A la hora de optimizar una adquisición, consciente o inconscientemente solemos buscar lo “Bueno, Bonito y Barato”, aplicando así esa famosa filosofía de las tres “B” para nuestras compras. O para llegar a aceptar algo como verdadero, el instinto nos lleva a buscar pruebas y evidencias que satisfagan esa necesidad de certeza y veracidad, lo que nos lleva a aplicar la filosofía de “Ver para creer”. En cuanto a prioridades, nuestra familia y núcleo más cercano (ej. amistades) suelen ocupar el primer puesto al momento de ofrecerles lo mejor que esté en nuestras manos, dado que solemos tener grabada en nuestras mentes la filosofía de “Lo mejor para los nuestros”; mientras que si de la vida misma se trata, la filosofía del “Más y mejor” es la que instintivamente seguimos.
Y aunque cada persona es única, como sociedad solemos compartir ciertos patrones de conducta ante determinadas circunstancias; patrones que terminan convirtiéndose en filosofías de vida para el conjunto de la sociedad.
Y la filosofía del “Más y mejor” es lo que instintivamente buscamos los seres humanos, la cual consiste en vivir el mayor tiempo posible y de la mejor manera posible; con calidad.
Ese “Más y mejor” cada vez ocupa mayor relevancia en el orden de prioridades de la sociedad, debido al desarrollo (en el ámbito económico, tecnológico o cultural, entre otros aspectos) que hemos experimentado durante las últimas décadas. Y de eso son conscientes tanto los Gobiernos como el sector empresarial.
Antes de la pandemia que nos azotó en 2020, las sociedades exigían a sus gobiernos de forma prioritaria cuestiones económicas tales como reducción del desempleo, reducción de la inflación, reducción de la carga impositiva, incrementos salariales, por mencionar algunas exigencias de índole económica. Pero a partir de la pandemia, las sociedades han estado priorizando otro tipo de peticiones tales como la mejora de los servicios sanitarios, reducción de la jornada laboral, legislación sobre el teletrabajo, abordar los problemas del cambio climático, incrementar y mejorar la prestación de los servicios públicos, mayor infraestructura, etcétera. Y en el ámbito privado, la industria también ha tenido que ir adaptándose a las nuevas y crecientes exigencias de los consumidores, las cuales siempre se originan en esa filosofía de vivir el mayor tiempo posible y con calidad. Y es allí cuando cobran sentido las millonarias inversiones destinadas al sector de la salud o farmacéutico, el sector de la cosmética, el sector turístico, y otros sectores que si bien no son esenciales para la supervivencia del ser humano, sí comienzan a serlo en función de nuestro nuevo orden de prioridades.
Claro está que los comportamientos sociales se han visto modificados como consecuencia de este desarrollo económico que hemos experimentado, y ejemplo de ello podría ser el retraso en la edad para engendrar, o incluso en muchos casos la negativa a tener descendientes debido al cambio de prioridades de los potenciales padres, quienes pueden llegar a primar desde el desarrollo profesional, la estabilidad y progreso económico, hasta los momentos de ocio, entre otras prioridades.
Esos cambios de tendencias se ven reflejados en la evolución de la pirámide poblacional a nivel global.
Como podrás observar en el cuadro comparativo, además del incremento exponencial de la población mundial durante estas últimas siete décadas aproximadamente, la pirámide poblacional ha sufrido una modificación significativa y se espera que continúe su tendencia de transformación desde una forma piramidal, a una forma de urna o pirámide invertida en el mayor de los extremos.
Invertir en tendencias
Para quienes sepan interpretar esos cambios de comportamiento social, identificar nuevas estructuras poblacionales y adelantarse a las tendencias, les estarán esperando mayores oportunidades de negocio y rentabilidades sostenibles a largo plazo, dado que ningún resultado significativamente positivo se alcanza de la noche a la mañana en este tipo de inversiones. Invertir en tendencias, es invertir a largo plazo.
Una clara tendencia que hemos visto a lo largo de los últimos años es el envejecimiento poblacional, del que justamente España es uno de los países que abandera este cambio tendencial. Un país que en la década de los 50` mantenía una esperanza de vida de poco más de 61 años, y que en la actualidad ya ostenta una esperanza de vida de casi 84 años de media. Y ese incremento de la esperanza de vida junto al envejecimiento de la población, se refleja en los cambios de edad promedio que se pueden observar en la siguiente gráfica.
Una población que a su vez, en los próximos años se espera que sea más urbana; lo que demandará un incremento en inversiones relacionadas a viviendas e infraestructuras, ciudades más eficientes y amigables con el medioambiente, mayor demanda de servicios orientados a una población de mayor edad, y en definitiva, servicios orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos o consumidores.
Si bien es muy probable que a estas alturas ya seas consciente de los cambios que se avecinan, y de la importancia de tener los ahorros bien posicionados para aprovechar esas nuevas tendencias, lo más complicado siempre será identificar aquellos sectores que puedan verse beneficiados ante esos cambios, y más complicado aún será identificar aquellas empresas que puedan verse beneficiadas.
Para ello, lo ideal sería tener a nuestra disposición a un equipo de expertos compuesto por analistas económicos, sociólogos, expertos en finanzas, estadísticos/matemáticos, y resto de especialidades que nos precisen en qué compañías invertir el capital, y cómo distribuirlo para optimizar su rendimiento.
Para ello, la mejor opción que se me ocurre es la de contratar directamente un Fondo de Inversión de una Gestora potente, la cual cuente con expertos que posean las cualificaciones anteriormente descritas.
BBVA Megatendencia Demografía, FI
Como suelo hacer habitualmente, una vez más recurrí al Supermercado de Fondos de EBN Banco para buscar la clase más barata de algún Fondo de Inversión que apueste por las tendencias de la sociedad venidera, y que esté posicionado a nivel global para aprovechar la mayor cantidad de oportunidades donde las haya.
Navegando por el buscador de EBN encontré el Fondo BBVA Megatendencia Demografía, cuya política de gestión se centra en alcanzar una revalorización del capital a largo plazo, mediante la exposición a valores de renta variable pertenecientes a empresas que, según el criterio de su equipo gestor, ofrecerán oportunidades de crecimiento derivadas de tendencias demográficas tales como: el crecimiento de la población, el aumento de la esperanza de vida, nuevas necesidades de urbanización e infraestructuras, y la mejora del bienestar y la calidad de vida.
Este Fondo de Renta Variable Internacional gestionado por BBVA Asset Management S.A., se constituyó en Abril de 1998; aunque después de la pandemia (concretamente en Abril de 2021) modificó su nombre (anteriormente denominado BBVA Europa Finanzas, FI) y su política de inversión.
Su nivel de riesgo en escala del 1 al 7 (donde 7 es el mayor nivel de riesgo) es de un 5, y presenta una Beta de 1,01 y una volatilidad del 13,25%.
Si decides contratar el Fondo por medio de EBN Banco, las condiciones son las siguientes:
Tomando como referencia la rentabilidad del índice MSCI ACWI Net Total Return EUR Index, el desempeño de la rentabilidad del Fondo ha sido el siguiente:
Concretamente, las rentabilidades acumuladas son las que se detallan en el siguiente cuadro:
En cuanto a la cartera, su composición y distribución es la que puedes ver a continuación:
Y recuerda que más allá de tus posibles intenciones en adelantarte a las nuevas tendencias y aprovechar las oportunidades que los cambios presentan, es recomendable que consultes previamente con tu asesor financiero de confianza; dado que se trata de apostar por el futuro, pero con buen asesoramiento y visión estratégica…
Un buen artículo Marcos. Como bien dices, se lleva produciendo un cambio demográfico que se ha agudizado tras la pandemia. En consecuencia, nuestras decisiones financieras deben de adaptarse siempre a dichos cambios para no perdernos rentabilidad. Una buena opción a largo plazo es invertir en fondos que invierten en sectores en auge ante esta nueva realidad.
