Santander Seguros me quiere robar más que los ladrones que entraron en casa.

Un día al volver del trabajo me encuentro con la desagradable sorpresa de que me han entrado a casa a robar. Me quitaron algunos enseres además de robarme la tranquilidad y el sueño. Lo peor vino después: Santander generales no es un seguro o no deben saber cómo funciona uno. Me tasaron los objetos sustraídos en lo que yo valoro un 55-60% del valor real y me entero mediante un correo "no-replay" (que me llegó al spam) de que me ingresan el valor que ellos dicen en mi cuenta. Sin haber sido aceptado por mí. Lo peor: para entrar levantaron una persiana y me rompieron una puerta de PVC acristalada con doble cristal y cámara, con fractura de los dos cristales y del marco (debieron usar una palanqueta). Después de mandar yo las fotos y todos los datos a un Whatsapp, que después veo que es contestado por una inteligencia artificial. Después de llamar 20 veces a distintos teléfonos, después de que se pasen la pelota de unos a otros, de correos que no puedes responder. Después de hablar con mi gestor personal del Banco de Santander... sólo me faltó hablar con Ana P. Botín... Me tasan el desperfecto que he descrito de la puerta en 61€. ¿Son o no son unos ladrones? Mis padres instalaron en su casa una puerta de similares características hace un año o más y ya les costó más de 800 €. Me dicen que si no estoy de acuerdo que pida yo un presupuesto y se lo mande. Estos ineptos no deben saber que uno paga un seguro para que sea éste el que haga todos los trámites que correspondan y les subsane el siniestro. Pueden ofrecer una indemnización a cambio, pero deberá ser de una cuantía que, al menos, llegue para pagarlo y sólo si el cliente lo acepta. Porque, si yo hago de perito fotográfico y busco a quién me lo arregle y ellos no me pagan ni el 10% del arreglo ¿para qué pago un seguro? Llevo pagados 8000-10000 € en los años que llevo suscrito a este seguro sin haber dado nunca un siniestro. ¿Me están robando o no? En el momento actual estoy pendiente de que me respondan la reclamación. Mientras tanto mi casa con una brecha de seguridad por la que puede entrar cualquiera con poco esfuerzo. Y yo sin dormir. Como tenga que ir por vía judicial tendrán que pagar los daños morales, el incumplimiento de contrato y la violencia institucional que están ejerciendo.
Plot Twist: Tengo 1 grado de separación con la presidenta del Banco (una antigua amiga en común)
Mi valoración de esta compañía de "seguros" es la siguiente:
Grado de satisfacción: 0
Nivel de profesionalidad: 0
Preocupación y empatía con el cliente: 0
¿Recomendaría yo este seguro a mis amigos? Jamás.
Grado de ineptitud: 1000 sobre 10
Mi impresión es que no es un seguro, es un banco que lo quiere arreglar, sin moverse de la silla ofreciendo un dinero... en este caso indignante, insultante, mísero, rácano, rastrero y ratero.
Conclusión final: estoy siendo robado 2 veces (la primera por unos indeseables que no merecen estar entre nosotros, la segunda por otros indeseables que no merecen el sueldo que les pagamos).
Que tenga Vd un buen día! (es como se despiden ellos después de apuñalarte por teléfono mail...).

A ver... en primer lugar entiendo tu cabreo pero hay cosas que, entendíendote, no comparto pero los seguros funcionan a veces así.....

1.- Efectivamente en la valoración habrá que ver qué dice tu contrato. Seguramente tu referencia es precio de "nuevo" pero ellos aplican valor real, es decir, teniendo en cuenta su antigüedad y estado. Ahí tienes que ver lo que dice tu contrato y cuánto valen esos bienes dañados teniendo en cuentas sus años.

2.- Ventana y persiana. Lo mismo, según ellos, es reparable y te dan valor reparación (aunque aparentemente también es muy bajo).

3.- Que te indemnicen por ese importe no significa que tengas que aceptarlo ni que con ello hayas renunciado a cuantas reclamaciones (vía amistosa o judicial) consideres.

4.- Si no estás conforme. Que no lo estás. Eres tu quien debe solicitar otro presupuesto y, en base al mismo, ellos determinarán si lo aceptan o rechazan. De no aceptar tus condiciones, y dado que no os ponéis de acuerdo, la ley prevé que, de mutuo acuerdo, podáis buscar una tercera opinión.

Gracias por tu opinión.  Efectivamente los seguros funcionan a veces así... así de mal. 
1. Lo que me sustrajeron estaba en parte sin usar y en parte con un mínimo uso. Comprado hace año y medio como mucho. Pero esa no era mi toda mi indignación. 

2. Puerta acristalada: tras la reclamación, en la que les digo lo que ellos no quieren escuchar, esta misma mañana me mandan a un obrero (cosa que tenían que haber hecho desde el minuto uno sin necesidad de haber tenido que cabrear al cliente y recurrir a una reclamación),  que ve los daños y decide que hay que cambiar toda la puerta, incluso el marco que va cementado. Seguramente costará más de 15 veces que el dinerillo que me querían dar.

3. Claro que no lo he aceptado. Por eso he reclamado. Y la vía judicial está ahí si me hace falta.

4. Si hubieran mandado al inicio un perito presencial, que es lo que se ha hecho toda la vida (y no una valoración desde un despacho con un teléfono), no habría tal desfase en la cuantía económica. Como no lo han hecho, insisto, no es mi trabajo. No era un desacuerdo en una tasación. Era que ellos han aplicado la ley del mínimo esfuerzo... y menos dinero.
Situación actual: la empresa que el seguro ha mandado le enviará el presupuesto y el seguro valorará si lo acepta o no... es decir: lo que tenían que haber hecho desde el minuto uno.
Gracias.