Por lo menos, vamos aclarando algo. Ya sabemos que no le exigen la devolución del dinero y que las cuentas de los 9000 euros están cuadradas al céntimo. Ya solo nos falta saber qué cantidad reclamó. Continuará....
Las cuentas están claras:
De las 9.000 euros que tenías, te descuentan los cupones recibidos (9000 - 2086,24 = 6913,76). A esta cantidad le añaden los intereses que te hubiera dado un plazo fijo durante el periodo que has tenido las preferentes/subordinadas (6913,76 + 1155,79 = 8069,55). Esta es la cantidad máxima que te devuelven. Se le descuenta la valoración de las acciones al día anterior del laudo (8069,55 - 689,20) y te da el importe a liquidar: 7380,35.
Lo que sigo sin entender es que, según dijiste en tu primer post, la cantidad eran 20.000 euros. ¿Es que has presentado dos arbitrajes, uno por 9000 y otro por 11000? Ya nos contarás.
Un saludo.
Hola, Xumet:
Creo que lo que te ha pasado es que has entendido al revés el texto de la carta. Como igualmente te dice algún compañero del foro, esa notificación es la resolución del arbitraje, o sea, el laudo. Te están informando de lo que solicitaste en su día, de los motivos que alegaste y de los plazos de cumplimiento. En ningún momento te están diciendo que devuelvas el dinero ya ingresado.
Haz caso a tu abogada: estate tranquila, dispón del dinero como mejor creas y disfrútalo.
Totalmente de acuerdo contigo. Como ya dije anteriormente, creo que no se ha explicado bien, ni en las cantidades reclamadas/recuperadas ni en el asunto de la devolución del dinero. Esperemos que nos lo aclare.
Hola, Montse:
Parece evidente que si le han ingresado el dinero es porque tiene el laudo arbitral más que aprobado y aceptado. Como bien dices, es como una sentencia y tiene los mismos efectos. Lo que no me cuadra es que ahora le reclamen el dinero "porque faltan unos papeles". Creo que algún detalle no nos ha explicado bien nuestra compañera.
Saludos.
Bienvenida al foro.
No entiendo muy bien la explicación que das de tu caso, pero sobre el dinero que te han devuelto, les puedes contestar muy amablemente diciéndoles eso de: "Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita".
Hola, Mari Mar: En base a mi experiencia personal (yo demandé y gané el juicio y ya he recuperado mi dinero), no estoy de acuerdo con la apreciación del abogado al que ha ido tu amigo. En un procedimiento judicial se han de considerar TODAS las circunstancias que rodean al caso. La abogada de Bankia que me interrogó en el juicio, se basó casi al 100% en eso: en que tenía los papeles firmados, que si no supe lo que firmaba, que si no entendí lo que ponía en el folleto informativo, etc., etc. Incluso le contesté en una ocasión que hubiera firmado que yo maté a Kennedy si lo hubiera puesto así en los papeles. La jueza le cortó en numerosas ocasiones y en su sentencia deja claro que el firmar la documentación no implica que la información haya sido la correcta para un cliente minorista, sin especiales conocimientos financieros y con nula experiencia inversora. Cierto es que en mi caso no me hicieron los preceptivos test (ni el de conveniencia ni el de idoneidad), para esta es otra de las circunstancias que te señalaba anteriormente. Es evidente que contra más puntos tengas a tu favor (falta de firmas, siempre plazos fijos, falta de test, sin estudios, etc.), más posibilidades tendrás de ganar en un juicio, pero lo que quiero explicarte es que no es lo más importante el tener todo firmado. Repito, siempre según mi experiencia y después de leer bastantes sentencias favorables a los afectados, en las que los jueces echan por tierra los argumentos que en ese sentido hacen los abogados de Bankia.
Un saludo.
Lamento tan mala noticia.
En cuanto a los abogados que te podamos aconsejar, en este y en otros hilos de Rankia se habla de varios profesionales y todos ellos están ganando casos uno detrás de otro: Chamorro, Arriaga, Viciano, jcmenendez y Montse (compañeros ambos del foro), etc. Mi consejo es que contactes con algunos de ellos, les presentes toda la documentación que tengas y les detalles todas las circunstancias que influyeron en que tu madre comprara las preferentes. Cuando tengas la opinión (y el presupuesto) de varios despachos, tendrás que decidirte por uno.
Respecto de ADICAE, parece que ha quedado claro por parte de los que entienden de este tema, que sólo es viable la demanda civil individual (o la penal, si hay indicios de delito como falsificación de firmas o suplantación de la personalidad). Incluso ha habido desestimación de demandas colectivas por parte de algún juez, ya que cada persona tiene su historial inversor, sus conocimientos financieros, su formación, etc. y, por tanto, no puede prosperar una demanda conjunta de miembros heterogéneos.
Un saludo.
Hola, Crespín. Completamente de acuerdo con todo lo que me dices. Por supuesto que tú, yo y todos los que tomamos la decisión de demandar hemos tenido inquietudes, miedos y noches en vela. Por supuesto que en el caso de una enfermedad grave, todos haríamos lo que estuviera a nuestro alcance. Eso nadie lo discute. Lo único que me animó a contestarte fue que aprecié en tu comentario un tono ácido y crítico contra aquellos que no demanden. Y por eso te dije que había que comprender y respetar a aquellos que no tengan valor, como tú lo llamas, para involucrarse en un mundo desconocido y del que, además, no se tiene certeza de cómo se va a salir. Sí, ya sé que se ganan la inmensa mayoría de las sentencias, con imposición de costas, intereses y todo eso, pero hay que comprender a los que piensen que nadie les garantiza nada y que se plantean muchas preguntas: ¿y si pierdo el juicio y me imponen las costas? ¿y cómo van a ir mis padres a un juzgado con noventa y tantos años y con problemas de movilidad y de vista? ¿o los míos, que apenas saben escribir su nombre? ¿y si doy con un abogado desaprensivo y canalla que, además del dinero de las preferentes, me saca otro buen pico? ¿y con lo lenta que es la Justicia en este país, cuándo veré yo el final de esta pesadilla? Como inmejorable ejemplo de lo anterior, solo tienes que leer el post 2141 de nuestra compañera Mari Mar Rosales: expone bien a las claras el temor que tienen algunas personas a declarar en un juicio.
En fin, estimado Crespín, mi opinión está clara al respecto: demandar, demandar y demandar. Pero siempre respetando lo que cada uno (y sus circunstancias) decida libremente.
Saludos.