La Fiscalía ha pedido este viernes prisión incondicional para los cinco exmiembros del gobierno de la Generalitat procesados por rebelión y citados esta mañana a una vista para revisar sus medidas cautelares. Se trata de
Carme Forcadell, Dolors Bassa, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull, candidato a la presidencia de la Generalitat.
El Ministerio Público ha hecho esta solicitud ante la gravedad de los
delitos que se les atribuyen (rebelión y malversación en todos los casos, menos Forcadell, al que no se imputa el segundo), y los riesgos de reiteración delictiva y fuga, este último teniendo en cuenta precisamente las penas a las que se enfrentan.
De los cinco procesados que han comparecido ante Llarena (también estaba citada la líder de ERC
Marta Rovira pero se ha fugado), dos renunciaron anoche a su acta de diputado con la esperanza de que el juez tenga en cuenta esa circunstancia cuando decida sobre su posible ingreso en prisión. Los otros tres mantienen su escaño, con lo que si ingresan en prisión, sus permisos para asistir a los plenos dependerán del juez Llarena, como sucede con el exvicepresidente
Oriol Junqueras.
En el
auto de procesamiento de la causa del «procés» independentista el juez del Tribunal Supremo
Pablo Llarena ha anticipado que Turull y los otros líderes secesionistas citados a una vistilla pueden entrar hoy mismo en prisión. Marta Rovira no se ha presentado y se ha fugado de la Justicia.
En el auto con el que ha procesado por rebelión a 13 líderes secesionistas, Llarena explica que «se configura un grave riesgo de fuga» que se ha multiplicado con el cierre de la investigación. Así lo explica el juez tras confirmar el encarcelamiento preventivo de
Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
«Sin seguridad, pero con la firmeza que deriva de una instrucción culminada en lo esencial, se apunta un
riesgo de ocultación derivado de la grave punición a la que se enfrentan por su eventual responsabilidad penal por rebelión». Este delito con hasta
25 años de prisión si se comete sin armas, lo que dibuja un grave horizonte penal.
Llarena añade que este riesgo de fuga se potencia «por una pluralidad de factores», la gravedad de la pena y la eventual proximidad de su enjuiciamiento. La vista oral se prevé para otoño.
«La investigación ha reflejado el
claro desprecio de los procesados al acatamiento de las decisiones de la autoridad judicial, las cuales se han desatendido de manera contumaz y sistemática durante los últimos años», explica el juez.
Además, los procesados por rebelión «comparten propósito con los procesados presos» y no han dudado en dificultar el ejercicio de la jurisdicción española «buscando refugio en terceros países». Los que se enfrentan a esa vistilla, en la que las acusaciones se plantean pedir el ingreso en prisión, son, además de Turull,
Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Carme Forcadell. Rovira estaba citada pero se ha fugado de la justicia.