesta a Lazarus Long 2020
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    Top 100
    #44
    17/03/24 14:53
    ¡¡Muchas gracias!!
  14. en respuesta a elportalfisico
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    #43
    17/03/24 13:40
    Sobre disonancias: Reírse del temor a la Crisis de la Deuda y temer por las propiedades en primera línea del mar. 
  15. en respuesta a Calda
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    #42
    17/03/24 13:34
    CACLIAC= CAmbio CLImático Antropogéncio Catastrófico. ::)) 

    Comparto tu experiencia frustrante plenamente aunque creo que he discutido menos que tú ya que sufro de necesidad patológica de aprobación y con los más intransigentes ni abro la boca. Creo que nos estamos equivocando en cómo discutir con los bien pensantes. Lo expongo en una respuesta a Knownuthing. Léela, creo que puede ser útil. 

    El problema está en el inmenso poder de gratificación que posee el relato del CO2. Piensa en la "ronda". La ronda es la conversación típica que se produce entre dos o más bien pensantes. Seguro que la has oído alguna vez. 
    1) "Nos estamos cargando el planeta" que significa "¡Qué bien informado que estoy y cómo me indigno ante el mal!"
    2) "¡Y la culpa es nuestra!" que significa "¡Por Dios que soy muy consciente!"
    3) "Pero yo reciclo/como ecológico/tengo un coche eléctrico/voto correctamente/pienso globalmente/etc., etc., etc." que significa "¡Ojito que yo soy buena persona!"
    4) "La culpa la tienen los empresarios y el gobierno, que no actúa con dureza" que significa "En el fondo la culpa no es mía y puedo dormirme con la conciencia tranquila". 

    Estamos probablemente delante de algo de tipo religioso, que me cuesta entender, y luchar con ello con argumentos racionales, que es mi fuerte, no sé si funciona. Por otra parte la mayoría saben muy poco de nada y pelearse con ellos es como ir a la Misa del domingo y debatir con las ancianitas que salen de ella. 

    Claro está que el poder de la Iglesia Católica está en decadencia total y el poder de la Iglesia Climática crece sin parar. Y encima hemos de oír que hay una "Ola Negacionista". ¿Tú la ves? 
  16. en respuesta a Knownuthing
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    #41
    17/03/24 13:01
    He descubierto que lo que mejor funciona es exponer la teoría del portero de invierno de un tal Javier Vinós. Por varias razones: 
    - Se explica muy bien de manera sencilla.
    - Permite dar una explicación a los óptimos climáticos y la Pequeña Edad de Hielo. Y a la gente con pocos conocimientos les va fantástico ya que les creas un problema y les das la solución en la misma conversación. 
    - No genera anticuerpos. Cuando se ataca directamente a la teoría del CO2 la mente de los bien pensantes crea automáticamente anticuerpos (argumentos ad hoc), bloquea la recepción de información y olvida la asumida. La experiencia de "Calda" debe basarse en este fenómeno. 
    - Como la teoría del portero de invierno no refuta, en sí misma, a la del CO2 se abre una puerta en la mente bien pensante para aceptar información nueva. Bingo!