¿Con qué facilidad puede comprar o vender una inversión?
Aunque esta es una pregunta que todo inversor se plantea, Fisher Investments España ha observado que muchos la olvidan en medio de otras cuestiones, como la volatilidad o la rentabilidad previstas. No obstante, para nosotros, es una cuestión fundamental.
Algunas inversiones pueden efectuarse casi al instante, con un efecto mínimo en el precio.
Otras pueden llevar días, semanas o incluso más tiempo, y para ese entonces es posible que el precio haya variado. Esto se denomina riesgo de liquidez y, en opinión de Fisher Investments España, es vital comprenderlo para poder evaluar adecuadamente una inversión.
La liquidez de un activo o valor depende de diversos factores.
En primer lugar, ¿es público o privado? Los activos públicos están disponibles para que cualquiera los compre en prácticamente cualquier momento, están registrados en una autoridad reguladora y, a menudo, cotizan en bolsa o se negocian a través de mercados visibles, como las acciones ordinarias o los títulos de deuda de las principales empresas. Los activos privados no suelen estar registrados en una entidad reguladora. Muchos no se negocian en un mercado fácilmente visible, como ocurre en el caso de la posesión directa de bienes raíces, obras de arte, vinos, coleccionables, una parte de una empresa estrechamente controlada (es decir, capital riesgo)
o un fondo de cobertura en el que solo se puede comprar y obtener un reembolso en ciertos momentos o circunstancias.
Los activos públicos son generalmente mucho más líquidos que los privados, pero, como explicaremos a continuación, su grado de liquidez también puede variar, incluso dentro de estas amplias categorías.
Cabe señalar que la falta de liquidez puede suponer un riesgo. En opinión de Fisher Investment España, esto se debe principalmente a que complica la fijación de precios. Tenga en cuenta que en los mercados públicos de valores, los precios se fija de forma constante y generalizada, pero en los mercados privados no. En estos últimos, las valoraciones pueden ser estimaciones, a veces hechas por el propio emisor del valor. Por tanto, es posible que los inversores no conozcan el valor real de sus activos, lo que complica la evaluación de su rentabilidad y hace que resulte difícil valorar si el precio es realista. Ciertos activos, como las obras de arte o los bienes raíces, pueden requerir una tasación, mientras que, según nuestra experiencia, los fondos de capital privado o de capital riesgo normalmente están bloqueados durante años.
Además de la fijación de precios, es necesario tener en cuenta una cuestión práctica: si una
persona necesita efectivo rápidamente para sufragar un gasto imprevisto, quizá le resulte difícil
encontrar un comprador si sus activos son ilíquidos, lo que podría obligarla a reducir considerablemente el precio de venta. Hay quienes afirman que este riesgo adicional se compensa con la mayor rentabilidad de los activos privados, pero Fisher Investments España considera que en la mayoría de los casos no suele ser así. Si bien es posible que los activos ilíquidos o no cotizados superen la rentabilidad anualizada media de la renta variable mundial (el 8,6 %), esto suele depender de la estimación de su valor.
El único momento en que las ganancias reportadas por los activos privados son reales en lugar de estimadas es cuando la inversión está completamente cerrada. Otro razonamiento que Fisher Investments España suele encontrar cuando analiza los comentarios financieros en que basa su opinión es que los activos privados son menos volátiles que los públicos. A
nuestro juicio, esto un mito. Dado que los activos públicos se cotizan con más frecuencia, puede parecer que sus precios oscilan más, pero el valor de los activos privados también puede disminuir, y de hecho disminuye de vez en cuando, solo que no resulta tan evidente.
Además, en opinión de Fisher Investments España, excede los límites de lo creíble pensar que la inversión privada en activos tan discrecionales como las obras de arte o los objetos de colección no depende en absoluto de los vaivenes de la economía; lo más probable es que las inversiones de capital privado se muevan al ritmo de las empresas cotizadas que operan en sectores similares, y que dependan de los mismos factores económicos, regulatorios y políticos de alto nivel que impulsan a las empresas.
En opinión de Fisher Investments España, los inversores deben tener en cuenta ciertas cuestiones incluso en el caso de los activos públicos líquidos. El activo más líquido es el efectivo o los vehículos similares al efectivo, como los fondos del mercado monetario, que se convierten fácilmente en efectivo. Les siguen las acciones ordinarias cotizadas y los bonos del Estado y los bonos corporativos cotizados, en especial aquellos con vencimientos más cortos. Después, se encontrarían los bonos a largo plazo negociados con frecuencia, que, al tener períodos de vencimiento más dilatados, suelen incentivar a los inversores a mantenerlos por más tiempo. Los bonos corporativos o de gobiernos regionales que no cotizan en bolsa
suelen ser menos líquidos; hay muchas emisiones específicas y variadas de dichos bonos, a menudo del mismo emisor, lo que confiere a cada uno de ellos características únicas que pueden reducir su atractivo y hacer que los bonos comparables se negocien con menos frecuencia.
La liquidez también puede variar dentro de cada clase de activos. Por ejemplo, ciertas acciones y ETF se negocian millones de veces al día, por lo que los vendedores pueden encontrar un comprador a un precio determinado casi al instante. Las acciones de empresas de menor tamaño y pequeña capitalización, por el contrario, se negocian con mucha menos frecuencia; los análisis de la actividad del mercado llevados a cabo por Fisher Investments España indican que una compra o venta, en especial de una gran cantidad de acciones, puede influir en los precios.
Por otra parte, algunos productos de inversión afirman ofrecer una forma más líquida de invertir en activos ilíquidos, pero hemos observado que también presentan problemas. Esto se demostró en 2022, cuando varios fondos inmobiliarios institucionales del Reino Unido bloquearon el dinero de los clientes al recibir miles de solicitudes de reembolso debido al pánico generalizado provocado por la caída de los precios del gilt y el aumento de los rendimientos. Los inversores temían que esto perjudicara mucho al sector inmobiliario, dada su tradicional dependencia del crédito. Cuando los inversores llamaron a la puerta, los gestores de fondos no podían satisfacer la demanda de reembolso en efectivo sin vender sus activos inmobiliarios, lo que los obligó a restringir temporalmente los reembolsos. Algo similar sucedió
años antes, cuando una importante sociedad de inversión de capital variable tuvo que impedir o limitar las retiradas de un fondo de renta variable supuestamente líquido que llegó a poseer un alto porcentaje de activos privados.
La lección que podemos extraer, en nuestra opinión, es que, antes de invertir en un fondo, conviene conocer su verdadero riesgo de liquidez. Si bien no estamos diciendo que las inversiones ilíquidas sean categóricamente desaconsejables, según la opinión de Fisher Investments España sobre diferentes activos, es importante sopesar si esa iliquidez
es acorde con las metas, necesidades y objetivos de un inversor, y si los riesgos que entraña valen la pena.
Aunque esta es una pregunta que todo inversor se plantea, Fisher Investments España ha observado que muchos la olvidan en medio de otras cuestiones, como la volatilidad o la rentabilidad previstas. No obstante, para nosotros, es una cuestión fundamental.
Algunas inversiones pueden efectuarse casi al instante, con un efecto mínimo en el precio.
Otras pueden llevar días, semanas o incluso más tiempo, y para ese entonces es posible que el precio haya variado. Esto se denomina riesgo de liquidez y, en opinión de Fisher Investments España, es vital comprenderlo para poder evaluar adecuadamente una inversión.
La liquidez de un activo o valor depende de diversos factores.
En primer lugar, ¿es público o privado? Los activos públicos están disponibles para que cualquiera los compre en prácticamente cualquier momento, están registrados en una autoridad reguladora y, a menudo, cotizan en bolsa o se negocian a través de mercados visibles, como las acciones ordinarias o los títulos de deuda de las principales empresas. Los activos privados no suelen estar registrados en una entidad reguladora. Muchos no se negocian en un mercado fácilmente visible, como ocurre en el caso de la posesión directa de bienes raíces, obras de arte, vinos, coleccionables, una parte de una empresa estrechamente controlada (es decir, capital riesgo)
o un fondo de cobertura en el que solo se puede comprar y obtener un reembolso en ciertos momentos o circunstancias.
Los activos públicos son generalmente mucho más líquidos que los privados, pero, como explicaremos a continuación, su grado de liquidez también puede variar, incluso dentro de estas amplias categorías.
Cabe señalar que la falta de liquidez puede suponer un riesgo. En opinión de Fisher Investment España, esto se debe principalmente a que complica la fijación de precios. Tenga en cuenta que en los mercados públicos de valores, los precios se fija de forma constante y generalizada, pero en los mercados privados no. En estos últimos, las valoraciones pueden ser estimaciones, a veces hechas por el propio emisor del valor. Por tanto, es posible que los inversores no conozcan el valor real de sus activos, lo que complica la evaluación de su rentabilidad y hace que resulte difícil valorar si el precio es realista. Ciertos activos, como las obras de arte o los bienes raíces, pueden requerir una tasación, mientras que, según nuestra experiencia, los fondos de capital privado o de capital riesgo normalmente están bloqueados durante años.
Además de la fijación de precios, es necesario tener en cuenta una cuestión práctica: si una
persona necesita efectivo rápidamente para sufragar un gasto imprevisto, quizá le resulte difícil
encontrar un comprador si sus activos son ilíquidos, lo que podría obligarla a reducir considerablemente el precio de venta. Hay quienes afirman que este riesgo adicional se compensa con la mayor rentabilidad de los activos privados, pero Fisher Investments España considera que en la mayoría de los casos no suele ser así. Si bien es posible que los activos ilíquidos o no cotizados superen la rentabilidad anualizada media de la renta variable mundial (el 8,6 %), esto suele depender de la estimación de su valor.
El único momento en que las ganancias reportadas por los activos privados son reales en lugar de estimadas es cuando la inversión está completamente cerrada. Otro razonamiento que Fisher Investments España suele encontrar cuando analiza los comentarios financieros en que basa su opinión es que los activos privados son menos volátiles que los públicos. A
nuestro juicio, esto un mito. Dado que los activos públicos se cotizan con más frecuencia, puede parecer que sus precios oscilan más, pero el valor de los activos privados también puede disminuir, y de hecho disminuye de vez en cuando, solo que no resulta tan evidente.
Además, en opinión de Fisher Investments España, excede los límites de lo creíble pensar que la inversión privada en activos tan discrecionales como las obras de arte o los objetos de colección no depende en absoluto de los vaivenes de la economía; lo más probable es que las inversiones de capital privado se muevan al ritmo de las empresas cotizadas que operan en sectores similares, y que dependan de los mismos factores económicos, regulatorios y políticos de alto nivel que impulsan a las empresas.
En opinión de Fisher Investments España, los inversores deben tener en cuenta ciertas cuestiones incluso en el caso de los activos públicos líquidos. El activo más líquido es el efectivo o los vehículos similares al efectivo, como los fondos del mercado monetario, que se convierten fácilmente en efectivo. Les siguen las acciones ordinarias cotizadas y los bonos del Estado y los bonos corporativos cotizados, en especial aquellos con vencimientos más cortos. Después, se encontrarían los bonos a largo plazo negociados con frecuencia, que, al tener períodos de vencimiento más dilatados, suelen incentivar a los inversores a mantenerlos por más tiempo. Los bonos corporativos o de gobiernos regionales que no cotizan en bolsa
suelen ser menos líquidos; hay muchas emisiones específicas y variadas de dichos bonos, a menudo del mismo emisor, lo que confiere a cada uno de ellos características únicas que pueden reducir su atractivo y hacer que los bonos comparables se negocien con menos frecuencia.
La liquidez también puede variar dentro de cada clase de activos. Por ejemplo, ciertas acciones y ETF se negocian millones de veces al día, por lo que los vendedores pueden encontrar un comprador a un precio determinado casi al instante. Las acciones de empresas de menor tamaño y pequeña capitalización, por el contrario, se negocian con mucha menos frecuencia; los análisis de la actividad del mercado llevados a cabo por Fisher Investments España indican que una compra o venta, en especial de una gran cantidad de acciones, puede influir en los precios.
Por otra parte, algunos productos de inversión afirman ofrecer una forma más líquida de invertir en activos ilíquidos, pero hemos observado que también presentan problemas. Esto se demostró en 2022, cuando varios fondos inmobiliarios institucionales del Reino Unido bloquearon el dinero de los clientes al recibir miles de solicitudes de reembolso debido al pánico generalizado provocado por la caída de los precios del gilt y el aumento de los rendimientos. Los inversores temían que esto perjudicara mucho al sector inmobiliario, dada su tradicional dependencia del crédito. Cuando los inversores llamaron a la puerta, los gestores de fondos no podían satisfacer la demanda de reembolso en efectivo sin vender sus activos inmobiliarios, lo que los obligó a restringir temporalmente los reembolsos. Algo similar sucedió
años antes, cuando una importante sociedad de inversión de capital variable tuvo que impedir o limitar las retiradas de un fondo de renta variable supuestamente líquido que llegó a poseer un alto porcentaje de activos privados.
La lección que podemos extraer, en nuestra opinión, es que, antes de invertir en un fondo, conviene conocer su verdadero riesgo de liquidez. Si bien no estamos diciendo que las inversiones ilíquidas sean categóricamente desaconsejables, según la opinión de Fisher Investments España sobre diferentes activos, es importante sopesar si esa iliquidez
es acorde con las metas, necesidades y objetivos de un inversor, y si los riesgos que entraña valen la pena.
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Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited, (“Fisher Investments España”). Fisher Investments Ireland Limited es una sociedad de responsabilidad limitada constituida en Irlanda que opera bajo la denominación de Fisher Investments Europe (""Fisher Investments Europe""). Fisher Investments Ireland Limited y su nombre comercial, Fisher Investments Europe, están inscritos en el Registro Mercantil de Irlanda con los números 623847 y 629724. Fisher Investments Europe está regulada por el Banco Central de Irlanda. El domicilio social de Fisher Investments Europe es 2 George's Dock, 1st Floor, Dublin 1, D01 H2T6 Ireland. Fisher Investments Europe externaliza parcialmente diversos aspectos de las funciones cotidianas de asesoramiento de inversión, gestión de carteras y operaciones bursátiles a sus filiales.
El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments Europe y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No se garantiza que Fisher Investments Europe siga sosteniendo estas opiniones, las cuales pueden cambiar en cualquier momento a la luz de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información que figura en el presente documento no pretende ser una recomendación o una previsión de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto aclarar los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en el presente documento.
[1] FactSet, a 7/8/2023. Rentabilidad anualizada del MSCI World con reinversión de dividendos netos (en USD), del 31/12/1969 al 31/12/2022. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.
2 "What Have You Made on Private Equity? Who Knows?!", Paul J. Davies, Bloomberg, 26/2/2024. Consultado a través de WealthManagement.com.
3 Los ETF, o fondos cotizados, son fondos que realizan un seguimiento de determinados segmentos del mercado bursátil o del mercado en su conjunto.
4 "UK Property Fund Redemption Demand Exposes Liquidity Mismatches", Sara Malinowsky, Fitch Ratings, 10/10/2022.
5 "Fall of Neil Woodford Puts Future of Fund Management Under Scrutiny", Rupert Neate, The Guardian, 19/10/2019.