Una de las características de los mercados alcistas prolongados suele ser la proliferación creciente de productos de inversión complejos, con ALTO RIESGO, altas comisiones (en gran medida, ocultas) y que, para colmo de males, presentan baja liquidez.
Se trata de productos en los que nos ofrecen la “irresistible oportunidad” (IRONIA OFF) de despedirte de tu dinero hasta que ellos quieran, pagándoles elevadísimas comisiones (que son difíciles de concretar con precisión) durante prácticamente todo el tiempo que deseen tenerte atrapado (varios lustros o, incluso, décadas), sin que uno sepa exactamente cuál es el plan y el método de inversión a desarrollar y, todo ello, de forma legal porque uno acepta, de forma expresa y libre, al inicio, meterse voluntariamente en esa jaula por un periodo casi indefinido y renunciar a la liquidez (esto es, a la posibilidad de largarte si la película deja de gustarte o no se cumplen las expectativas).
En fin, nada más que por concepto y sin tener que entrar en mayores profundidades, cualquiera con una cierta formación y/o una mínima sensatez debe salir huyendo ante ofertas de este perfil y, desde luego, lo más prudente es abstenerse de TOCAR productos de este tipo NI CON UN PALO.
Pero el mercado lleva años caliente, mucha gente conoce a otra que ha ganado dinero con la inversión (incluyendo criptos) aunque, en realidad, sepa poco o nada de inversiones, la ambición y la credulidad están en alza, se va instalando en el ambiente la idea de “tonto el último”… Es cada vez más fácil colar promesas de rentabilidad tan elevadas como vacías, el proceso de comercialización de ciertos productos complejos es ahora legal para minoristas (y, por supuesto, la industria tiene excelentes letrados que redactan complejos folletos que nadie lee ni entiende del todo pero que cubrirán bien las espaldas a las gestoras cuando lleguen los llantos y la indignación)...
En resumen, un mercado alcista prolongado termina convirtiéndose, de forma casi inevitable, en un mercado repleto de novatos tan plenos de ambición como de ignorancia e ingenuidad y eso es una oportunidad que difícilmente van a desaprovechar los tiburones de la industria financiera (entre los que parece que Bestinver quiere reclamar un asiento). En fin, va llegando la hora del gran festín que suele vivir esta industria, cada cierto tiempo, mientras acompaña el ciclo del mercado.
Trampas más habituales en la comercialización/venta de estos productos que yo he detectado (seguramente habrá muchas más):
1) El principal gancho utilizado es una promesa de rentabilidad tan alta como vacía que, EN ABSOLUTO, ESTÁ GARANTIZADA (de hecho, nada impide que la cosa termine muchas años después con abultadas pérdidas sin ningún problema).
Sería bueno que todos recordemos, en este momento, que los rendimientos futuros son siempre una pura y lisa promesa llena de todo tipo de incertidumbres y que lo único que está plenamente garantizado cuando uno invierte en cualquier fondo activo (especialmente de este tipo) son las comisiones (algo que en este tipo de vehículos suelen ser complejas y liosas… es decir, ALTAS) y el riesgo (que, en este caso, es también muy ALTO y encima, uno tiene que conllevarlo obligatoriamente durante décadas).
2) Otro anzuelo que también suele usar la industria para engatusarnos, en estos casos, es proclamar que lo que nos ofrecen es una oportunidad (única) de poder acceder a un producto habitualmente reservado a inversores institucionales y a grandes fortunas.
Ante ese discurso comercial lo obvio es DESCONFIAR. ¿NO será más cierto que no ofrecen a los minoristas este tipo de producto PRECISAMENTE porque las grandes fortunas y los institucionales se niegan a contratarlo? ¿Desde cuándo las grandes fortunas y las gestoras se han vuelto, repentinamente, desprendidos ángeles llenos de generosidad cuya misión es ayudar a los sufridos minoristas?
3) Un tercer argumento comercial que hoy, además, no paro de leer en Rankia a distintos foreros (con una mirada, a mi entender, equivocada), es el de que estos productos resultan interesantes porque permiten aumentar la diversificación de la cartera (el salvífico mantra de la diversificación entra aquí en escena).
Vamos a ver, ... la diversificación es una buen objetivo general a considerar en una cartera SIEMPRE QUE NO IMPLIQUE la inclusión de productos que la perjudiquen por presentar UNA MALA o muy mala relación de RENTABILIDAD/RIESGO (y éste sería el caso).
Es decir, la diversificación NO se puede ni se debe utilizar para justificar la inclusión de cualquier producto en la cartera (eso es sólo un falaz argumento comercial de naturaleza totalmente interesada que hábilmente utiliza la industria para manipularnos y que, desgraciadamente, podemos equivocadamente llegar a interiorizar). Cuando lo que se consigue es perjudicar la rentabilidad/riesgo de la cartera porque el produzco es lamentable (desde cualquier punto de vista) en vez de hablar de diversificación se debe de hablar de DIWORSIFICATION -juego de palabras en inglés mezcla de worse (empeorar) y diversification (diversificar). Por favor, NO lo olvidemos.
Termino.Para completar lo dicho quiero que leáis el esclarecedor testimonio que nos dejó hace unos días
@luisep11 (todos debemos estarle muy agradecidos por su generosidad y valentía al compartirlo) sobre la prolongada y muy negativa experiencia que durante lustros ha sufrido con un vehículo de ese tipo (comisiones hinchadas que no había previsto pero que eran legales, valores liquidativos inflados que se derrumban estrepitosamente -¡¡qué casualidad!!- justo cuando el vehículo se vuelve líquido tras muchos años de espera, otros perjuicios difíciles de combatir legalmente y de los que uno no puede huir porque está atrapado,...). Se trata de un “off-topic” en el hilo de Azvalor que, sin embargo, merece mucho la pena. Se inicia aquí: